5 similitudes entre el Cristianismo Progresista y la Espiritualidad de la Nueva Era

Piensa en la frase “Nueva Era”. ¿Qué te viene a la mente? ¿Documentales viejos de hippies en Woodstock experimentando con LSD y yoga? ¿Shirley MacLaine sosteniendo un montón de cristales en la portada de la revista Time en los años 80? ¿Deepak Chopra enseñándole a Oprah cómo mover cosas con la mente en los 90? Aunque estas imágenes pueden parecer antiguas o fuera de lugar, las creencias de la Nueva Era están más vigentes que nunca y han permeado nuestra cultura, pero con una imagen moderna y atractiva. La línea psíquica de los años 80 fue reemplazada por gurús hipsters encantadores que han cambiado las túnicas por jeans ajustados, a menudo traduciendo ideas religiosas orientales al lenguaje cristiano.

Muchos cristianos ni siquiera son conscientes de cuánto las creencias de la Nueva Era han infiltrado el cristianismo a través de la Iglesia Progresista. He escrito sobre el Cristianismo Progresista aquí, y he hablado de ello muchas veces aquí. No fue sino hasta que hice un estudio reciente sobre la espiritualidad de la Nueva Era que me di cuenta de cuánto tiene en común con el Cristianismo Progresista.

Aquí hay 5 maneras en que el Cristianismo Progresista y la Espiritualidad de la Nueva Era son, en cierto modo, lo mismo:

  1. La redefinición o el abandono del concepto de pecado

Los seguidores de la Nueva Era creen que todas las personas son inherentemente divinas… que no existe algo llamado “pecado”, sino solo la falta de recordar nuestra divinidad. En su masterclass en la red Oprah and Friends en 2008, la líder de la Nueva Era Marianne Williamson lideró a numerosos estadounidenses a través del libro Un curso de milagros. A los participantes se les animaba a afirmar “No existe el pecado” y se les enseñaba que “La Expiación es la lección final que [una persona] necesita aprender, pues le enseña que, al no haber pecado nunca, no necesita salvación”. Y toda esta información supuestamente venía del mismo Jesús.

Hace varios años escuché a un pastor Progresista predicar sobre Génesis 3, el famoso pasaje en el que Eva fue engañada por la serpiente para comer del fruto prohibido. En lugar de interpretar el relato como un hecho histórico, él exponía la “verdad” moral que todos podríamos aprender de esta historia de la creación. Señaló que cuando esta primera pareja dio aquella mordida fatídica, fue su vergüenza, no su pecado, lo que los separó de Dios. En otras palabras, fallaron en reconocer su amabilidad…su bondad y valor inherentes. Si estaban “separados” de Dios, era porque ellos mismos estaban distantes…no Dios. El escritor progresista Brian McLaren lo describe así: “Perdieron su valentía en relación con Dios”.

Fíjate en la similitud del lenguaje. Sin el pecado original, todos somos buenos, y solo estamos distantes de Dios en nuestra mente cuando olvidamos eso.

  1. La negación de la verdad absoluta

La enseñanza de la Nueva Era está marcada por su relativismo: un rechazo de la moralidad objetiva y la verdad absoluta. Si sientes que algo es verdad para ti, entonces es cierto. Si es correcto para ti, entonces es correcto. Si algo se siente real para ti, entonces es real. En otras palabras, tus propios pensamientos y sentimientos son tu autoridad sobre lo que es verdadero y real.

Una característica distintiva del Cristianismo Progresista es su negación de la autoridad bíblica. Pero, por supuesto, nadie opera sin una autoridad; si se elimina una autoridad, se reemplaza por otra. Normalmente, los cristianos progresistas trasladan la autoridad de lo que creen que es verdad de la Biblia a sí mismos, convirtiéndose en su propia brújula moral, la cual inevitablemente fluctúa según la cultura.

  1. Una aceptación de Jesús, pero una negación de su sangre expiatoria

Los líderes del pensamiento de la Nueva Era casi siempre expresan sus enseñanzas en lenguaje cristiano. Jesus es un ejemplo de alguien que alcanzó la iluminación conectando con lo divino – un ejemplo que cualquiera de nosotros puede seguir. Su muerte no fue un acto de salvación… la “salvación” viene dentro de nosotros mismos cuando nos damos cuenta que ya tenemos dentro de nosotros las mismas capacidades que Jesús. Se denomina a menudo como “conciencia de Cristo”. Por eso  muchos de la Nueva Era no ven contradicción en recitar la oración del Señor mientras creen en el Karma y el poder de sanidad de los cristales. Por supuesto, esto es una negación rotunda  a Su muerte y resurrección expiatoria.

Muchos Cristianos Progresistas (no todos) también negaron la sangre redentora de Jesús. El año pasado, el popular músico cristiano Michael Gungor despotricó en Twitter contra la idea de que Dios exigía sacrificio de sangre por el pecado, calificandolo de “horroroso”. En su polémico libro, Love Wins (El amor gana – solo disponible en inglés), Rob Bell considera esta idea como algo que los cristianos simplemente tomaron de culturas que lo rodeaban y lo usaron para explicar la muerte de Jesús.  En una conferencia de 2016 explicando la eucaristía (comunión para nosotros los protestantes), Bell bromeó sobre la ridícula teoría de la expiación, resumiéndola así: “Dios está menos gruñón gracias a Jesús.” Esto causó risas en la audiencia, mientras Bell explicaba que la verdadera razón para partir el pan y el vino es “agudizar nuestros sentidos para reconocer nuestros lazos con nuestros hermanos y hermanas en la humanidad compartida.”

Muchos líderes Cristianos Progresistas han popularizado la frase “abuso infantil cosmico”; un término acuñado por primera vez por Steve Chalke para protestar contra la idea de que un Dios amoroso exija un sacrificio de sangre por el pecado de la humanidad.

  1. Todo se trata de “mí”

El pensamiento de la Nueva Era gira alrededor del “Yo”. El empoderamiento personal y la realización de nuestra divinidad innata son centrales en sus enseñanzas y prácticas. Según la bloguera de Nueva Era Kalee Brown, cuando Jesús dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” en Juan 14:6, “El ‘yo’ al que se refería Jesús no es él mismo, sino el Yo que está dentro de ti” (énfasis mío). Un Curso de Milagros también invita a los participantes a afirmar: “Mi salvación viene de mí”. Y bueno… si todos somos divinos, ¿por qué no debería tratarse de nosotros?

El cristiano progresista típico probablemente no esté de acuerdo en que todo gire en torno a él—de hecho, suelen enfocarse mucho en la justicia social. Pero no es de eso de lo que hablo aquí. Me refiero a un cambio teológico. Richard Rohr, favorito de los progresistas, incluso llega a escribir que cada uno de nosotros y a veces “la creación” es “el cuarto miembro de la bendita Trinidad,” lo que implica que la plenitud de Dios no está completa hasta que nos volvemos parte de ella.

En términos generales, el concepto de pecado es abandonado o redefinido, la verdad se relativiza, y una simple cruz de mártir nos ofrece un Jesús más amable y aceptable: un gran maestro, ejemplo moral y mejor amigo cariñoso—pero no el Rey guerrero todopoderoso que algún día regresará con una túnica teñida de sangre para juzgar a vivos y muertos. (Apocalipsis 19:13; 2 Timoteo 4:1)

  1. Universalismo

El ex Nueva Era y ahora creyente Cristiano Steven Bancarz señaló que los defensores de Nueva era, afirman la idea de que todos los caminos llevan a Dios. Él escribió:

“El movimiento Nueva Era se aferra con fuerza al pluralismo religioso y al universalismo, es decir, la idea de que todas las religiones provienen de una Fuente común y que, sin importar el camino que elijamos, todas apuntan a la misma verdad que alcanzaremos algún día”.

Muchos autores Cristianos Progresistas afirman alguna forma de universalismo: ya sea de manera implícita, negando la existencia del infierno literal, o de forma explícita, declarando que todos los seres humanos serán reconciliados con Dios, sin importar sus creencias o prácticas religiosas.

El concepto de reconciliación universal —la idea de que Jesús reconciliará a todos los pecadores consigo mismo— fue introducido sutilmente en la conciencia evangélica por medio del exitoso libro La cabaña, publicado en 2007. Años más tarde, su autor, William Paul Young, confirmó explícitamente su postura en su libro Mentiras que creemos sobre Dios, donde escribió: “¿Estás sugiriendo que todos serán salvos? ¿Que crees en la salvación universal? ¡Exactamente eso es lo que estoy diciendo!”

Nada de esto es realmente nuevo. A lo largo de la historia de la iglesia, estas ideas han resurgido una y otra vez. Son antiguos dogmas paganos reciclados y presentados como innovadores, vestidos con ropajes modernos y con un barniz cristiano. Trevin Wax lo expresó con precisión en Twitter:

Uno de los aspectos más insoportables de los herejes y las herejías es lo aburridas, predecibles y recicladas que son. La ortodoxia es emocionante porque sostiene el misterio y la paradoja. Las herejías son estrechas, porque se ajustan a los tiempos.

Los Cristianos Progresistas pueden creer que están siendo vanguardistas y relevantes al apartarse de los límites de la ortodoxia, pero en realidad están cayendo en la misma ideología que ha dado origen a toda falsa religión desde la caída del hombre: “cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador” (Romanos 1:25).

Y no deja de ser condenable si aquello que adoran… son ellos mismos.

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Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek recursos


Alisa Childers es una cantante y compositora estadounidense, más conocida por formar parte del grupo femenino de música cristiana ZOEgirl. Ha tenido una lista de los diez mejores sencillos de la radio, cuatro lanzamientos de estudio y recibió el premio Dove durante su tiempo con ZOEgirl. Años más tarde, Alisa experimentó un profundo desafío a su fe de toda la vida cuando empezó a asistir a lo que más tarde se identificaría como una iglesia cristiana progresista. Este desafío empujó a Alisa hacia la Apologética Cristiana. Actualmente se puede leer, escuchar y ver el trabajo de Alisa en línea, así como adquirir su libro recientemente publicado sobre el cristianismo progresista, titulado Another Gospel.

Traducido por Walter Almendras 

Editado por Andrés Barrera 

Fuente Original del Blog: https://bit.ly/460gjVD 

 

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