Cuando se trata de leer la Biblia, algunos pasajes son más desafiantes que otros. Tal es el caso de los pasajes que hablan de la lapidación (como Levítico 20:27, 24:16; Números 15:32-36; Deuteronomio 13:6-11, 21:18-21). Estos no son los pasajes a los que recurrimos para nuestros devocionales matutinos. Personalmente, comprendo la pena capital, pero efectuarla por medio del apedreamiento me parece muy salvaje, cruel, y severo, en especial cuando hay un mandamiento que está dirigido a los padres para que entreguen a sus hijos rebeldes, así lo leemos en las Escrituras.
Si un hombre tiene un hijo terco y rebelde que no obedece a su padre ni a su madre, y cuando lo castigan, ni aun así les hace caso, el padre y la madre lo tomarán y lo llevarán fuera a los ancianos de su ciudad, a la puerta de su ciudad natal, y dirán a los ancianos de la ciudad: “Este hijo nuestro es terco y rebelde, no nos obedece, es glotón y borracho”.
Entonces todos los hombres de la ciudad lo apedrearán hasta que muera; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá esto y temerá. (Deuteronomio 21:18-21)
Es un pasaje difícil para el estómago ¿no lo crees así? preferiría la muerte por inyección letal o por el impacto de una dosis letal de drogas mezcladas, pero ¿ser apedreado?. Qué desastre. Como creyentes, ¿Cómo debemos entender estos versículos? A continuación, te presento cinco reflexiones para tomar en cuenta al tratar de llegar a un entendimiento con este pasaje.
1. Estamos en un contexto antiguo.
En primer lugar, debemos entender este texto, como todos los demás pasajes, en su contexto. No debemos aplicar nuestro entendimiento cultural del siglo veintiuno a este entorno de la antigüedad. No hay nada que nos traiga más confusión y frustración que eso. En la cultura en la que vivimos cualquier mínimo golpe en el glúteo mayor de un niño causaría un escándalo. No es extraño que hablar de la lapidación sea algo muy difícil de asimilar.
2. Era el último recurso.
En segundo lugar, apedrear era la última opción para usar. El hijo descrito en estos versículos muestra un espíritu obstinado y rebelde. Está hundido en el pecado, se entrega libremente a la ebriedad y a la glotonería, no acepta ninguna corrección de sus padres, desobedeciendo por completo el quinto mandamiento. Estos versículos nos presentan al típico caso perdido, a alguien que vive de acuerdo con sus propios valores que están abiertamente en contra de Dios, de sus padres y de los principios de la nación teocrática que lo rodea. Es un hijo moralmente enfermo y su pecado pronto se extenderá y destruirá la estructura moral de su comunidad y de la nación si no se le detiene. En el momento en que sus padres se dan cuenta de la terquedad de su hijo, buscan la intervención exterior como último recurso. [i]
3.La moralidad es importante a nivel comunitario.
En tercer lugar, la intención detrás de la lapidación era arrancar el mal de la comunidad y crear un temor saludable para quien quiera vivir una moral desenfrenada. La prosperidad de la nación entera dependía de que toda la comunidad caminara en obediencia a Dios. Esto no significa que la gente ya no pecaba. Aún pecaban. Y mucho. Por ello existía un sistema de sacrificios que permitía al pueblo tener una conciencia limpia ante el Señor. El hijo descrito en estos versículos no estaba buscando una conciencia limpia– su conciencia estaba cauterizada.
4. Es poco común.
Esta acción no era algo habitual. Curiosamente, tenemos muy pocos casos de lapidación que tienen lugar en los registros bíblicos y no soy consciente de ninguna evidencia extrabíblica de que este castigo se llevará a cabo comúnmente. Tal vez la amenaza era suficiente para disuadir a la gente de tal comportamiento rebelde.
5. Jesús responde a esta ley con gracia.
Finalmente, Jesús nos muestra el corazón e intención de Dios con respecto a la lapidación. [ii] En Juan 8:7 Jesús les responde lo siguiente a los que acusaban a la mujer adúltera, “El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra.” La Ley nos demuestra que todos somos incapaces de cumplir la Ley. De acuerdo con la Ley de Dios cada uno de nosotros merece la pena capital, pero Jesús tomó nuestro lugar y recibió la pena capital a pesar de haber cumplido con toda la Ley. Esencialmente, Él fue apedreado por nosotros para mostrarnos su amor incondicional y experimentó la muerte que nosotros merecíamos.
Notas al pie de página
[i] Nota del editor: Cabe señalar que hay un ajuste cultural que acompaña este escenario con el fin de evitar el abuso de la pena capital. Los hijos eran considerados como una bendición, un legado y fuente de orgullo y alegría para los padres. Además, aún hoy en día, es normal que los padres quieran favorecer más a sus hijos. Así que, si alguien va abogar para defender y proteger al hijo de la pena capital, va a ser el mismo padre o madre. Es por ello que, el correctivo cultural se construía a partir de esa relación, para evitar que los padres levantaran falso testimonio contra sus hijos y aplicaran la pena capital a la ligera. Lo segundo a tomar en cuenta, es que los padres son expertos en el comportamiento de sus propios hijos, los conocen mejor que cualquier otra persona. Así que, si este joven es una amenaza para la sociedad, los padres tienen lo necesario para reconocer el peligro antes de que lo sepa cualquier otro. En tercer lugar, los padres tienen una relación de autoridad con sus hijos. Esto significa que pueden hacer juicios sobre sus hijos; eso es parte de las responsabilidades de ser padres. Ahora bien, no tienen el derecho natural de matar directamente a sus hijos, por ello la sentencia judicial de la corte implica una extensión o continuación de la autoridad de los padres sobre sus hijos. En cuarto lugar, aun así, este pasaje no está diciendo que los padres tengan el derecho de matar a sus hijos. Sino que los padres se presentan como los testigos principales del comportamiento rebelde de su hijo. Ellos engendraron al joven, y tienen la responsabilidad natural de criarlo y cuidarlo, pero sus derechos paternales no incluyen darle muerte. Es por eso que tienen que presentar a su hijo ante un organismo judicial más amplio, un tribunal de ancianos, Sanedrín, sacerdotes, etc., para tomar esa decisión superior. En esta situación, los padres, no son los “jueces” que darán la condena de muerte, son más como los oficiales de arresto y testigos principales contra su hijo pródigo. En sexto lugar, en aquella época no existía la policía y tampoco había un sistema penitenciario, y el sistema judicial/tribunal usualmente se componía de un pequeño consejo formado por los líderes de la comunidad (ancianos, sacerdotes, etc.). Todo lo anterior implica que los castigos se daban de acuerdo al crimen, sin la necesidad de una amplia fuerza del orden público, un sistema carcelario, o un complejo sistema de cortes y tribunales. Apedrear era un castigo de bajo costo, efectivo, útil para evitar mayores amenazas y así reducir el número de crímenes. Además, era llevado a cabo por toda la comunidad, así que toda la comunidad era responsable por las sentencias del tribunal. Lo que significa que ni una persona podía ser juez y verdugo a la vez. Una o dos personas pueden ser sobornadas o engañadas para declarar a alguien como culpable, pero es más difícil hacerlo con toda la comunidad.
[ii] Soy consciente que en los manuscritos más antiguos no está Juan 7:53-8:11. Sin embargo, estos pasajes ilustran una visión coherente de la vida y las acciones de Jesucristo.
Recursos recomendados en Español:
Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek
Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek
Bobby es el pastor principal de Image Church que está en North Carolina, y es bien conocido por su ministerio en el canal de YouTube llamado One Minute Apologist, el cuál sigue en la red pero ahora con el nombre Christianity Still Makes Sense. También es coanfitrión del programa de radio nacional Pastor’s Perspective en la estación KWVE en Southern Carolina donde reciben llamadas en vivo. Bobby obtuvo su grado de Maestría en el Dallas Theological Seminary, y su Doctorado de Ministry Apologetics en el Southern Evangelical Seminary, y su Doctorado en Filosofía en el área de Philosophy of Religion de la University of Birmingham (Inglaterra) donde estuvo bajo la tutela de David Cheetham y Yujin Nagasawa. Boby ha escrito varios libros de entre los que se encuentran: The Fifth Gospel, Doubting Toward Faith, Does God Exist, Fifty-One other Questions About God and the Bible y próximamente Christianity Still Makes Sense que será publicado por Tyndale en Abril del 2024. Está casado con su amada esposa Heather y tienen dos hijos ya mayores: Haley y Dawson.
Traducido por Gustavo Camarillo
Editado por Wendy Rodas
Fuente Original del Blog: https://bit.ly/3OKFhiQ