Por Xavier González
No les ha pasado que cuando están debatiendo con un ateo e intentas dar sus mejores argumentos, un hermano en Cristo o un desconocido que se meten en la discusión y comienza a dar sus argumentos. Pero cuando te das cuenta es pura tontería lo que proponen, dicen cosas como “La filosofía va en contra de las escrituras” o “Jesús no vino a discutir”.
Bueno, me ha pasado y debo de decir que a veces me provoca darles un cabezazo para que no vuelvan a argumentar tantas tonterías…
En éste escrito vamos a tratar un tema que tal vez muchos cristianos desconozcan o alguna vez han oído, pero no han profundizado en él. Este artículo fue escrito con la intensión de corregir a ciertos hermanos en la fe que, por alguna razón en sus falsas o descuidadas congregaciones, se les ha enseñado que la Fe y la Razón no se juntan o que “no son compatibles”, en pocas palabras, Fideísmo.
Irónicamente, esto también lo “predican” la gran mayoría de ateos (Principalmente los Nuevos Ateos), pero vamos a demostrar que esto es falso y que realmente tanto en la historia de la iglesia como en la misma biblia nos dan razones suficientes para concluir que la Razón y la Fe son compatibles.
Definición
Antes de profundizar en el tema, creo que es importante dar una definición apropiada a lo que el Fideísmo es realmente:
- «Sistema de pensamiento y de interpretación de los valores y hechos religiosos mediante el cual se da la primacía absoluta la fe con menosprecio de los otros rasgos que apoyan las creencias, la razón, la tradición, la autoridad.
En general el fideísmo roza el misticismo exagerado de quien, con motivos y actitudes afectivas más que racionales, deposita una confianza ciega en lo que se cree ser revelación divina. Sin embargo, sabemos que Dios ha hecho al hombre libre para creer y desea que también reflexione sobre su fe».
- «Error que dice que la fe es la única fuente del conocimiento de Dios; la razón no lo puede conocer».
- «El fideísmo es cualquiera de los varios sistemas de creencias que sostienen, sobre variados argumentos, que la razón es irrelevante a la fe religiosa. De acuerdo a algunas versiones de fideísmo, la razón es la antítesis de la fe».
De hecho, Alvin Plantinga define el fideísmo como “la exclusiva o básica dependencia sobre la fe sola, acompañada por un consecuente menosprecio de la razón y utilizada especialmente en la persecución de una verdad filosófica y religiosa”.
Con estas definiciones, se nos da a entender que simplemente la Fe de cualquier creencia (sobre toda la cristiana) es ciega e irracional. Pero antes de desmontar eso, vayamos por unos breves antecedentes históricos.
Historia del Fideísmo
Para eso, debemos viajar a la historia de la teología católica, el fideísmo como un movimiento de pensamiento se desarrolló en Francia a mediados del siglo XIX:
Este movimiento nació para ser antítesis hacia racionalismo y el liberalismo del siglo pasado y sus principales representantes suelen enlistarse a el abate Bautain (1867), A. Grahy (1872). A. Bonnettv (1879), fundador de los Annales de pílilosophie chrétienne, Bonald (1840) como Lamennais (1854).
La principal característica del movimiento fue una crítica cerrada contra la razón humana convertida por los enciclopedistas en el criterio único de verdad, en favor de una exaltación exagerada de la fe, fundamento de sí misma y capaz de reconocer la verdad de la revelación sin ninguna necesidad de signos exteriores o de motivos de credibilidad.
Aunque las desviaciones del fideísmo fueron condenadas varias veces por el Magisterio, sobre todo con Gregorio XVI (DS 2751-2756), con pío IX en la encíclica Qui pluribus de 1846 (DS 2778-2780) y finalmente por el concilio Vaticano I, -donde se reconoció expresamente la posibilidad de conocer a Dios “con la luz natural de la razón humanan (DS 3004; DS 3008-3009), todavía hoy siguen estando presentes ciertas formas larvadas de esta actitud en muchos católicos (como protestantes), que no conceden ninguna importancia a los problemas de credibilidad de la revelación.[1]
Por otro lado:
…estas fórmulas sistemáticas de fideísmo, nos encontramos a través de toda la historia de la filosofía desde la época de los sofistas hasta la actualidad una actitud fideísta de la mente, que se volvió más o menos conspicua en diferentes períodos. El fideísmo debe su origen a la desconfianza en la razón humana, y la secuencia lógica de esta actitud es el escepticismo. Es para escapar de esta conclusión que algunos filósofos, aceptando como principio la impotencia de la razón, han hecho hincapié en la necesidad de la creencia por parte de la naturaleza humana, ya sea afirmando la primacía de la fe sobre la razón o, de otro modo, afirmando una separación radical entre la razón y la creencia, es decir, entre la ciencia y la filosofía por un lado y la religión por el otro.
Tal es la posición adoptada por Kant, cuando distingue entre la razón pura, confinada a la subjetividad, y la razón práctica, que sola es capaz de ponernos por un acto de fe en relación con la realidad objetiva. También es una actitud fideísta que es la ocasión del agnosticismo, positivismo, pragmatismo y otras formas modernas de anti-intelectualismo
No es de sorprender, por lo tanto, que la Iglesia haya condenado tales doctrinas. En 1348, la Santa Sede proscribió ciertas proposiciones fideístas de Nicholas d´Autrecourt (cf. Denzinger, Enchiridion, 10ma. ed., núms. 553-570). En sus dos encíclicas, una en septiembre de 1832 y la otra en julio de 1834, el Papa Gregorio XVI condenó las ideas políticas y filosóficas de Lamenais. El 8 de septiembre de 1840 se le requirió a Bautain que suscribiera varias proposiciones directamente opuestas al fideísmo, la primera y la quinta de las cuales leen como sigue:
“”La razón humana es capaz de probar con certeza la existencia de Dios; la fe, un don celestial, es posterior a la revelación, y por lo tanto no se puede utilizar adecuadamente contra el ateo para probar la existencia de Dios “; y “El uso de la razón precede a la fe y, con la ayuda de la revelación y de la gracia, conduce a ella.” Y, finalmente, el Concilio Vaticano I enseña como un dogma de la fe católica que “un verdadero Dios y Señor puede ser conocido con certeza por la luz natural de la razón humana por medio de las cosas creadas”.[2]
Es bastante evidente que el despreciar las enseñanzas de los sabios, los descubrimientos científicos del pasado, y la voz de común acuerdo sería condenarnos a una infancia perpetua en el conocimiento, hacer imposible cualquier avance en la ciencia, ignorar el carácter social del hombre y hacer la vida humana intolerable: pero, por otro lado, es un error hacer de estos elementos el criterio supremo de la verdad, ya que son sólo reglas particulares de certeza, cuya validez está cimentada sobre una norma más fundamental. En efecto, es cierto que la certeza moral difiere de la matemática, pero la diferencia no reside en la firmeza o la validez de la certeza que ofrece, sino en el proceso utilizado y las disposiciones requeridas por la naturaleza de las verdades con las que tratan respectivamente.[3]
Promotores del Fideísmo
En la actualidad todavía hay ciertos cristianos siguen con este pensamiento irracional y que para nada concuerda ni con la historia de la iglesia primitiva ni con la misma biblia, de hecho, vamos a citar a ciertas personas que promulgan esto, no obstante, hasta un reformador se une a esta penosa lista:
«Si quieres moverte en lo sobrenatural tienes que dejar a un lado la razón»
—Guillermo Maldonado.
«No te pierdas en medio de tanto conocimiento de la Palabra. ¡Cree! Eso es lo importante.»
—Cash Luna.
«No Seas un Cristiano Razonable»
—Otoniel Font.
«Los hechos pueden decirte una cosa. Pero, Dios no está limitado por los hechos. Elige la fe a pesar de los hechos.»
—Joel Osteen.
Decepcionante… ¿Verdad? Y como pueden ver, en general son los predicadores de un evangelio a lo “pare de sufrir” o el evangelio de la prosperidad los que predican estas ideas.
Ahora bien, esta pequeña lista no trata de ser exhaustiva y tampoco trata de exponer un remanente del anti-intelectualismo en el protestantismo. Pues el catolicismo, por lo menos en el área popular también existe este tipo de ideas, así que, si es de una denominación u otra, es irrelevante, lo que nos importa discutir es el problema del fideísmo.
Por otro lado, los promotores y defensores del Ateísmo y principalmente del Nuevo Ateísmo, aplaudirían y se levantarían de sus sillas de lo más felices por escuchar estas palabras, de hecho, hasta comparten dichos pensamientos, aquí algunas citas:
«La fe es la gran excusa, la gran excusa para evadir la necesidad de pensar y evaluar las pruebas. La fe es creencia a pesar, incluso tal vez por la falta de evidencia».[4]
—Richard Dawkins.
«La fe es la rendición de la mente; es la rendición de la razón, es la rendición de lo único que nos diferencia de otros mamíferos».[5]
—Christopher Hitchens.
«La fe generalmente no es más que el permiso que las personas religiosas se dan mutuamente para creer las cosas fuertemente sin evidencia».[6]
—Sam Harris.
Debo de decir que, si un cristiano que va en esta línea de pensamiento (aunque lo desconozca y lo haga inconscientemente) se le pone en duda su creencia o doctrina, muy posiblemente pasen 4 cosas:
- Ignorará las objeciones en contra de su fe o doctrina.
- Insultara a su replicante.
- Dara una excusa para no replicar con versículos de la biblia y con mucha seguridad, serán citas sacadas de contexto.
O en el peor de los casos…
- Se alejará de su fe o doctrina.
De hecho, este tipo de cristianos se basan más en sus experiencias emocionales que en la misma biblia y debo de mencionar que esto es lo que asombra más de ellos, por varios motivos. La primera razón obviamente, es que a medida que estas personas crecen en su fe, prefieren vivir en un éxtasis que conocer y asegurar que la biblia es verdadera como también si su Fe es verdadera.
La segunda razón es que este tipo de cristianos, le tienen miedo al conocimiento de la palabra de Dios (Su estudio formal y sistematizado).
Y la tercera razón, más extraño aun, es un delirio que no quieran profundizar y conocer su fe, porque piensen que la “letra mata”. De las tres razones presentadas, creo que esta es la más disparatada.
Próxima parte, la historia que hay de cristianos con una fe razonable.
Referencias:
[1] R. Latourelle, Fideísmo y tradicionalismo, en DTF, 483-486: R. Aubert, El acto de fe, Barcelona 1965:
https://mercaba.org/VocTEO/F/fideismo.htm
[2] PERRONE, Praelectiones theologicae, vol. I: De ver Religione; OLLE-LAPRUNE, De la Certitude Morale (5ta ed., Paris, 1905); MERCIER, Critériologie générale (4ta. ed., Lovaina, 1900), III, ch. I; JOHN RICKABY, The First Principles of Knowledge (4ta. ed., Londres, 1901), chs. XII, XIII.
Párrafo 4 al 8.
[3] Ibíd, párrafo 9.
[4] Discurso del Festival Internacional de Ciencia de Edimburgo (1992)
[5] Penn y Teller: ¡Mierda! (Temporada 3, Episodio 5: “Holier Than Thou”)
[6] Carta a una nación cristiana (Vintage Books, 2008), 110.
Xavier González es de Venezuela, se dedica al estudio de la filosofía, cristianismo primitivo y teología. Se convirtió al cristianismo a los 15 años. Administró la página de Me Lo Contó Un Ateo y es el encargado de la sección de apologética de la página de la Iglesia cristiana la gracia (http://www.iglesialagracia.org).