¿Es malo dudar?

Por Sherene Khouri

En la era del pensamiento crítico, muchas personas dudan de sus creencias. Las iglesias enseñan dogmas y presentan su fe como cierta, como si no hubiera lugar para la duda. Los sectores secular y científico están intrínsecamente ligados a la duda. Claude Bernard, padre de la fisiología moderna, afirma que el escéptico es «el verdadero científico; duda de sí mismo y de sus interpretaciones, pero cree en la ciencia»[i] ¿Pueden coexistir la fe y la duda? ¿No son dos extremos del espectro? ¿La duda es buena o mala? Este artículo intentará responder a estas preguntas.

Los cristianos suelen percibir la duda como algo malo. Muchos pastores animan a sus congregaciones a creer sin más, citando versículos como Mt 17:20, Mc 4:40. Probablemente el versículo más citado es cuando “Respondiendo Jesús, les dijo: En verdad os digo que si tenéis fe y no dudáis, no solo haréis lo de la higuera, sino que aun si decís a este monte: «Quítate y échate al mar», así sucederá. Y todo lo que pidáis en oración, lo recibiréis, si tenéis fe” (Mt 21:21 LBLA). Este articulo no está escrito para refutar tales sermones, sino para ayudar a aquellos que están luchando con la duda a revisar el tipo de duda que están experimentando y encontrar descanso en su duda sin perder su fe o practicar la fe ciega.

Debido a la imagen negativa de la duda, muchas personas piensan que forma parte de la naturaleza caída del hombre; por lo tanto, los creyentes deberían deshacerse totalmente de ella y dejar de cuestionar su fe. Pero la cuestión que se plantea aquí es: ¿Es siempre mala la duda? Anne Fagot-Largeault afirma: «La diferencia entre el escepticismo dogmático y la duda científica es que el escéptico duda para siempre, mientras que para el científico la duda es temporal, una suspensión del juicio que evita llegar demasiado rápido y erróneamente a una conclusión». Es un pasaje difícil que hay que atravesar”[ii] Esta distinción permite pensar que puede haber distintos tipos de duda, y que algunos de ellos son buenos y saludables, mientras que otros son malos o destructivos.

En la era de las redes sociales y la información no verificada, el escepticismo es cada vez más común. Aunque se puede acceder fácilmente a la información con un solo clic, verificar cada dato a menudo resulta poco práctico. En ciencia, la duda es el punto de partida de cualquier investigación: impulsa la búsqueda de nuevos conocimientos. Sin duda, el progreso científico nunca se habría producido. El mismo principio se aplica a la vida cotidiana. Por ejemplo, si un conductor se acerca a un cruce sin preguntarse si vienen otros coches por ambos lados, aumenta el riesgo de accidente. Un escepticismo sano significa no emitir juicios hasta que se disponga de pruebas suficientes. En medicina, se anima a los médicos a comunicar sus incertidumbres a los pacientes. Incluso una información provisional puede ayudar a los pacientes a realizar cambios significativos en su estilo de vida. Por tanto, la duda no debe considerarse intrínsecamente negativa, sino que hay que aprender a aplicarla con prudencia.

Cuando se trata de religión, la duda suele verse como algo negativo, lo contrario de la fe. Se nos suele decir que los héroes de la Biblia rara vez, o nunca, cuestionaron a Dios. Pero, ¿es eso realmente así? Gary Habermas define la duda como «la incertidumbre con respecto a Dios o a nuestra relación con él»[iii] Divide los tipos de duda religiosa en incertidumbre factual, emocional y volitiva. Llega a la conclusión de que la duda emocional no se identifica con las preguntas de los escépticos, ya que una vez que se responde a la pregunta, la duda desaparece. De hecho, los escépticos emocionales «a menudo piensan que están a sólo un libro más de apologética de resolver su dolor, pero su esperanza momentánea suele ir seguida de nuevo por otro desafío emocional»[iv] Por lo tanto, es muy importante definir qué tipo de duda tiene el creyente. ¿Es objetiva y necesita pruebas? ¿O es emocional, debido al odio subyacente que siente?

En el ámbito del cristianismo, ¿está mal dudar? ¿Está mal dudar de la Biblia, de su historicidad y autenticidad? De hecho, muchos grandes cristianos comenzaron dudando de la verdad y terminaron siendo grandes creyentes después de una investigación exhaustiva. Así surgió el campo de la apologética. Cuando la herejía y las ideas contrarias a la Biblia empezaron a extenderse en el cristianismo primitivo, apologistas como Justina Mártir, Ireneo, Tertuliano y muchos otros defendieron la Biblia utilizando métodos filosóficos e históricos. Más tarde, tras la revolución científica, apologistas como Henry M. Morris, John Lennox y Alister McGrath utilizaron la ciencia para defender el relato bíblico.

Incluso en la Biblia, muchos profetas y apóstoles dudaron de sus creencias. Job y Tomás podrían ser los escépticos más famosos de la Biblia, que se hicieron muchas preguntas revelando una gran duda, sin llegar a la desesperación.

El libro de Job presenta material más que suficiente sobre la expresión de dudas respecto a Dios. La historia básica transcurre así: Dios permitió que Satanás pusiera a prueba a Job, que era un hombre justo y de gran fe (Job 1:6-12; 2:1-7). Sus hijos e hijas murieron en una tormenta. La mayoría de sus criados y su ganado murieron a manos de ladrones. Job mismo sufría dolores, infligidos en todo su cuerpo por llagas (Job 1:13-19; 2:7-8). Incluso su esposa le sugirió que renunciara a su integridad, maldijera a Dios y muriera (Job 2:9). Pero en medio de todo este dolor y sufrimiento, Job se planteó preguntas desgarradoras, expresando su deseo de morir (Job 6: 8-9). Se preguntaba si Dios le oprimía mientras aprobaba las acciones de los malvados (Job 10:3). Exigió a Dios que le dejara en paz (Job 10:20-21) y que dejara de intentar atemorizarle (13:21). En este momento de gran angustia, Job “¡desafió a Dios a un debate (13:3)! Pensó que tenía derecho a exponer su caso y a que Dios le respondiera (13:22). Job quería presentar sus argumentos para justificarse (23:4-5)”[v] Pero Dios guardó silencio (Job 19:7; 30:20). Todas estas parecen ser preguntas emocionales que revelan dudas emocionales. Más tarde, Job se arrepintió, pero siguió haciendo buenas preguntas. La pregunta más importante que hizo fue: “Pero, ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar del entendimiento?” (Job 28:12, 20).  La conclusión factual a la que llegó Job radica en lo que Dios dijo al hombre: «He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y apartarse del mal es la inteligencia» (Job 28:28). El libro de Job nunca nos reveló por qué sufría, pero Job «se dio cuenta de que sabía lo suficiente acerca de Dios como para confiar en Él en aquellas cosas que no comprendía (42:1-6[vi].

En Juan 20, en un relato de las apariciones de Jesús tras la resurrección, Tomás se gana el título de «Tomás el incrédulo» al declarar: « Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré.» (Juan 20:25). Más tarde, Jesús se aparece a los discípulos e invita a Tomás a mirar y tocar sus heridas. Era una invitación a investigar y creer. Tomás no pecó en su acto de duda, pero perdió las bendiciones de Jesús para los que creyeran sin ver (Juan 20:29). Como afirma Habermas,

«El caso de «Tomás el incrédulo” (Jn. 20:24-29) es probablemente el ejemplo más conocido de incertidumbre en el Nuevo Testamento. Tomás quería ver a Jesús resucitado con sus propios ojos antes de creer. Aunque Jesús le proporcionó la prueba solicitada, también lanzó una leve reprimenda a su apóstol. Hubiera sido mejor que Tomás hubiera creído en el testimonio de los otros apóstoles que le informaron de que habían visto a Jesús vivo”.[vii]

La Biblia nunca dijo, sólo cree y no exijas respuestas. Jesús dijo: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.» (Mt 7: 7). En un momento de duda, haz preguntas, investiga y ora. Jesús no rehuirá el uso de pruebas para responder a las dudas. Esto es lo que enseña la Biblia.

No toda duda es condenada, y no toda pregunta es considerada pecaminosa. En la Biblia, algunas dudas son reprendidas; sin embargo, Dios honra el arrepentimiento, como en el caso de Job. Dios permite la expresión honesta de los sentimientos, aunque sea inapropiada o falsa. Pero esto no significa que tengamos vía libre para culpar a Dios de lo que nos ocurra. Hay una gran diferencia entre las preguntas sinceras y espontáneas y una actitud persistente que desafía el carácter de Dios. Creyentes como Job crecieron durante sus tiempos de duda. Incluso hoy, aunque la incertidumbre puede tener sus desventajas, también puede enseñarnos lecciones valiosas, incluso esenciales.

[i] Bernard, Claude. Introduction à L’étude de la Medicine Experimental (Introduccion a la medicina experimental.” (1865). https://classiques.uqam.ca/classiques/bernard_claude/intro_etude_medecine_exp/intro_etude.html

[ii] Anne Fagot-Largeault, extraído de: https://www.canalacademies.com/emissions/institut-de-france/rentree-des-academies/le-doute-seance-de-rentree-solennelle-2010-des-cinq-academies.

[iii] Gary Habermas, “Dealing with Emotional Doubt,” in Passionate Conviction: Modern Discourses on Christian Apologetics (Convicción apasionada: Discursos modernos sobre apologetica cristiana) (Nashville: B&H Publishing Group 2007), 55.

[iv] Ibid., 56.

[v] Gary Habermas, The Thomas Factor: Using Your Doubts to Draw Closer to God (El factor Tomas: Usando tus dudas para acercarte a Dios) (Broadman & Holman: Nashville, TN, 1999) https://www.garyhabermas.com/books/thomas_factor/thomas_factor.htm.

[vi] Ibid.

[vii] Ibid.

Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek

Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek recursos


Sherene Khouri nació en una familia religiosamente diversa en Damasco, Siria. Se convirtió en creyente a los 11 años. Sherene y su esposo fueron misioneros en Arabia Saudita. Su casa estaba abierta para reuniones, y estuvieron involucrados con los locales hasta que el gobierno supo de su ministerio y les dio un aviso de tres días para abandonar el país. En 2006, regresaron a Siria y comenzaron a servir al Señor con el ministerio internacional RZIM. Viajaron por toda la región del Medio Oriente: Turquía, Jordania, Egipto, Líbano, Siria y Emiratos Árabes Unidos. Sherene también participó activamente en su iglesia local con los jóvenes, los adultos jóvenes y el ministerio de mujeres.

En 2013, estalló la guerra civil en Siria. El auto de Sherene y su esposo fue vandalizado tres veces, y tuvieron que emigrar a los Estados Unidos de América. En 2019, Sherene se convirtió en ciudadana estadounidense. Actualmente, Sherene es profesora asistente en Liberty University, donde enseña clases de árabe, religión e investigación. Sherene tiene un doctorado en Teología y Apologética, una maestría en Apologética Cristiana de Liberty University y una licenciatura en Estudios Bíblicos del Moody Bible Institute. También está cursando una Maestría en Teología en Estudios Globales en Liberty University y una Maestría en Árabe y Lingüística en PennWest University.

Traducido por Jennifer Chávez

Editado por Wendy Rodas

Fuente Original del Blog: https://bit.ly/47SxNEW

 

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