En defensa del matrimonio

Por Josh Klein

La lengua es compleja. La lengua es la base de la comunicación social.  El significado de ciertas palabras o frases en un contexto determinado contribuye a la comprensión de la cultura en general. Las palabras, y sus definiciones, son las que organizan la sociedad. Son sobre todo las palabras las que definen las instituciones fundacionales de una cultura. Un lenguaje conciso aporta claridad y orientación a las comunidades, las culturas y los países.

El lenguaje es importante. Es importante definir lo que entiendo por lenguaje. Por lenguaje entiendo simplemente las palabras comunes utilizadas en una cultura y sus significados naturales. No estoy contraponiendo un tipo de lengua (inglés, español, alemán, etc.) a otro. Es dentro de estos tipos de lengua donde encontramos los elementos fundacionales de la sociedad.

Este principio fundamental de organización del lenguaje es el tema central del documental del Daily Wire What is a Woman (Qué es una mujer)[i], en el que el comentarista conservador Matt Walsh trata de establecer una definición de la palabra mujer. En uno de los momentos más interesantes del documental, viaja a Kenia para reunirse con una tribu Mosai y conocer su punto de vista sobre el tema. En esta escena, la definición de las palabras resulta conmovedora. Los Mosai no tienen problemas con lo que es una mujer porque han definido claramente la palabra dentro de su cultura, sin embargo, los activistas de la teoría de género trataron arduamente de definir la palabra más allá de una mera tautología (una definición circular como: “Manzana se define como una manzana”). El punto aquí, es la ambigüedad en nuestra cultura respecto a la definición de mujer, trayendo como resultado natural la confusión. Esta confusión conduce al desmantelamiento de cualquier implicación cultural de la palabra. De hecho, parece borrar el concepto por completo. Cuando la definición de una palabra se vuelve tautológica, llega a ser inútil. (Es decir, si no sabemos qué es una mujer, qué significado tiene si definimos a una mujer como “alguien que es una mujer”).

Ahora debemos decir “persona embarazada”[ii] o “persona que da a luz” para no ofender a quienes adoptan la nueva no-definición de mujer. A medida que esa definición se erosiona, la ciencia le sigue. La ambigüedad lleva a la confusión, la confusión lleva a la inutilidad, la inutilidad lleva a la crisis de identidad que acaba en nihilismo.

No se trata de un problema nuevo para nuestra sociedad progresista. La redefinición del amor [iii]hasta convertirlo en una tautología ha erosionado la confianza en la verdad[iv], ha hecho que la experiencia sexual solo sea cuestión de consentimiento y ha abierto las puertas al poliamor, la zoofilia e incluso la pedofilia. Más recientemente, nuestra cultura ha decidido hacer lo mismo con la palabra matrimonio, y lo que es peor, muchos conservadores simplemente le siguen la corriente.

En 2015 el Tribunal Supremo decidió unilateralmente cambiar la definición de matrimonio[v] y recientemente, el Congreso hizo lo propio ratificando la irónicamente llamada Ley de Respeto al Matrimonio[vi] en la que se codifica la legalidad del matrimonio homosexual en la legislación federal. Dejando a un lado (lo que deberían ser) las obvias complicaciones en materia de libertad religiosa, la redefinición del matrimonio, aunque trivial para algunos, es un momento decisivo en la historia de esta nación.

El matrimonio es una de esas palabras que han sentado las bases de la sociedad durante cientos de años, y no solo de la sociedad occidental. Se ha vertido mucha tinta sobre lo que significa para una sociedad secular redefinir el matrimonio[vii]. Los argumentos seculares son importantes porque descansan en el corazón de la sociedad. El matrimonio, en principio, es la unión entre dos seres humanos adultos, para toda la vida, basada en el principio de la procreación. Alan Keyes, en este debate con Barak Obama en 2004, lo expresa sucintamente:

Cuando el moderador insiste en el tema de las excepciones (parejas de edad avanzada, infertilidad, etc.) Keyes no pestañea. La idea de que la procreación es principalmente posible en el matrimonio entre un hombre y una mujer no se ve socavada por valores atípicos y no abre la puerta a imposibilidades. La procreación por sustitución, a la que han recurrido muchas parejas homosexuales[viii], ayuda a demostrar el argumento de Keyes. La imposibilidad de la procreación natural, en principio, dentro de los límites de la pareja homosexual convierte la procreación en una experiencia consumista en lugar de en un pilar fundamental de la sociedad.

Pero esta redefinición del matrimonio va más allá de la procreación. Va directamente al corazón de la paternidad. Las estadísticas demuestran que los niños que crecen en un hogar biparental (madre y padre) “lo hacen mejor”[ix]. Los elementos fundacionales de la sociedad occidental dependen de que la mayoría de los niños crezcan bajo la dirección y la crianza de un padre y una madre. Una vez más, hay datos atípicos, pero el principio se mantiene firme en las pruebas científicas. El matrimonio, tal y como se ha definido a lo largo de la historia, es fundamental para que una sociedad funcione y sea moral.

Esto no quiere decir que no exista la posibilidad de que las uniones del mismo sexo proporcionen entornos estables y afectuosos en los que los niños prosperen y se conviertan en miembros funcionales de la sociedad, sino que sin la base del matrimonio, tal y como se ha definido históricamente, esta posibilidad es mucho más remota.

Quienes estudian historia lo saben muy bien. Karl Marx y Federico Engels basaron uno de los pilares de su argumentación en la destrucción de la familia nuclear[x] y entendieron que la clave para derribar las estructuras de la sociedad residía en redefinir las instituciones fundacionales de dicha sociedad: “Teóricamente, cualquier relación sexual entre personas que consienten mutuamente sería posible. Lo que no sería posible sería la seguridad de un matrimonio para toda la vida. Esta relación sexual no podría elegirse“.[xi]

Es por esta razón que el movimiento Black Lives Matter abrazó la destrucción de la familia nuclear: “Desbaratamos la estructura familiar nuclear prescrita por Occidente”[xii] Hay un trabajo más profundo y siniestro en juego en el desmantelamiento del sistema familiar fundado por Dios.

Digo fundado por Dios porque es así, y de nuevo, Marx y Engels lo entendieron bien. Si pudieran desmantelar la religión[xiii] y desbaratar la institución de la familia, la revolución se produciría de forma natural.

Más allá de los argumentos seculares está el argumento basado en las verdades de las Escrituras.  La forma en que la iglesia debe definir el matrimonio, luchar por el matrimonio e interactuar con la cultura sobre el tema del matrimonio es de suma importancia. La Ley de Respeto al Matrimonio obligará a las iglesias de todo el país a elegir un bando y a prepararse para una confrontación directa. Las protecciones de la Primera Enmienda no están claramente definidas (esto es una característica del proyecto de ley, no un error) y, por lo tanto, el estatus de exención de impuestos de las iglesias conservadoras que abrazan los valores bíblicos estará bajo escrutinio.

No voy a defender el estatus de exención fiscal de la iglesia, pero sí que la iglesia estadounidense tendrá que elegir, posiblemente por primera vez, entre confrontar al gobierno y lidiar con sus consecuencias o plegarse a la línea política. Por supuesto, hay cuestiones que no exigen que la iglesia se enfrente a ellas, pero la abolición del matrimonio tradicional no es una de ellas.

Los argumentos bíblicos a favor del matrimonio son poderosos y sencillos. Muchos opositores progresistas señalan la omnipresencia de la poligamia en la Biblia como una contradicción de los valores del matrimonio tradicional que defienden los cristianos ortodoxos. Este truco deshonesto no reconoce (o se niega a reconocer) la diferencia entre texto prescriptivo y descriptivo.

Dios establece el pacto matrimonial al principio de la Creación: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Gén. 2:24). Jesús afirma esta definición en Mateo 19:5-6. Pablo la afirma como requisito para ser anciano en 1 Timoteo 3:2, como imagen de Cristo y la iglesia en Efesios 5:21-33 y vuelve a referirse a ella para aclarar la relación entre marido y mujer en 1 Corintios 7.

Buena pregunta. La poligamia se maneja de manera muy parecida a la esclavitud en las Escrituras, no está avalada por Dios, pero está regulada.  La regulación viene con la intención de una futura erradicación. Éxodo 21:7-11 y Deuteronomio 21:15-17 ofrecen estas regulaciones. Sin embargo, muchos eruditos judíos creen que Levítico 18:18 podría prohibirlo directamente.[xiv]

Como dice David Wilbur: “…Podemos entender la legislación de la Torá sobre la poligamia como una representación no de la voluntad perfecta de Dios, sino de su respuesta a las realidades de un mundo caído. En el principio, la poligamia, como el divorcio, “no era así”. El matrimonio en la creación era una unión monógama“.[xv]

El primer caso de poligamia en las Escrituras aparece como una aberración en Génesis 4:19. Lamec era el tataranieto de Caín. Tuvieron que pasar cinco generaciones desde la caída para que la humanidad introdujera el concepto de poligamia y en todas partes donde la poligamia y la desviación sexual siguieron, también lo hizo la confusión. De Abraham y su concubina a Lot y sus hijas, a Jacob y sus esposas, encontramos que el pecado sexual es el resultado directo de la rebelión (Romanos 1).

¿Por qué esta incursión en la poligamia cuando tratamos de defender la definición del matrimonio tradicional?  Muy sencillo. Como afirma la poligamia del antiguo testamento, el desmantelamiento de la institución del matrimonio conlleva consecuencias nefastas. Uno de los temas del antiguo testamento es la rebelión de la humanidad contra todos los designios de Dios. El matrimonio no es una excepción.  Encontramos temas similares a lo largo de la historia de Israel; los múltiples matrimonios y los pecados sexuales de la monarquía de Israel están directamente relacionados con la disfunción de la familia real y de las propias naciones de Israel y Judá.

Por eso Jesús llama a la iglesia su esposa. Hay un restablecimiento de los propósitos de Dios en el lenguaje del matrimonio.  Es la única institución humana ordenada por Dios antes de la caída, y que el propio Jesucristo mantiene en la era de la iglesia. La visión ortodoxa del matrimonio nos devuelve al diseño original del jardín. La redefinición del matrimonio en nuestra cultura lleva consigo un presagio similar al de la elección de Lamec de casarse con dos mujeres en Génesis 4. En Génesis 6 encontramos el mundo en un malvado desorden. Esto no se debe necesariamente a la elección de Lamec de casarse con dos mujeres, sino que el desmantelamiento de la institución matrimonial, era un síntoma de un problema más amplio e insidioso. La maldad del corazón.

Lo mismo ocurre con nuestra sociedad. La redefinición del matrimonio en un mero compromiso basado en una tautología. El matrimonio se ha convertido en un contrato que concierne a dos individuos que se aman y quieren pasar su vida juntos (mientras sea conveniente, la anulación del matrimonio es bastante sencilla cuando las cosas se ponen difíciles). ¿Qué es el amor? Bueno, el amor es amor.  Afecto y deseo.  Encaprichamiento emotivo.  Un compromiso para toda la vida basado en el absurdo, y nos preguntamos por qué proliferan los divorcios.

Pero si el amor es amor y el consentimiento es lo único que importa, ¿quién puede decir que el matrimonio hombre-bestia[xvi] es inmoral? ¿O el matrimonio hombre-infante? ¿O la poligamia? Puede que usted se burle, como han hecho muchos, y me asegure con desparpajo que ésta pendiente resbaladiza solo está en mi mente, pero un juez de Nueva York falló recientemente a favor del poliamor.[xvii] Si un niño de cinco años puede elegir su propio género y puede consentir un tratamiento, ¿qué le impide consentir el sexo con una persona de 30 años? El amor es el amor. ¿Cómo puede un niño ser lo bastante sabio como para entender sus propias necesidades de transición de género[xviii] pero no lo bastante como para consentir una relación romántica?  El cambio de nombre de la pedofilia a Personas Atraídas a Menores (o MAP, por sus siglas en inglés) indica que el movimiento ya está ganando fuerza.[xix]

Como cristianos, debemos permitir que las Escrituras definan nuestros términos. Eso incluye el matrimonio. Como explican Christopher Watkin y Tim Keller:

“…el lenguaje expresa y a la vez forma un mundo. Utilizar una lengua determinada es vivir en un mundo determinado. Esta es también una razón para que los cristianos, siempre que sea posible, utilicen el lenguaje bíblico para describir el mundo. Las categorías bíblicas de creación, pecado, gracia, idolatría, etc., no son neutras e intercambiables con otros conjuntos de términos; son figuras particulares que pertenecen y dan ritmo al relato bíblico de la realidad”.[xx]

Debemos luchar por el respeto civil de las definiciones que honran a Dios[xxi]. Si queremos que nuestra sociedad prospere, debemos implorar a nuestras autoridades civiles que acaten las definiciones de Dios.  No podemos hacer como David French y consentir a los dioses de la sociedad pluralista.[xxii]

[i] https://www.dailywire.com/videos/what-is-a-woman;

[ii] https://www.nih.gov/nih-style-guide/inclusive-gender-neutral-language

[iii] https://www.bustle.com/p/8-lgbtq-activists-share-what-love-is-love-means-to-them-in-donald-trumps-america-7278041

[iv] https://freethinkingministries.com/cuties-the-natural-progression-of-love-is-love/

[v] https://supreme.justia.com/cases/federal/us/576/14-556/

[vi] https://www.congress.gov/bill/117th-congress/house-bill/8404

[vii] https://www.heritage.org/marriage-and-family/report/marriage-what-it-why-it-matters-and-the-consequences-redefining-it

[viii] https://surrogate.com/about-surrogacy/types-of-surrogacy/can-lgbt-couples-pursue-surrogacy/

[ix] https://www.nationalreview.com/corner/children-do-better-when-raised-in-intact-two-parent-homes/

[x] https://www.csustan.edu/sites/default/files/History/Faculty/Weikart/Marx-Engels-and-the-Abolition-of-the-Family.pdf

[xi] Ibid., pg. 669

[xii] https://uca.edu/training/files/2020/09/black-Lives-Matter-Handout.pdf

[xiii] https://law.marquette.edu/facultyblog/2015/01/karl-marx-on-religion/comment-page-1/

[xiv] https://davidwilber.com/articles/does-the-torah-prohibit-polygamy

[xv] https://davidwilber.com/articles/understanding-the-torahs-polygamy-regulations

[xvi] https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=1328310

[xvii] https://www.lgbtqnation.com/2022/10/new-york-judge-rules-favor-polyamorous-relationships/

[xviii] https://freethinkingministries.com/gender-identity-the-bible-and-the-christian/

[xix] https://nypost.com/2021/11/15/allyn-walker-says-attraction-to-children-isnt-immoral/

[xx] Christopher Watkin and Timothy Keller, “Humanity,” Biblical Critical Theory: How the Bible’s Unfolding Story Makes Sense of Modern Life and Culture (Humanidad, Teoría Crítica Bíblica: Cómo el relato bíblico da sentido a la vida y la cultura modernas) (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2023), 100–101.

[xxi] https://freethinkingministries.com/the-right-christian-nationalism/

[xxii] https://newsletters.theatlantic.com/the-third-rail/6377fb0dce44df0038de4c62/respect-for-marriage-same-sex-religious-freedom/

Recursos recomendados en Español:

Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek

Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek 


Josh Klein is a Pastor from Omaha, Nebraska with over a decade of ministry experience. He graduated with an MDiv from Sioux Falls Seminary and spends his spare time reading and engaging with current and past theological and cultural issues. He has been married for 12 years to Sharalee Klein and they have three young children.

Traducido por Yatniel Vega

Editado por Mónica Pirateque

Fuente Original del Blog: https://bit.ly/49FfCQq

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *