Por Bobby Conway
En el libro Rumores de otro mundo, del escritor Phillip Yancey nos cuenta cómo Nelson Mandela, después de convertirse en presidente de Sudáfrica, realizó cambios drásticos para sanar las heridas de su nación, que fueron provocadas por el apartheid.
Mandela le encargó al arzobispo Desmond Tutu dirigir la Comisión para la Verdad y la Reconciliación. Las audiencias que llevaba a cabo la comisión citaban en el mismo lugar a las víctimas y los que presuntamente habían cometido las atrocidades, con la esperanza de que en algún punto se restauraran las relaciones interpersonales. Mandela insistió con determinación que si la parte culpable después de encarar a su acusador admitía su delito, el culpable sería puesto en libertad inmediatamente. Para muchos, esto era visto como algo injusto, hasta indignante, pero Mandela sabía que esto era lo que necesitaba la nación para alcanzar una verdadera reconciliación.
¿Qué es lo más sorprendente de la gracia?
En muchas ocasiones las consecuencias de la política de Mandela fueron extraordinarias. Yancey relata uno de estos eventos:
“En una audiencia, un oficial de policía llamado van de Broek narró los hechos donde él y otros oficiales de la policía le dispararon a un muchacho de dieciocho años y después quemaron el cuerpo; le pusieron al fuego como si fuese un trozo de carne con el propósito de destruir toda evidencia. Ocho años después van de Broek regresó a la misma casa y capturó al padre de aquel muchacho. La esposa fue obligada a ver cómo los oficiales de policía ataban a su esposo a una pila de madera, y le empapaban con gasolina para después prenderle fuego. La sala enmudeció en el momento en que la anciana que había perdido a su hijo y después a su esposo se le dio la oportunidad de responder. ‘¿Qué exige del señor van de Broek?’ preguntó el juez. Ella respondió que quería que van de Broek fuera al lugar donde quemó a su esposo y juntara el polvo para que ella pudiese darle un entierro apropiado. Sin poder levantar la cara, el oficial de policía asintió con la cabeza. Después la anciana hizo otra petición, ‘El señor van de Broek me arrebató a mi familia, pero aún tengo mucho amor para dar. Por ello deseo que dos veces al mes él venga al gueto donde vivo y pase todo el día conmigo para que yo sea una madre para él. Quiero que el señor van de Broek sepa que Dios le ha perdonado y por eso yo también lo perdono. Quisiera abrazarlo para que sepa que mi perdón es real y verdadero’. Inesperadamente, alguien del tribunal comenzó a cantar ‘Sublime Gracia’ mientras la anciana se dirigía hacia donde estaba el testigo, pero van de Broek no escuchó el canto pues se había desmayado abrumado por lo sucedido”. (Yancey 2003, págs 222-224)
El perdón que otorgó esta mujer provocó que van de Broek literalmente se desvaneciera por completo mientras escuchaba sus palabras de una sorprendente y escandalosa gracia. De manera similar, cada uno de nosotros ha pecado gravemente contra Dios. Y nuestros pecados llevaron al Hijo unigénito de Dios, Jesucristo, de camino hacia la cruz, donde fue abandonado para sufrir la muerte más terrible y dolorosa. Pero Jesús venció poderosamente toda adversidad, y se ofreció a sí mismo como el sacrificio definitivo por nuestros pecados. Creo que todos nosotros (como van de Broek) merecemos el peor de los castigos, Jesús (como Mandela) dice que si voluntariamente admitimos nuestra culpa y aceptamos que hemos pecado, se nos otorgará el perdón.
Acepta hoy la invitación
Amigo, compruébalo por ti mismo. A nivel mundial es la invitación de reconciliación y redención para todo aquel que acepte a Jesucristo como su Señor. Si alguien llega a preguntar ¿Existe algo más impactante que el castigo que merecemos? ¿Encontraremos algo más escandaloso que la justicia de Dios cayendo sobre los pecadores? ¿Hallaremos algo más estremecedor que el mismo infierno? La respuesta es sí. ¡Se llama gracia!
Recursos recomendados en Español:
Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek
Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek
Bobby es el pastor principal de Image Church en Charlotte, Carolina del Norte, y es conocido por su ministerio en YouTube llamado One Minute Apologist, que ahora se llama Christianity Still Makes Sense. También sirve como co-anfitrión de Pastors’ Perspective, un programa de radio sindicado a nivel nacional en KWVE en el sur de California. Bobby obtuvo su Maestría en Teología en el Seminario Teológico de Dallas, su Doctorado en Ministerio en Apologética en el Seminario Evangélico del Sur, y su Doctorado en Filosofía de la Religión en la Universidad de Birmingham (Inglaterra), donde fue supervisado por David Cheetham y Yujin Nagasawa. Bobby también ha escrito varios libros, entre ellos: El quinto evangelio, Dudando hacia la fe, ¿Existe Dios y otras cincuenta y una preguntas sobre Dios y la Biblia y el próximo El cristianismo aún tiene sentido que será publicado por Tyndale en abril de 2024. Está casado con su encantadora esposa Heather y juntos tienen dos hijos adultos: Haley y Dawson.
Traducido por Gustavo Camarillo
Editado por Mónica Pirateque
Fuente Original del Blog: https://bit.ly/3NkdZz5