Por John Ferrer
¿Ya has hablado con Jesús hoy? No, no me refiero a tus oraciones matutinas. Me refiero a la nueva aplicación Text-With-Jesus (Mensajes de Texto con Jesús). Se trata de una aplicación descargable para teléfonos inteligentes que te pondrá en una conversación por mensajes de texto con una simulación de Jesús y otros personajes bíblicos. Básicamente, estás hablando con un robot programado para decir cosas que esperarías oír de Jesús, Jonás, Moisés, Mateo o incluso del mismo Satanás. La aplicación es gratuita, pero por 2,99 dólares puedes comprar el acceso al personaje de Satanás y conversar con una versión de la inteligencia artificial (IA) del mismísimo Lucifer. Supongo que no debería sorprendernos que la versión basada en la gracia (gratuita) incluya a Jesús, pero tienes que vender un poco de tu alma para hablar con el príncipe de las tinieblas.
¿Estarán siendo en ésta APP, unos oportunistas de la tecnología tratando de ganar dinero? Probablemente. ¿Es temeraria y sacrílega? Lo más probable. ¿Te llevará a profundizar en tu camino cristiano? Probablemente no. Pero el Señor obra de maneras misteriosas. En este punto, no estoy seguro de que esta aplicación merezca un comentario extenso, pero plantea algunas preguntas importantes.
1. ¿No tenemos ya bastantes problemas con la identidad?
Esta aplicación alimenta una creciente crisis de identidad. Hubo un tiempo en que la gente adquiría un formidable sentido de sí misma al crecer en hogares tradicionales. Hablo de #TradFam. Aprendían la interacción social, la resolución de conflictos, la cooperación y las normas sociales principalmente a través de su educación familiar y sólo en segundo lugar a través de las escuelas. Tenían padres comprometidos que estaban casados entre sí. Se criaron con hermanos, mascotas y vecinos. Los niños jugaban al aire libre con otros niños. Hacían tareas domésticas. Incluso aprendían oficios en el negocio familiar. Y toda la familia volvía a reunirse en torno a la mesa cada noche. De este modo, innumerables personas aprendían a conocerse a sí mismas mientras cultivaban el respeto mutuo, los valores familiares, la fe, los buenos modales y la ética del trabajo. Así era la crianza socioemocional a la antigua usanza. No era perfecta. Y no era universal. Pero ese modelo de la vieja escuela prevenía mucho de la ansiedad, la inseguridad y el temor existencial que acosan cada vez más a los jóvenes de hoy. Sin tener la culpa, muchas personas no tienen prácticamente ninguna de esas cosas.
Pero tienen un teléfono inteligente. Y con ese teléfono inteligente tienen una dependencia neuroquímica de las redes sociales, el porno y los videojuegos. También tienen la madurez emocional de un niño pequeño, la profundidad espiritual de una bolsa de plástico y la capacidad de atención de un pez dorado. Todo esto significa que cuanta más gente dependa de sus teléfonos como una extensión biónica de sus brazos y dependa de las pantallas para dar forma a su percepción de la realidad, podemos esperar que la gente esté cada vez más confundida acerca de las normas sociales, las normas sexuales, la identidad de género y quiénes son en el mundo. Por no mencionar que la adicción a las pantallas no les hace ningún favor a su fe. El cascarrabias que llevo dentro sopesa cada vez más los méritos de cada innovación tecnológica en función de si nos acerca o nos aleja de nuestros teléfonos inteligentes. Según ese criterio, esta aplicación está llevando a la gente en la dirección equivocada.
2. ¿No estamos luchando ya bastante con la entropía social y relacional?
Partiendo de la primera pregunta, esta aplicación provee personificaciones falsas y potencialmente idolátricas donde la gente debería interactuar con personas reales (Satanás excluido, por supuesto). No necesitas una aplicación para hablar con Jesús. Puedes hablar con él directamente a través de la oración. No necesitas una aplicación para escuchar lo que Mateo, Jonás o Juan el Bautista tienen que decir. Puedes leer la Biblia, o mejor aún, ir a la iglesia y aprender esas cosas dentro de una comunidad espiritual.
Lamentablemente, es posible que habitemos el paisaje social más solitario del que se tiene constancia. Las tasas de matrimonio están en mínimos históricos. Las tasas de natalidad están cayendo por debajo de la tasa de reemplazo. Las tasas de suicidio aumentan. Las tasas de divorcio, aborto, depresión y ansiedad siguen siendo altas. La salud mental está empeorando. Y con todo lo que está pasando, ¿qué hace esta aplicación? Pone una persona falsa donde debería estar una persona real. En lugar de pedir a un amigo, un colega, un pastor o un vecino una palabra de aliento, un versículo de la biblia o una pregunta espiritual, esta aplicación permite (¿apoya?) el aislamiento social. De este modo, podemos buscar respuestas espirituales y apoyo social sin la carga o el riesgo de mantener una relación real con un amigo o vecino que pueda tener su propia opinión o, Dios no lo quiera, ¡no estar de acuerdo con nosotros en algo!
3. ¿Es más innovación o explotación?
Hasta ahora, no he expresado ninguna preocupación grave por esta aplicación. Sin duda, el aislamiento social y los problemas de identidad ya son un gran problema y esta aplicación no ayuda en nada. Pero sospecho que tampoco hará mucho daño, al menos no a gran escala. Esta aplicación podría ser un destello en la sartén, una novedad que desaparece tan rápido como apareció, sin causar ningún daño serio. No espero que la gente se descargue esta aplicación en masa ni que empiece a adorar a un Jesús robot a través de ella. Cualquier idolatría que pudiera introducir, probablemente sería más sutil que eso. Sin embargo, tengo una objeción seria. Esta aplicación parece una forma fácil de explotar a las personas que están desesperadas por una conexión espiritual. Dará a la gente un falso sentido de la espiritualidad, una fachada de comunidad religiosa y un marco artificial para su fe. Además, con la tecnología de IA tendiendo hacia la izquierda, este Mesías artificial está destinado a una deriva liberal-progresista, abandonando la fe cristiana histórica en el proceso. No hay razón para esperar que este Jesús Robot sea ortodoxo, ya que está construido para reflejar a los consumidores, no para dirigirlos. Todo eso significa que Robot Jesús es, en el mejor de los casos, una burla blasfema de nuestro Señor Resucitado. Pero en el peor de los casos, Jesús Robot está destinado a ser un líder de culto progresista, explotando a personas solitarias, aisladas y espiritualmente confundidas que están tan desesperadas por la comunión que la aceptarían de un robot.
Hay mucha gente confinada en casa, enferma, herida, discapacitada, anciana o simplemente poco sociable, y esta aplicación parece un intento equivocado de alimentar sus necesidades espirituales sin una comunidad cristiana.
Si conoces a los tele evangelistas de la época de la televisión, sabrás que muchos de ellos eran estafadores y charlatanes. Los ancianos solitarios y confinados en casa son algunos de los blancos más vulnerables para la farsa de la pantalla. Esa pseudo espiritualidad se alimentaba de personas demasiado confiadas con grandes fondos de pensiones que no podían conducir hacía a una iglesia real. Esta aplicación parece encajar a la perfección en ese modelo. Puede convertir la innovación tecnológica en un nuevo e inteligente modo de explotación espiritual. Aunque la aplicación es de descarga gratuita, hay servicios de suscripción paga que dan acceso a diferentes personalidades generadas por inteligencia artificial. Aunque sólo sean 3 dólares al mes, eso sigue siendo estafar a la gente y darle una falsa sensación de compañerismo cristiano y guía espiritual.
¿Evaluación final?
Por un lado, esta aplicación suena como una tarde de juego. Me imagino a una pandilla de hombres traviesos intentando que Jesús Robot cuente un chiste obsceno o diga algo poco cristiano. Puede que haya oído demasiadas falsas alarmas antes, pero esta aplicación no me parece muy alarmante. Por supuesto que suena como algo a evitar, pero no como evitar una gran amenaza voraz como tiburones y osos. Es más cómo evitar las sobras de un mes en el fondo de la nevera. No hay que alarmarse, simplemente no comerlas y tirarlas. Sí, esta aplicación me parece abiertamente idolátrica: los ídolos pueden ser digitales. Pero la idolatría no es algo nuevo. Un poco de moderación y discernimiento serán más útiles que el alarmismo.
Si te encuentras con ganas de descargar la aplicación y ver si este Jesús robot puede darte algún buen consejo, te recomiendo encarecidamente que no lo hagas. Este sigue siendo un Jesús FALSO. Por lo tanto, es literalmente idolatría. No importa si estás jugando o vas en serio, si tienes buenas o malas intenciones; nadie debería estar jugando con ídolos de ningún tipo. Las advertencias bíblicas contra la idolatría, por regla general, no mencionan las “intenciones” de las personas (Lev 19:4; 1 Juan 5:21; etc.). No importa cuáles sean tus motivos, jugar con ídolos es profundamente estúpido porque es insultar a la autoridad más poderosa, más importante y más alta que existe: Dios mismo. Ah, y por si no lo sabías, la idolatría no tiene una porción lo suficientemente pequeña como para ser segura para el consumo.
La idolatría no tiene una porción lo suficientemente pequeña como para ser segura para el consumo.
Cínicamente, sospecho que la principal clase de clientes de esta aplicación es la persona espiritualmente ingenua, solitaria o confundida que desea los beneficios casuales del cristianismo sin la inversión y el trabajo que conllevan las relaciones humanas. Si esta aplicación logra desafiar las probabilidades -la mayoría de las aplicaciones fracasan miserablemente- y de alguna manera obtiene beneficios o se hace popular, entonces mi predicción es que añadirá características monetizadas que invariablemente explotarán su base de clientes, haciendo más daño espiritual, generando más aislamiento social, individualismo y debilitando la comunidad espiritual. Mientras tanto, sus efectos prácticos serán tibios consejos espirituales que, en el mejor de los casos, son superficiales cumplidos y, en el peor, flagrantes blasfemias.
Personalmente, cada vez que recibo un mensaje automático o un aviso de voz en el teléfono, hago todo lo posible por evitar el sistema robotizado para poder hablar con una persona. Me cuesta imaginar por qué la gente optaría por la falsedad intencionada en forma de Jesús robot cuando en lugar de eso podrían hablar con personas reales que entienden los matices, captan las señales sociales y se preocupan por ti como persona. No necesitas una aplicación, ni siquiera un teléfono inteligente, para hablar con Jesús. Puedes hablar con él directamente en la oración. Y la forma más confiable de saber de Él es leer lo que ha estado tratando de decirte en Su Palabra.
Recursos recomendados en Español:
Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek
Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek
John Ferrer es ministro licenciado por Charleston Southern (BA), Southern Evangelical Seminary (MDiv) y Southwestern Baptist Theological Seminary (ThM, PhD). Su doctorado es en filosofía de la religión, con especialización en ética. Como nueva incorporación a Crossexamined en 2023, John aporta una gran experiencia al equipo, incluyendo debates con ateos, predicación del Evangelio, enseñanza de apologética en escuelas e iglesias, publicación de libros y artículos, y creación de páginas web. John es también profesor del Equal Rights Institute y presidente de Pella Pro-Life en su ciudad natal de Pella, Iowa. Allí reside con su encantadora y brillante esposa Hillary Ferrer, fundadora de Mama Bear Apologetics. Juntos se especializan en apologética cultural con énfasis en la formación apologética basada en la familia.
Traducido por Yatniel Vega
Editado por Mónica Pirateque
Fuente Original del Blog: https://bit.ly/48wp8Wr