¿Por qué soy Pro Vida?

Por Tony Williams

Antes de continuar, debo aclarar que esto no es un intento de culpar o condenar a ninguna mujer que haya tenido un aborto, ni a ningún hombre que lo haya fomentado. La buena noticia es que la gracia se extiende a todos los que estén dispuestos a aceptarla por gracia, a través de la fe en Cristo. Dicho esto, espero explicar claramente por qué estoy a favor de la vida y espero animarte a considerar tus propios puntos de vista a medida que continúes leyendo.

No siempre fui provida. Fui más ambivalente que cualquier otra cosa hasta que cumplí los  30. Sí, soy un hombre y nunca había estado en una situación en la que tuviera que considerar la idea detenidamente. Sin embargo, algo me sucedió que me hizo llegar completamente al punto en el que ahora estoy involucrado, este es, en el apoyo a los ministerios provida a nivel local y comparto mis creencias abiertamente, como en este artículo.

Yo, como muchos hombres y mujeres con los que hablo, tenía ciertas nociones preconcebidas en mi cabeza sobre el aborto antes de realizar la investigación por mí mismo. Supuse que el aborto era raro, que casi siempre ocurría en las primeras etapas del embarazo, que casi siempre se hacía por incesto o violación, por peligro para la madre o por dificultades extremas al no poder mantener al niño. Supuse que también sería beneficioso evitar el hacinamiento y el hambre, además de mantener a raya la delincuencia. También supuse que el feto no era humano en el momento del aborto.

También entendí que todo esto era un derecho constitucional de la mujer. Todos estos son puntos de conversación comunes entre los defensores del aborto y, a menos que uno los busque por sí mismo, no hay mucho que cuestionar acerca de estas ideas de la corriente principal del pensamiento general estadounidense. Si bien yo no era abiertamente proabortista, era al menos agnóstico

En ese momento yo había sido cristiano desde hace muchos años, pero aún así nunca pensé mucho en el tema, ya que nunca se planteaba en la iglesia o entre amigos de manera significativa. Al pensar más en la cuestión, y con un poco de investigación leyendo libros como Abortion and the Conscience of a Nation (El aborto y la conciencia de una nación) de Ronald Reagan y The Case for Life (El caso de la vida) de Scott Klusendorf, mi mente se abrió a la lógica y la sólida moralidad del movimiento provida. Sí, el hecho de que toda esta línea de pensamiento combine religión y política da miedo, pero, de todos modos, ¿realmente cuándo no están las dos juntas?

Tenía entendido que el lado provida tenía la mala reputación de odiar a las mujeres que habían abortado, y ese pensamiento sigue impidiendo que muchas expresen pensamientos o preguntas sobre el aborto. Como pecador certificado, sigo haciendo todo lo que puedo para que el problema sea sobre el pecado y no sobre el pecador. Pero una vez que pensé en el asunto hasta el final, no pude evitar encontrar el camino hacia la parte más importante de la cuestión.

En mi decisión de tomar una decisión sobre el aborto, finalmente me pregunté cuál era la pregunta fundamental del aborto: ¿qué era lo más importante que necesitaba ser respondido? ¿Es el aborto una cuestión de derechos de la mujer, de control de la población y del bien mayor de la sociedad? ¿Se trata de igualdad de oportunidades para las mujeres en la fuerza laboral, de librarnos de la pobreza, o se trata de la salud mental de las madres?

Incluso como cristiano, luché por entender cómo ver este tema divisivo y equilibrar lo que me parecía razonable con lo que parecían argumentos persuasivos y emocionales a favor de lo que muchos consideran el fin de una entidad no humana por el bien de la sociedad y de las madres implicadas.

Y ahí estaba. ¿Es una entidad no humana?

Descubrí la verdadera pregunta que hay que plantear en este debate, gracias al trabajo de escritores provida y a mi propio recorrido. La pregunta fundamental resulta ser qué es a lo que le estamos poniendo fin. He aquí por qué: todo el mundo sabe que no debemos quitar intencionalmente la vida a un ser humano inocente. Si el feto es un ser humano inocente, no debemos quitarle la vida.

No me tomó mucho tiempo llegar a una conclusión sobre la pregunta que decidí que necesitaba respuesta para mi propia conclusión sobre la cuestión del aborto. Ya no hay debate en la ciencia o incluso entre cada vez más defensores del aborto. La conclusión es que, le llamen como le llamen, un cigoto, un embrión, un feto o un «producto de la concepción» es absolutamente humano, aunque no esté completamente desarrollado, en el momento en que el embarazo es detectable. Es una vida humana antes de que puedas ponerle fin intencionalmente.

Entonces, si me das la razón que el bebé dentro del útero y no fuera del útero es un ser humano (sin mencionar un ser humano inocente), ¿hay algo diferente en el mismo bebé humano antes de que haga su entrada al mundo fuera del útero? Los argumentos entre los defensores pro-aborto suelen dividirse en cuatro cuestiones que Scott Kluesendorf aplica en un útil acrónimo. A continuación se muestra el argumento TNAG. (SLED por sus siglas en Inglés).

El hecho de que el ser humano en el útero es diminuto al principio, y todavía muy pequeño durante gran parte del embarazo (¡afortunadamente!), no está en duda. Entonces, ¿el tamaño del ser humano permite quitarle la vida? Para todos ustedes, seres humanos que son más pequeños que otros seres humanos, espero que no. Una vida humana es una vida humana, no importa el tamaño. De hecho, suele considerarse noble y correcto proteger a aquellos humanos que se consideran pequeños y vulnerables. Creo que lo mismo se aplica a los humanos antes del nacimiento, tanto a los 60 segundos, 60 meses o 60 años después del nacimiento. El tamaño de un ser humano nunca nos da licencia para acabar con esa vida.

El argumento habitual pro-aborto, dice que los no natos no son más que un «grupo de células». La definición de un grupo de células podría aplicarse con la misma exactitud a una persona adulta, teniendo en cuenta la complejidad de la vida humana, incluso la más diminuta y detectable. Entre 10 y 30 horas, después de que el espermatozoide penetra en el óvulo, los núcleos se combinan y el ADN ya está secuenciado para un ser humano único, la descendencia nueva y genéticamente mapeada de la madre y el padre juntos. El sexo del bebé ya está determinado y las células se dividen rápidamente. En 5 semanas se puede detectar los latidos del corazón. Creo que podemos estar de acuerdo en que cualquier cosa que tenga un latido es una vida y gracias a la ciencia sabemos que es una vida humana. Entonces, ¿cuándo podremos quitarle la vida a un ser humano en función de su nivel de desarrollo fuera del útero? Nunca. ¿Por qué debería ser diferente dentro del útero?

De alguna manera, el hecho de que un feto aún no esté en el mundo exterior, más allá del canal del parto, se ha convertido en una prueba para ver si un ser humano es digno de vivir. Muchos estados permiten el aborto hasta el momento del parto natural. [i]

¿Cuál es exactamente la diferencia de ese bebé desde que está en el útero de su madre hasta que está fuera de ella? ¿Qué hace que la vida del bebé fuera de la madre sea diferente de su vida dentro de ella? ¿Existe otro ejemplo de cuándo está justificado quitar una vida humana inocente únicamente por su ubicación? No puedo encontrar una salida lógica a este problema del aborto. Si es un humano inocente, ¿no deberíamos preocuparnos por él sin importar dónde esté? Los seres humanos arriesgan sus vidas y se ganan la vida todos los días yendo a lugares muy peligrosos para tratar de rescatar a otros seres humanos del daño en el que se encuentran. ¿Por qué no extenderíamos la misma cortesía a nuestros hermanos y hermanas más pequeños y menos culpables que aún están dentro de lo que debería ser el lugar más seguro de la tierra?

Muchos partidarios del derecho al aborto argumentan que el bebé no puede sobrevivir sin el beneficio de la protección fisiológica y la nutrición de la madre mientras está en el útero. El hecho de que, al menos durante la primera mitad del embarazo, el niño dependa de la madre se considera una carga desagradable e injusta para la madre.

Si bien muchos solían decir que el bebé no es humano hasta que nace, ese argumento se ha perdido ante los hechos científicos que conocemos ahora, especialmente si lo comparamos con 1973, el año de la decisión Roe v. Wade que legalizó el aborto en todos los estados. Ahora, el argumento que se plantea con más frecuencia es que la mujer no tiene por qué permitir que su cuerpo sea utilizado por un pequeño ser humano indeseado y dependiente. Es su derecho deshacerse de ese “parásito” indeseado, como suelen llamarlos algunos defensores del aborto.

Aunque no necesariamente tiene que ser la madre del niño la que cuide de éll, todo ser humano que nace necesita constantemente durante los primeros años de su vida a seres humanos más grandes y maduros que cuiden de él y lo alimenten para que sobreviva, pero no sólo durante los nueve meses que pasa en el vientre materno.

Si vieras a alguien que deja a un bebé de dos semanas en la calle y le oyeras decirle: “Buena suerte, ahora te las arreglas solo”, probablemente (y con razón) agarrarías al bebé y buscarías quien lo cuidara. También te indignaría si alguien dejara a un bebé de dos semanas en la calle. ¿No te indignarías también si alguien le pusiera una pistola en la cabeza al mismo bebé de dos semanas y apretara el gatillo?

Aunque no es de conocimiento público, ¿por qué es diferente si la muerte del bebé ocurre dentro del útero? ¿Qué ha cambiado en el bebé o en la responsabilidad que los seres humanos suelen sentir de cuidar a otros seres humanos vulnerables?

La diferencia en la analogía anterior es que el bebé simplemente no se ve en el útero, a diferencia de ser visto en la calle. Creo que es por eso que los seres humanos no han rechazado por completo el aborto: no pueden verlo. Ojos que no ven corazón que no siente.

Según el Instituto Guttmacher, que es la rama de investigación de Planned Parenthood (Planificacion Familiar), el 18% de los embarazos en los Estados Unidos terminaron en aborto en el 2017.[ii]  Eso ascendió a aproximadamente 862.320 abortos en los EE. UU. ese año. El 18% de los embarazos que terminan en aborto significa que casi 1 de cada 5 seres humanos concebidos no nacieron debido a la terminación intencional de sus vidas.

[Nota del editor: La tasa de abortos, después de una tendencia a la baja desde la década de los 90, ha aumentado en los últimos años, inclyendo un aumento del 11% desde el 2022. Hubo 1.037.000 abortos en 2023 según el Instituto Guttmacher.[iii] Esto podría atribuirse a las reacciones contra las decisiones de Dobb, pero sin duda se ve impulsado por la proliferación de abortos en casa mediante la píldora abortiva].

Además, según el Instituto Guttmacher, en 2014 las adolescentes representaron el 12% de las pacientes de aborto: las de entre 18 y 19 años representaron el 8% de todos los abortos, las de entre 15 y 17 años el 3%, y las menores de 15 años el 0,2%.

En 2014, el 39% de los abortos se realizaron en pacientes blancos, el 28% en pacientes afroamericanos, el 25% en pacientes hispanos y el 9% en pacientes de otras razas y etnias. Sin duda, no se trata de un dato estadísticamente equilibrado. Los afroamericanos son abortados a tasas que superan con creces a las de otras razas, y es fácil ver cómo esto ocurre teniendo en cuenta que muchas clínicas abortistas de Planned Parenthood están ubicadas en lugares con una alta población afroamericana. Por ejemplo, en Nueva York, se abortan más bebés afroamericanos de los que nacen.[iv]

¿Y qué pasa con los concebidos mediante violación o incesto? ¿No deberíamos permitir el aborto en casos como estos? Yo solía pensar que sí. Sin embargo, cuando consideramos estas cuestiones del aborto, podemos “sacar a relucir al niño”, como dice Kluessendorf. ¿Qué hay en su situación que nos da derecho a quitarle la vida?

¿En ninguna otra situación un juez o un jurado llegarían a la conclusión de que el hijo o la hija de un violador debería ser asesinado por el delito que cometió su padre? Tampoco quitaríamos legalmente la vida a un niño si descubriéramos que sus padres se besaban con sus primos después de que el niño naciera. ¿Podría eso causar defectos genéticos en el niño? Tal vez, pero todos tenemos defectos genéticos y nadie tiene derecho a matarnos por los nuestros.

En el mundo entero se alaba que algunos países escandinavos hayan eliminado el síndrome de Down. Sin embargo, la verdad es que no han eliminado el síndrome de Down. Sólo han eliminado a los niños con síndrome de Down gracias a pruebas que determinan posibles problemas antes del nacimiento. ¿Las personas con síndrome de Down o cualquier otra imperfección merecen la muerte? ¿Qué nos diferencia del Tercer Reich cuando simplemente lo hacemos en el útero en lugar de en la cámara de gas? Sé que esto parece duro, pero el aborto es un tema duro. Especialmente para quienes han sido víctimas de él.

Debo señalar aquí que comprendo la necesidad de practicar un aborto en los casos en que el niño representa una amenaza clara y real para la vida de la madre, aunque casos como ese son menos frecuentes de lo que pensaba. Te aliento a no confiar solo en mi palabra y a que consultes estadísticas de fuentes confiables sobre los motivos por los que se solicita un aborto.

En nuestra Constitución no hay nada que diga que tenemos derecho a abortar. Ese supuesto derecho fue en realidad una colección de unos pocos casos de la Corte Suprema, comenzando con Roe v. Wade, que exigían el aborto legal en todos los estados, y ahora en muchos estados está permitido por cualquier motivo. Reconozco que el derecho de la mujer a abortar existe actualmente, aunque nuestros legisladores no hayan podido plasmarlo en una enmienda constitucional. El derecho de los esclavistas a poseer esclavos también existía antes. El hecho de que algo sea un derecho o una ley no significa que sea moralmente justo.

Según una encuesta reciente de Pew Research, los estadounidenses se han mantenido divididos consistentemente sobre este tema, con proporciones aproximadas de 59% a favor del aborto y 39% a favor de la vida desde 1995.[v]  El porcentaje de personas encuestadas reveló que sólo el 25% de los estadounidenses cree que el aborto debería ser legal en todos los casos, mientras que el 26% cree que debería ser ilegal en la mayoría de los casos. El 34% cree que debería ser legal en la mayoría de los casos, mientras que el 13% cree que debería ser ilegal en todos los casos.

En caso de que pienses que no tengo derecho a opinar sobre este tema como hombre, debo señalar que aproximadamente la mitad de esos seres humanos abortados de los que estamos hablando se habrían convertido en hombres. Por lo tanto, yo y todos los demás hombres tenemos derecho a hacerlo. En cuanto a la afirmación de que si no te gusta el aborto no deberías abortar, este mismo dicho se aplicaba a los esclavos antes de la gran emancipación.

Desde que se dictó el fallo Roe contra Wade, se han abortado al menos 44 millones de bebés en Estados Unidos. En mi estado natal, Illinois, se abortan regularmente más de 40.000 bebés al año. Esto no refleja la cantidad total de abortos en todo el mundo, donde Estados Unidos sigue siendo líder en esta práctica, junto con Rusia y China. Según la OMS, cada año en el mundo se producen entre 40 y 50 millones de abortos, lo que corresponde a aproximadamente 125.000 abortos al día.[vi]

Espero que te des cuenta de que, aparte de mi introducción, no se ha hablado mucho de mi fe en el cuerpo de este escrito. Creo absolutamente que la humanidad fue creada a imagen de Dios, y también creo que todos los hombres y mujeres de los Estados Unidos tienen el derecho constitucional a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Aunque creo que Dios está al principio y al final de este argumento, no es necesario ser cristiano, musulmán o judío para preocuparse por el bienestar de otros seres humanos. Muchos ateos avergüenzan a los cristianos y a otros que afirman ser religiosos con regularidad. Creo que ser pro vida no debería verse como una postura puramente religiosa, sino más bien como una cuestión de derechos civiles humanos que puede ser liderada por los creyentes y los seculares por igual.

Pero como mencioné la religión, debo mencionar algunos otros elementos de la investigación citada anteriormente que pueden interesar a los cristianos. El 17 por ciento de las pacientes que se sometieron a un aborto en 2014 se identificaron como protestantes tradicionales, el 13 por ciento como protestantes evangélicos y el 24 por ciento como católicas, mientras que el 38 por ciento no declaró ninguna afiliación religiosa y el 8 por ciento restante declaró alguna otra afiliación religiosa. Por lo tanto, el 37 por ciento de las que se sometieron a un aborto se identificaron como cristianas.

Estas cifras no deberían sorprendernos, teniendo en cuenta que la misma encuesta reveló que el 63% de quienes se identificaron como cristianos protestantes, no evangélicos, dijeron que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos. De quienes se describieron como católicos, el 55% creía que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos.

Aunque insisto en que no se trata sólo de una cuestión religiosa, si las iglesias de Estados Unidos no proporcionan las bases para cambiar la opinión pública sobre este asunto, ¿quién lo hará? Así como las iglesias fueron una fuerza impulsora de la abolición de la esclavitud en el mundo, la iglesia debe trabajar para ayudar a sus feligreses, y luego a la sociedad, a ver la verdad en este ataque tan grave a la imagen de Dios en nuestra vida.

Para reiterarle con todo el amor que puedo enviarle por escrito a un extraño, si tu has tenido un aborto o has fomentado uno, te pido que sepas que existe un verdadero perdón para este y cualquier otro pecado que puedas imaginar. Jesús simplemente nos pide que nos arrepintamos y confiemos en Él. Arrepentirse significa detenerse y alejarse. Todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios. (Romanos 3:23) Ruego que todos nos arrepintamos pronto de nuestra aceptación de este ataque a Dios y a los portadores de Su imagen.

Mi oración es que el fin del aborto no llegue por una decisión de la Corte Suprema o (Dios no lo quiera) por una guerra civil, sino como resultado de que todas las personas vean lo incorrecto de nuestras acciones y avancemos como un solo pueblo hacia la vida como Dios la diseñó.

[i] Nota del editor: La publicación original dice “Muchos estados permiten el aborto hasta el momento del parto natural”, pero agrega lo siguiente: “y de hecho permiten la extracción parcial del niño de la madre para poner fin a su vida, de modo que cuente como un aborto para quienes esperan demasiado tiempo para un aborto “normal”. Tal vez el autor tenía en mente algún método de aborto raro u oscuro, pero parece que está describiendo el aborto por nacimiento parcial, que sigue estando sujeto a una prohibición federal que lo hace ilegal en todo Estados Unidos. Véase: S.3 – Partial Birth Abortion Ban Act of 2003

[ii] https://data.guttmacher.org/states/

[iii] https://www.guttmacher.org/2024/03/despite-bans-number-abortions-united-states-increased-2023

[iv]  https://www.wsj.com/articles/lets-talk-about-the-black-abortion-rate-1531263697?msockid=2fe0aed392d664f11b30bdf6934565ef

[v] https://www.pewresearch.org/religion/fact-sheet/public-opinion-on-abortion/

[vi] https://www.worldometers.info/abortions/

Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek

Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek recursos


Tony Williams actualmente cumple 20 años como oficial de policía en una ciudad del sur de Illinois. Ha estado estudiando apologética en su tiempo libre durante dos décadas, desde que una crisis de fe lo llevó al descubrimiento de una evidencia vasta y cada vez mayor de su fe. Tony recibió una licenciatura en Estudios Universitarios de la Southern Illinois University en 2019. Su carrera en la aplicación de la ley le ha proporcionado una valiosa perspectiva de los conceptos de verdad, evidencia, confesión, testimonio, competencia cultural, moralidad y, sobre todo, la imperiosa necesidad de Cristo en las vidas de los perdidos. Tony planea realizar estudios de posgrado en apologética en un futuro cercano para agudizar su comprensión de las diversas facetas de la apologética cristiana.

Traducido por Fausto Castro

Editado por Wendy Rodas

Fuente Original del Blog: https://bit.ly/4faZKsc

 

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