¿No me crees? Confírmalo tú mismo

Por Andrew Cowley Cuando tenía 14 años, negaba públicamente (y con sinceridad) la existencia de Dios.  Estaba totalmente convencido de que Dios no existía y que los que creían en Dios eran ilusos, poco inteligentes, ingenuos y emocionalmente débiles. Creer en Dios era cosa de cuentos de hadas, —no algo intelectual o racional.  Como ateo,…
Leer más