Un clip del líder de skillet, John Cooper, ha estado circulando por las redes sociales. En él, se oye Cooper decir “Es tiempo de declarar la guerra a la idolatría del movimiento cristiano de deconstrucción”

Y así nada más, la comunidad cristiano se dividió.
Un grupo de personas afirman que Cooper está causando más daño a los cristianos que ya se encuentran teniendo problemas con su fe. Otro grupo de personas están apoyando a Cooper por tomar una postura contra los llamados “movimientos cristianos de deconstrucción” ¿de qué se trata?
¿A qué nos referimos con el movimiento de deconstrucción?
El proceso de deconstrucción suele ser lo siguiente: un influyente, autoproclamado cristiano anuncia a su miles/millones de fans que no tienen que creer en la fe sobre la que se construyeron sus carreras. A través del proceso de “deconstrucción”, ahora se dan cuenta que las preguntas X, Y y Z no tienen buenas respuestas ( normalmente cosas que los teólogos han discutido por cientos de años). Debido a esta percepción de falta de respuestas (y normalmente acompañado por historias de “dolor” que han visto dentro de la iglesia), no pueden llamarse a sí mismos cristianos o confiar en la biblia. Todo se trata de un Jesús, pero sienten la necesidad de disculpar a todas las personas que tal vez hayan lastimado anteriormente cuando estaban adheridos a los principios bíblicos.
Hay otra palabra para este fenómeno. Se llama apostasía o desconversión y no es algo nuevo. Desde el inicio de la cristianidad, hemos visto algunas personas que han apostatado (es decir: se alejaron) de la fe. La iglesia primitiva lidiaba con esto en la primera generación del cristianismo (2 Timoteo 4:1, 2 Pedro 2:20-22, 1 Juan 2:19 y más…).
Pero hablamos más que un proceso aquí; Hablamos de un movimiento genuino. Si tuviera que desglosarlo, diría que un movimiento consiste en: 1) un grupo de personas que 2) viajan juntas 3) con propósito en común y 4) gana adeptos. La nueva categoría de “deconstrucción cristiana” encaja con este criterio.
No solo son personas cuestionando los principios de la fe, sino que se encuentran en comunidad con otros que hacen lo mismo. Ese es el punto de adoptar la etiqueta: les da un grupo al que pertenecer.
Algunas veces se ven ellos mismos como los únicos suficientemente audaces para cuestionar las enseñanzas cristianas tradicionales. Y cuando se reúnen con otros quienes se cuestionan como ellos mismos, unen sus brazos y se abrochan juntos. Y como cualquier movimiento, aquellos quienes fervientemente abrazan la etiqueta están tratando de conseguir a otros para que se unan a ellos en la búsqueda – en este caso, mediante anuncios vocales y públicos de deconstrucción intentan evangelizar a los oyentes hacia el club.
¿Qué cuestionan realmente los deconstructivistas?
Gran parte de esto se reduce al problema de la elección de palabras y el robo lingüístico. Clásicamente la deconstrucción implica una visión postmoderna del lenguaje. Niega que un texto tiene algún significado objetivo o,si lo tiene, que el significado pueda conocerse objetivamente ( ver capítulo 8 de “Mama Bear Apologetics”). Esto se traduce directamente en cómo una persona lee la Biblia.
Una vez dudas en conocer lo que la Biblia dice realmente, muy pocas personas están dispuestas en tomarse el tiempo a “reconstruir” su fe de acuerdo a lo que la Biblia enseña. Es un círculo vicioso.
Las persona que adoptan el banner de la deconstrucción a menudo niegan (al menos al principio) que están siguiendo un deconstruccionismo clásico. Afirman que su objetivo principal es una fe más pura, una vez despojado de “la tradición de los hombres” que Jesús denunció en Marcos 7:8. Son como los reformadores o como se llama ahora a los reformistas: “ los deconstruccionistas originales”
“Mama Bears” dice que esto no es cierto ( o posible) y esta es la razón. Primero, cualquier cosa que suponga que la biblia tenga un significado original al que debemos volver es, por definición, lo contrario del deconstruccionismo. La filosofía deconstruccionista afirma que el significado y el texto están separados y son subjetivos.
Segundo, afirmando rechazar el deconstruccionismo clásico al tiempo que redefinen la palabra deconstruccionista para incluir la reforma ¡ es en sí mismo un movimiento deconstruccionista clásico! Trata el significado de las palabras como moldeables a los caprichos subjetivos de la persona. Este es literalmente el primer paso en el clásico, postmoderno, movimiento deconstruccionista de Jacques-Derrida del que intentan distanciarse. Una persona puede no saber que ese es el camino que está recorriendo, pero lo está haciendo. El fin de ese camino es el relativismo, amigos, no es una fe más “pura”.
Por qué debemos tener cuidado con nuestra identificación
Las palabras que usamos importan. Las identidades que decimos sobre nosotros mismos importan. Entiendo por qué algunas personas se sintieron ofendidas por los comentarios de Jhon Cooper. Com uno de mis queridos amigos dijo:
“Cuando alguien dice que están declarando la “guerra” a un movimiento, la gente que compone un movimiento o están considerando ideas de ese movimiento es razonablemente probable que se siente percibida como enemigo”.
Hay una solución simple a este problema, y no debemos tener miedo de decirlo: no pretendas ser parte de un movimiento que siempre (hasta hace poco) se ha asociado con la deconversión, apostasía, y rebelión contra Dios. No te irá bien.
Sé un cristiano luchador. Sé un cristiano que cuestiona. Sé una oveja herida si eso es lo que eres. Pero cuando empieces a marchar baja la identidad de “cristiano deconstruido” estas asumiendo el peso que conlleva esa palabra. Sería como decir, “soy un lobo, y por lobo quiero decir; soy un cristiano luchador que necesita cuidados y compasión”. Solo porque cambiaste la definición, no quiere decir que todos los demás necesitan usar una palabra diferente para denunciar a los lobos. O que la Biblia hace daño al advertir a los cristianos contra los lobos (Lucas 10:3, Hechos 20:29)
¿Cómo abordas a un niño que piensa que está “deconstruyendo” su fe?
Queremos ser cariñosos con los que luchan en la fe y debemos implicarnos activamente para ayudar a “arrebatarlos del fuego”(Judas 1:22-23), entonces, ¿Qué podemos hacer como padres?
- Permita el procesamiento verbal ( lo bueno, lo malo y lo feo)
Lo primero que hay que hacer es hacerles preguntas y escucharlos – sin juzgar. Esto quiere decir que pueden decir cosas que no tienen sentido. Déjelos decir cosas sin sentido. Como saben los procesadores verbales, algunas veces necesitas quitar un montón de cosas que en realidad no son el tema para al final destapar el tema real.
- No te detengas en la fase de conversación
Como mencioné anteriormente, a menudo las personas ni siquiera están seguras de cuál es el verdadero problema. ¿Y quién sabe cuánto tiempo tomará destapar el problema verdadero? Un niño puede enumerar todo lo que escuchó en un podcast como sus “razones” antes de descubrir la raíz del problema, sobre lo rechazado que se siente de sus compañeros en el grupo de jóvenes. O cuán lastimado están por el divorcio de sus padres. O cuán enojados están ante una oración sin respuesta.
- Haz preguntas aclaratorias
En algún punto, los sinsentidos deben ser abordados. La descarga cerebral inicial no es el momento. Después de que ellos empiecen a sentir alivio al sentirse capaz de expresar sus dudas, entonces puedes empezar de manera gentil a realizar preguntas aclaratorias (recuerda 1 Pedro 3:15 no solo dice presentar defensa, dice que lo hagas con delicadeza y respeto)
- No estar de acuerdo con sus definiciones erróneas o nueva identidad
Si ellos dicen que están deconstruidos, está bien preguntarles lo que quieren decir con eso. si solamente están cuestionando, entonces recuerdeles, “ parece que tienes preguntas ¿te importa que utilicemos la palabra “cuestionar” para referirnos a lo que te pasa para que no te metas accidentalmente en el mismo saco que una palabra que tiene mucha carga? O quizás sean “ovejas heridas”, o quizá son cristianos que luchan y tienen problemas para someter sus deseos a la autoridad de Dios. Cualquier que sea el problema, lo que importa es cómo se identifican.
La verdad es que las palabras no carecen de sentido. Jesús mismo se llamó “La palabra hecha carne” Nuestros enemigos son como león rugiente, viendo a quién devorar. Le encantaría que asumiéramos una nueva identidad y marchamos bajo su bandera aunque no sepamos lo que hacemos. Mientras más sus hijos se identifiquen como “deconstructor” más se interesarán por las conclusiones a las que han llegado los otros deconstruccionistas.
No podemos responder todas las preguntas que tienen. Pero al menos podemos evitar que asuman una identidad que, en la mayoría de los casos, sirve para alejarlos de la fe. E incluso más podemos contribuir a que no se sientan atacados cuando los cristianos se pronuncian contra los males de la deconstrucción.
Recursos recomendados en Español:
Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek
Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek recursos
Hillary Morgan Ferrer es la fundadora de Mama Bear Apologetics. Es la autora principal y editora de Mama Bear Apologetics: Empowering Your Kids to Challenge Cultural Lies y Mama Bear Apologetics Guide to Sexuality: Empowering Your Kids to Understand and Live Out God’s Design. Hillary tiene un máster en Biología y lleva 17 años casada con su marido, el Dr. John D. Ferrer. No dejes que cocine para ti. Te quemará la casa hasta los cimientos.
Traducido por Walter Almendras
Editado por Yatniel Vega