Predicación reduplicada es el medio para la comprensión de la relación entre las naturalezas de Jesucristo. Cuando la Escritura atribuye cualidades humanas a Jesús deben fundamentarse a su naturaleza humana. Del mismo modo, cuando la Escritura atribuye cualidades divinas a Jesús deben fundamentarse a su naturaleza divina.
Con esta idea, podríamos ser capaces de resolver el problema de los predicados de la Persona. La propiedad de predicado de la persona es uno con respecto a la naturaleza (es decir, la ignorancia con la humanidad y la omnisciencia con la divinidad — el hambre y la fatiga con la humanidad, necesidad con divinidad).
Pero ahora hay un problema. Una vez que aplicamos esto a Jesús, tales predicados como la omnisciencia y la ignorancia, y la impecabilidad y la humanidad parecen ser incompatibles. Se plantea un problema con limitaciones. ¿Es esto irremediable? Yo no lo creo.
Calificador adicional – Podemos postular que los aspectos divinos de Jesús, eran en gran parte subliminales durante su humillación (su ministerio antes de la muerte). ¿Qué razones existen para apoyar este calificador? En realidad, esto califica la humanidad de Jesús aún más.
El psicoanálisis ha confirmado la existencia de un subconsciente. Esto es evidente en la esquizofrenia y en la hipnosis. Con la esquizofrenia hay una consciencia despierta y una (o varias) que no lo están, sin embargo, el subconsciente subliminal todavía puede llegar a ser una realidad. Hay uno que controla y gobierna el consciente. Con la hipnosis, se puede ser hipnotizado y ser instruido a no ver, por ejemplo, una mesa. Si se le instruye que camine a la puerta, y la mesa está entre la persona y la puerta, caminaría alrededor de la mesa, aunque no la pueda ver literalmente, aún se posee el conocimiento que esta existe en su subconsciente.
Durante la encarnación, el Logos permite sólo ciertos aspectos de la conciencia a la persona de Cristo, que eran compatibles con la experiencia humana normal. Esto da mucha más luz a que su tentación fuera genuina, la unción y llenura del Espíritu, el Espíritu atrayéndolo hacia el desierto, su oración al Padre (estos no son sólo muestras). Jesús, a los 3 años de edad, no hubiera estado contemplando el cálculo infinitesimal de Newton o la mecánica cuántica; Él era un niño judío genuino que crecía en sabiduría y en estatura.
Así que, en esencia, era una autolimitación de la humanidad con la divinidad práctica simultánea en una Persona. Esto es diferente de la Cristología Kenótica en que Él no renuncia a ciertos atributos y ya no los posee. En este punto de vista, él sigue manteniendo todos los aspectos humanos y divinos de limitación voluntaria.
Blog Original: http://bit.ly/2nir4jz
Traducido por Jorge Gil Calderón