Todos los cristianos deberían estudiar apologética. Esta afirmación puede sonar como audaz si apenas has oído hablar de la apologética, pero te prometo que la apologética ha sido de lo más importante que he hecho por mi fe, además de leer mi Biblia con regularidad.
¿Qué es la Apologética?
La apologética es una defensa racional y organizada de la fe cristiana. Es el por qué de lo que creemos.
La apologética tiene muchos aspectos diferentes. Algunas personas estudian la cronología de los acontecimientos bíblicos. Los astrofísicos estudian el universo y la mano de Dios en la creación. Algunos apologistas son filósofos que consideran el argumento racional detrás de tener fe. Algunos son arqueólogos que examinan artefactos y pruebas geográficas que apoyan la Biblia.
La apologética tiene muchas ramas diferentes, pero todas proceden del mismo árbol que busca demostrar la razonabilidad de la fe cristiana.
La primera razón por la que todos los cristianos deberían estudiar apologética: Porque la Biblia nos lo dice
La mayoría de los cristianos sabemos lo que creemos, pero si alguien nos preguntara por qué lo creemos, ¿tendríamos una respuesta? ¿Sabías que la Biblia nos dice que debemos tener una respuesta? «sino santifiquen a Cristo como Señor en sus corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con mansedumbre y reverencia» (1 Pedro 3:15)
Los cristianos tenemos una esperanza dentro de nosotros que el resto del mundo no tiene. Debemos estar preparados para explicar por qué tenemos esta esperanza a cualquiera que nos pregunte. Estudiar apologética nos ayuda a preparar esta respuesta antes de tener que responderla.
La segunda razón por la que todos los cristianos deberíamos estudiar apologética: Para reforzar nuestra propia fe
Si somos sinceros, la mayoría de los cristianos tenemos dudas de vez en cuando. En ocasiones nos preguntamos ¿es algo de esto real? ¿Estoy esperando algo ficticio? Como el padre en Marcos 9, he gritado en la noche para que Dios ayude mi incredulidad. «¡Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: «Creo; ayúdame en mi incredulidad». (Marcos 9:24)
Recientemente, cuando me sentía destrozada y abatida por la oscuridad cultural actual, supliqué a Dios que me ayudara. Al instante sentí que debía llamar a una amiga con la que no había hablado en casi un año. Seguí rechazando ese sentimiento, ¡pero ese día ella me llamó! Me dijo que sentía que Dios le decía que me llamara.
Ok, Dios, ¡te escucho! ¡Tu ves incluso esos momentos en los que solo necesito ánimo para seguir luchando contra la oscuridad! ¿Pero no se supone que los cristianos tienen una fe ciega? Algunos cristianos creen que nuestra fe debe ser absoluta y no requerir pruebas o de lo contrario, no es fe. ¿Has escuchado este argumento antes? Ciertamente yo sí.
Pero la frase «¡sólo cree!» sonaba terriblemente falsa cuando oía objeciones ateas a la exactitud de la Biblia o desafíos a la creación. Necesitaba mejores respuestas que la fe ciega.
Me sentí muy agradecida al saber que ese no era el tipo de fe que Dios esperaba que tuviéramos. La fe es confiar en lo que tenemos razones para creer que es verdad. Si miramos a través de la totalidad de las Escrituras, podemos ver que Dios y Jesús usaron milagros en momentos específicos para demostrar su poder y autoridad.
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En Lucas 7, mientras Juan el Bautista estaba en la cárcel esperando su destino, envió a dos de sus seguidores a preguntarle a Jesús si Él era el Mesías. Juan el Bautista fue el primero en reconocer a Jesús como el Mesías y, sin embargo, dudó. ¿Reprende Jesús a Juan? ¿Le dice que tenga fe? No. «En esa misma hora curó a muchos de enfermedades, aflicciones y malos espíritus, y a muchos ciegos les dio la vista.». (Lucas 7:21)
Se pasa la siguiente hora realizando exactamente los mismos tipos de milagros que los profetas del antiguo testamento predijeron que haría el Mesías. Y luego elogió a Juan delante de la multitud: «Les digo que entre los mortales no ha habido nadie más grande que Juan».
En Juan 10, algunos de los judíos que escuchaban las enseñanzas de Jesús se inquietaron y querían saber si Él era el Mesías. La respuesta de Jesús nos da esperanza hoy. Jesús les respondió: «Se lo he dicho a ustedes y no creen; las obras que Yo hago en el nombre de Mi Padre, éstas dan testimonio de Mí.» (Juan 10:25).
Jesús no esperaba que la gente confiara ciegamente en Él sin motivo. Esperaba que sus seguidores de entonces y también los de ahora, confiaran en las señales y enseñanzas que demostraban su naturaleza divina.
La tercera razón por la que todos los cristianos deberían estudiar apologética: para adquirir habilidades de pensamiento crítico
Vivimos en una era de Internet en la que cualquiera puede decir cualquier cosa. La gente hace declaraciones o vídeos emocionalmente impactantes y las multitudes los aclaman, a menudo sin pensar profundamente en lo que están aclamando.
Estudiando apologética, he aprendido a reflexionar sobre el significado de las palabras.
Las conversaciones desafiantes tienen que empezar con algunas reglas básicas, como definiciones claras de los términos. Si usamos las mismas palabras, pero significan cosas diferentes, las conversaciones pueden torcerse rápidamente. Por ejemplo, amor es amor suena pomposo y noble, pero ¿cuál es la definición de amor en este caso?
«El amor no es un sentimiento afectuoso, sino un deseo firme del bien último de la persona amada, en la medida en que pueda obtenerse» – C.S. Lewis
Dudo que éste sea el tipo de amor al que se refiere Amor es Amor. Estudiar apologética me hizo más consciente del robo lingüístico (cambiar las definiciones de las palabras para que signifiquen algo nuevo y a menudo contradictorio). La apologética también me enseñó a pensar con lógica sobre las afirmaciones que hace la gente.
Escuchando miles de horas de podcasts de apologética, he aprendido a ver a través de falacias lógicas y ser capaz de hacer argumentos sólidos de por qué creo que Dios existe y la Biblia es la verdad.
Cuarta razón por la que todos los cristianos deben estudiar apologética: para aprender la sana doctrina
Mientras que algunos aspectos de la apologética se esfuerzan por armonizar la ciencia con nuestra fe o estudian la exactitud de la Biblia, algunos apologistas pasan la mayor parte de su tiempo estudiando la doctrina de lo que creemos mediante el estudio de la Biblia.
He aprendido a no leer nunca un versículo bíblico, sino a estudiar su contexto, fijarme en el público al que va dirigido, considerar el contexto histórico, etc.
He aprendido a plantear respuestas a preguntas difíciles, como ¿por qué creemos que Jesús tuvo que morir en la cruz por nuestros pecados? ¿Es un abuso infantil cósmico?
Gracias a la apologética (y a la lectura de la Biblia), he aprendido a ver cómo el hilo de la promesa redentora de Dios fluye por toda la Biblia, desde la caída y los pactos con Abraham y Moisés, hasta el final de los tiempos y el Apocalipsis. Los requisitos de la primera pascua en Egipto prefiguran la sangre de Cristo redimiéndonos de la muerte. La muerte de Cristo ocurrida en la Pascua durante la matanza ritual de corderos para la comida judía de la Pascua no fue un accidente. Fue el plan divino de Dios en su tiempo divino. He aprendido a leer mejor mi Biblia.
¿Cómo podemos conocer la voluntad de Dios sobre un asunto? Podemos estudiar la respuesta de Dios en situaciones similares, buscar lo que Él valora, mirar las definiciones de Dios de amor, justicia, rectitud, etc.
Si encontramos un versículo que no es totalmente claro, ¿cómo determinamos lo que significa? Miramos otros versículos sobre el mismo tema que sean claros. Utilicemos siempre los versículos más claros para afianzar nuestra teología.
Aprender a estudiar la Biblia en todo su valor es una de las mayores alegrías que he obtenido de la apologética. Un teólogo/apologista/pastor, Mike Winger, me ha enseñado realmente a tomar un tema como el matrimonio e investigarlo a través de toda la Escritura, no sólo los pasajes designados para el matrimonio.
Me encanta sentir que comprendo mejor la voluntad y el carácter de Dios. Vivir mi fe se ha vuelto mucho más fácil con una teología sólida.
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Quinta razón por la que todos los cristianos debemos estudiar apologética: para compartir nuestra fe
Aprender a hablar de Dios a la gente es la razón más importante de todas. Si Jesús es el único camino a la salvación del pecado y aquellos que mueren en su pecado pasarán la eternidad separados de toda gracia de Dios, necesitamos estar compartiendo nuestra fe regularmente.
Demasiadas personas en nuestras vidas no están viviendo como hijos salvos de Dios. Tenemos que hacer todo lo posible para invitar a tantas personas como sea posible a una verdadera relación de salvación con Dios.
Algunas personas responderán por sí solas al mensaje del Evangelio, pero la mayoría tendrá preguntas. La apologética le ayudará a responder a las preguntas difíciles de amigos y familiares.
- ¿Existen pruebas de la existencia de Dios?
- ¿Por qué debo creer que la Biblia es exacta?
- ¿Era Jesús real? ¿Por qué debo creer en la Resurrección?
- ¿Cómo se puede creer que sólo hay un camino hacia Dios?
- ¿Son ciertas otras religiones? ¿Y el mormonismo? ¿El Islam?
Tener respuestas ayuda a eliminar las objeciones que impiden a la gente buscar a Jesús. Puede abrir sus corazones y mentes a la fe en Dios. Todo lo cual nos remite a la primera razón: los cristianos deben estudiar apologética para estar preparados para dar una respuesta a la esperanza que tenemos en Cristo.
Recursos recomendados en Español:
Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek
Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek recursos
Jennifer DeFrates es una antigua profesora de Inglés y Estudios Sociales convertida en madre que educa en casa y bloguera cristiana en Heavennotharvard.com y theMamapologist.com. Jennifer se graduó dos veces en la CIA (Academia de Instructores de Cross-Examined) y es voluntaria de Mama Bear Apologetics. Le apasiona el discipulado a través de la apologética. Su figura de acción vendría con café y una pila de libros. También es la renuente cabecilla de una pequeña casa de fieras en la Alabama rural.
Traducido por Yatniel Vega
Editado por Mónica Pirateque
Fuente Original del Blog: https://bit.ly/3NCJ5BS