Por Andrea Díaz
Estamos en las primeras semanas del estreno de Barbie, el fenómeno cultural que ha causado una gran conversación a nivel mundial. Siendo lo más objetiva posible, la película se podría percibir como entretenimiento inofensivo y cómico por algunos e increíblemente polarizante para otros, pero lo que más me llama la atención es entrar a ver cómo el internet está lleno de mujeres tomando consejos de vida e instrucción filosófica en esta película. Estoy consciente que una película taquillera de Hollywood obviamente no va a dar consejos ni conceptos teológicos acertados, pero llegar al punto de verse reflejada en la historia de un juguete de plástico me parece un síntoma de una sociedad que busca llenar vacíos existenciales con cosas cada vez más absurdas. Incluso encontré varios posts virales señalando el mensaje de Barbie como el más esperanzador de la historia (¡Ayúdanos Padre!).
Mi intención detrás de escribir esto, no es hacer una reseña de la película (porque el internet ya está plagado de eso), sino exponer algunos mensajes claves que se comunican en ella y que como cristianos vale la pena discutir y aprovechar para hacer eco del evangelio, creando puentes entre las personas y Dios. Esa es la finalidad que todo cristiano que busca reflejar a Cristo debería tener con todo lo que hace.
Entre todos los temas expuestos en esas 2 horas de comedia satírica, posiblemente se me haría demasiado extenso incluir todo, por eso voy a concentrarme solo en tres de los temas importantes que encontré reflejados en la cinta y que también se evidencian en las reacciones y actitudes que ha tomado el público.
-Empoderamiento feminista
-Victimismo tóxico
-Falta de identidad y significado en la vida.
El único y verdadero empoderamiento
El mensaje que ha transmitido Barbie desde que se creó es decirle a las niñas “Puedes ser lo que quieras ser”. Hasta cierto punto es un consejo que podría ser válido para cualquier persona, no solo mujeres, en el contexto de elegir una carrera profesional. El problema está cuando esta frase se convierte en un martillo para aplastar la dignidad de los hombres o para pisotear los valores familiares con la excusa de que estas siendo auténtica y persiguiendo tus sueños. También encontré incomodo cómo se reflejan las madres en esta película: raras, locas, deprimidas, ansiosas y con pensamientos que rayan en lo suicida. Me dio la impresión de que en realidad lo que quieren decir es: puedes ser todo los que quieras ser, pero no debes querer ser madre o buena esposa porque eso es oprimirse y disminuir el intelecto. No hay espacio en el mundo de Barbie para un amor verdadero y sacrificial hacia los hijos o tu pareja. Para el mundo Barbie es más importante tu realización personal que las personas que te aman.
Aquí es donde el significado del empoderamiento feminista comienza a venirse abajo y solo refleja una distorsión de pensamiento. Por el estado en que está la sociedad, claramente ser una “mujer empoderada” no es la solución. El concepto de empoderamiento que la cultura promueve es una mujer que puede sostenerse sola, sin dependencias emocionales ni económicas de un hombre, que además está completamente segura de su belleza y cómoda con su cuerpo. Pero la realidad es que ni aún teniendo riqueza material, ni belleza física, ni todas esas cosas que el mundo percibe como importantes son capaces de satisfacer completamente el vacío existencial que todo ser humano tiene. Es una realidad que la constante búsqueda de sentirse realizadas y cumplir sueños es mental y espiritualmente agotador. Hay una sola fuente que puede darnos la plenitud y la paz mental que las mujeres necesitamos para vencer la autoexigencia de querer ser la más admirada y amada: Jesús.
El único poder invencible que existe es el amor verdadero, uno que paga el precio con su vida con tal de salvar a su ser más preciado de la perdición. ¿Que otro ejemplo más claro de este amor que Jesús? Para que nuestra victoria sea absoluta y permanente en nuestra vida debe ser por medio de Cristo, quien nos ha amado con amor eterno. (Romanos 8:35-37). El amor de Cristo por nosotros es lo único capaz de darnos un empoderamiento real sobre nuestras debilidades y carencias en este mundo.
El victimismo es el verdadero opresor
(Alerta: posible Spoiler)
Hay una escena en la película en donde América Ferrera, que hace el papel de una mamá que trabaja en Mattel y ayuda a Barbie a eliminar el poder del patriarcado en Barbieland, da un discurso que comienza con “¡ES LITERALMENTE IMPOSIBLE SER MUJER!”, luego procede a quejarse de todos los estándares a los que las mujeres son sometidas. La carga emocional de este discurso es tanta que ha logrado causar un impacto en casi todas las mujeres que han visto la película. Aunque tiene algunas verdades, en su mayoría son cosas superficiales y considero que el espíritu del discurso posiblemente sea la raíz del problema del feminismo tóxico que está impregnado actualmente en esta sociedad globalizada. Como mujer, tendría que haberme sentido escuchada e identificada con este discurso, pero en realidad al analizarlo encontré una tendencia victimista. Mi sentido de lógica me causa un rechazo a este discurso porque si nos ponemos a analizar el contexto de la sociedad norteamericana en donde se desarrolla la película, es la sociedad en donde las mujeres tienen mayores libertades en el mundo. Incluso en la película, el discurso viene de un personaje que tiene una vida privilegiada, tiene casa, una familia, un esposo y un buen trabajo, entonces me cuesta mucho trabajo empatizar con ella cuando conozco personalmente mujeres que han sufrido abuso físico real, han vivido en extrema pobreza y aun así han podido sacar adelante familias enteras solas por la gracia y misericordia de Dios.
Una persona que encuentra a Cristo no vive como víctima de la sociedad, ni oprimida por sus circunstancias. En Cristo, debemos ser libres de la mentalidad victimista a la que esta sociedad feminista ha llegado.
Si algo podemos aprender de la guerra entre los sexos que vivimos culturalmente, es que necesitamos dejar de culparnos unos a otros de nuestros problemas. Debemos entender que estamos en un mundo caído y que una de las herramientas que Satanás usa para mantenernos oprimidos y en guerra unos con otros es hacernos creer que la culpa es de todo lo externo; llámese el sistema, la cultura, el patriarcado, cualquier nombre que le quieran poner, con tal de ignorar nuestro problema más profundo: somos pecadoras y necesitamos una fuerza fuera de nosotras mismas e incluso fuera de los conceptos humanos para remediarlo.
El verdadero significado de la vida
Cuando un cristiano entiende que Jesús murió por nuestros pecados en la cruz, la vida cobra un significado más profundo que solo existir y luego morir. Incluso nos da una identidad más allá de solo ser mujer u hombre. Nos quita la necesidad de sentirnos identificados con nuestra profesión, nuestros talentos o nuestra capacidad intelectual.
Uno de los mensajes centrales de toda la película es que ser mujer es lo mejor que existe. Según Barbie nosotras las mujeres somos TODO, y todas podemos ser como Barbie, y celebrar el hecho que somos mujeres. El problema está en que en la cultura actual ni si quiera han podido definir lo que es ser una mujer. Los hombres también pueden ser mujeres si así lo desean, según el mensaje que nos quieren vender. Entonces, ni si quiera poner nuestra identidad en nuestro género tiene un sentido que nos da plena certidumbre y propósito de vida.
El único que puede saber el propósito de la humanidad y para qué nos puso como individuos en este mundo es el mismo Creador de la vida: Dios. Para poder comunicarnos esa verdad y Su propósito para nosotros, Él se hizo hombre y participó en la historia de la humanidad en la vida de Jesús (ver Juan 1: 1-18)
Jesús dijo estas palabras para demostrarnos por qué Su Vida y su mensaje nos debe importar más que cualquier ideología, religión o filosofía que pueda ofrecernos este mundo:
“—Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí”
Juan 14:6
En otras palabras, Jesús es la respuesta a cualquier persona que esté en búsqueda de La Verdad, o que se sienta perdido y sin rumbo en la vida o que desee encontrarse con el verdadero Dios Creador del universo tanto en esta vida terrenal como en la eternidad.
Conclusión
Por mucho que Hollywood quiera vendernos la idea que no necesitamos a nadie más que nosotros mismos, y nos quiera distraer de la realidad con entretenimiento pasajero, en el fondo siempre sabremos que es una gran mentira. Los humanos vivimos deprimidos, ansiosos, cansados, en constantes guerras no solo culturales, si no políticas, económicas y de todo tipo. La esperanza de este mundo no es Barbie y su mensaje, la esperanza es Cristo y su mensaje a la humanidad. Dios nos ama y nos llama a ser hijos de un reino más poderoso que cualquiera que haya en este mundo. Un reino de amor, unidad y que es Eterno. Solo en Cristo puede existir verdadera unidad. En Cristo no hay desigualdad entre hombres ni mujeres, ni entre razas, ni posiciones sociales (Gálatas 3:28), porque todos somos dignos ante los ojos de Dios porque fuimos creados con el propósito de vivir en armonía y reconciliarnos con Él.
Recursos recomendados en Español:
Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek
Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek
Andrea Diaz ha sido Diseñadora Gráfica y especialista en Branding de profesión que ha trabajado para varias empresas en el area de Marketing Digital y Redes Sociales hasta que decidió perseguir su llamado a utilizar su creatividad en servicio de Cristo, luego de haber sido entrenada en Teología y Apologética. Habiendo servido por años en el ministerio de alabanza, encontró su más grande pasión proclamando el Evangelio por medio del arte y la música, así como también equipando a jóvenes a defender su fe en medio de la cultura secular con CrossExamined.org