¿QUÉ ES LA LÓGICA?
La lógica es la disciplina que estudia los métodos y principios que se usan para distinguir el razonamiento bueno (correcto) del malo (incorrecto).
EL ARGUMENTO
Antes de entrar en el tema de la argumentación, reconozcamos primero algunos términos que son utilizados en la práctica de la lógica:
Inferencia. Proceso por el cual se llega a una proposición y se afirma sobre la base de una o más proposiciones. La relación entre las proposiciones es vital para no incurrir en una mala inferencia.
Enunciado. Entidad lingüística conformada por palabras.
Proposición. Información contenida en un enunciado que es verdadera o falsa, distinguiéndose así de las preguntas, órdenes y exclamaciones.
Argumento. En el sentido filosófico, es un conjunto de proposiciones que sirven de premisas que conducen a una conclusión.
Premisa. Proposición aseverada o supuesta que sirve de apoyo o razón para aceptar la conclusión de un argumento.
Conclusión. Es la proposición aseverada con base en otras proposiciones (premisas) del argumento.
Dicho esto, es importante mencionar cuatro puntos con respecto a las premisas y conclusiones de un argumento.
1. Un argumento puede consistir únicamente en una premisa y una conclusión. Ejemplo:
Puesto que el hombre tiene la facultad de pensar, pero está sujeto a sus necesidades animales, de ahí qué, no sea completamente libre.
Premisa: Puesto que el hombre tiene la facultad de pensar, pero está sujeto a sus necesidades animales.
Conclusión: De ahí que, no sea completamente libre.
2. Las premisas y la conclusión no tienen un orden estricto en el discurso. En cualquier discurso, uno puede encontrar que la premisa precede a la conclusión, que la conclusión precede a la premisa, que la conclusión se encuentra entre las premisas o a veces ambas se pueden encontrar en el mismo enunciado. Ejemplo:
Las mascotas rescatadas de la calle son más apegadas que las que no. Esto es así, porque tienen en la memoria el que el rescatador los haya sacado de la miseria a cambio de un hogar.
Premisa: [Los animales rescatados] tienen en la memoria el que el rescatador los haya sacado de la miseria a cambio de un hogar.
Conclusión: Las mascotas rescatadas de la calle son más apegadas que las que no.
3. Los términos “premisa” y “conclusión” son relativos. A veces la conclusión de un argumento puede servir de premisa para otro. Ejemplo:
- Todo lo que Dios enseña es verdad.
- Evidencias históricas, profecías y otras evidencias muestran que Jesús es Dios.
- Por lo tanto, lo que Jesús enseña es verdad.
Aquí la proposición (3) es la conclusión y las proposiciones (1) y (2) son sus premisas. Pero en el siguiente argumento la conclusión anterior es una premisa:
- Lo que Jesús enseña es verdad.
- Jesús enseñó que las Escrituras son la inerrante Palabra de Dios.
- Por lo tanto, las Escrituras son la palabra inerrante de Dios.
4. Una proposición considerada de forma aislada, no es una premisa ni una conclusión. La proposición será una premisa cuando sea el supuesto de un argumento, y será una conclusión solo cuando aparezca en un argumento fundamentándose en otras proposiciones.
Discursos que contienen varios argumentos
Está claro que existirán pasajes o discursos que contendrán varios argumentos, por lo que el lector deberá prestar atención al número de conclusiones que contenga el pasaje, ya que, como hemos visto, a veces una sola premisa puede servir de apoyo para dos conclusiones distintas, la conclusión puede encontrarse en medio de las premisas o una conclusión puede servir de premisa para otro argumento. Es recomendable siempre extraer los argumentos del discurso y estructurarlos en su forma lógica utilizando el método que mejor le convenga (enumerar las proposiciones, usar diagramas, restructurar todo el pasaje de forma ordenada, etc.).
¿QUÉ SE HACE PARA TENER UN BUEN ARGUMENTO?
Los argumentos pueden ser deductivos o inductivos:
Argumento deductivo. Aquél cuyas premisas garantizan la veracidad de su conclusión. Ejemplo:
- Todos los políticos son corruptos.
- El diputado S es político.
- Por lo tanto, el diputado S debe ser corrupto.
Argumento inductivo. Aquél cuyas premisas solo ofrecen cierto apoyo a la conclusión (hacen que sea más probable que otras). Ejemplo:
- La pantalla se descompuso luego del apagón en la colonia.
- La computadora se descompuso después del apagón.
- Es probable que continúen averiándose artefactos en la casa.
Para que un argumento sea bueno, primero dependerá de si es deductivo o inductivo.
El Argumento Deductivo
Existen al menos cinco criterios para que un argumento deductivo sea bueno.
1. Un buen argumento debe ser formalmente válido. Cuando hablamos de la validez formal de un argumento, nos estamos refiriendo a su estructura lógica; es decir, la conclusión debe derivarse de las premisas de acuerdo con las reglas de la lógica (las cuales abordaré en el siguiente blog).
Cuando un argumento no está estructurado correctamente, que la conclusión no se siga por medio de ninguna regla lógica, se dice que es inválido, incluso si la conclusión resulta ser verdadera. Por ejemplo,
- Si Juan recibe un “10” en filosofía, va a estar orgulloso de su trabajo.
- Juan está orgullosa de su trabajo.
- Por lo tanto, Juan obtuvo un “10” en filosofía.
Aunque todas las proposiciones de este argumento sean verdaderas, (3) no se sigue lógicamente de (1) y (2), por lo que este es un argumento inválido. A partir del conocimiento de (1) y (2), no se puede saber que (3) también es verdadera.
2. Un buen argumento debe ser informalmente válido. Cuando hablamos de la invalidez informal de un argumento, éste no tiene que ver con la estructura lógica del mismo, sino con aquellos errores del razonamiento (falacias) que, sin romper ninguna regla lógica, provoca que el argumento sea malo. Ejemplo:
- Si la Biblia es la Palabra de Dios, entonces es la Palabra de Dios.
- La Biblia es la Palabra de Dios.
- Por lo tanto, la Biblia es la Palabra de Dios.
Este es un argumento lógicamente válido, pero asume lo que tiene que demostrar y por lo tanto no prueba nada nuevo.
3. Las premisas en un buen argumento deben ser verdaderas. Un argumento puede ser formal e informalmente válido, y, sin embargo, llevar a una conclusión falsa porque una de las premisas es falsa. Por ejemplo,
- Todos los mamíferos tienen alas.
- La ballena es un mamífero.
- Por lo tanto, la ballena tiene alas.
Este es un argumento lógicamente válido, pero la premisa (1) es falsa. Hay mamíferos que no tienen alas. Por lo tanto, éste no es un buen argumento para la verdad de la conclusión.
4. Un buen argumento tiene premisas que son más plausibles que sus contradictorias o sus negaciones. Pedir certeza absoluta para la verdad de una premisa nos llevaría al escepticismo.
5. La conjunción de las premisas deben ser más plausibles que su negación. La probabilidad de la conjunción de las premisas del argumento solamente establece una probabilidad mínima de la conclusión. La probabilidad de la conclusión del argumento no puede ser más baja que la probabilidad de la conjunción de las premisas del argumento.[1] Así que, si las premisas combinadas de un argumento deductivo válido tienen una probabilidad de >50%, entonces la conclusión tiene una garantía de al menos >50%, por lo que debemos creerla.
Un argumento que cumpla con todas estas condiciones será un argumento sólido.
Bibliografía Recomendada:
Irving M. Copi y Carl Cohen, Introducción a la Lógica.
J. P. Moreland y W. L. Craig, “Logic and Argumentation” en Philosophical Foundations for a Christian Worldview Second Edition.
Nota
[1] Para un mayor desarrollo de este punto, ver “Natural Theology and the Uses of Argument” por Timothy McGrew y John Depoe, en Philosophia Christie 15/2 (2013) 299-309.
Jairo Izquierdo Hernández es el fundador de Filósofo Cristiano. Actualmente trabaja como Director de Social Media para la organización cristiana Cross Examined. Es miembro en la Christian Apologetics Alliance y ministro de alabanza en la iglesia cristiana bautista Cristo es la Respuesta en Puebla, México.