La apologética es amor

Por Ryan Leasure

La apologética es amor espera, ¿qué?, ¿la apologética? ¿habla de amor? ¿Quieres decirme que la apologética – defender la fe cristiana – no tiene que ver con escrúpulos académicos que a poca gente le importan? ¿Acaso los apologistas no prosperan con argumentos y discusiones intensas?¿Cómo podría tratarse de amor?

Aunque no puedo  hablar por mis colegas apologistas cristianos, el amor me motiva a estudiar apologética. Jesus enseñó que el mandamiento más grande es amar a Dios y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Creo que una forma de obedecer estos mandamientos es crecer en nuestra comprensión de la apologética. No te confundas, la apologética  puede ser intelectualmente satisfactoria. Sin embargo, el amor debe ser la motivación principal. El objetivo debe centrarse en ganar el corazón de las personas, no ganar argumentos. Y es el amor por las personas a continuación lo que me motiva a hacer apologética.

Como cualquier persona, tengo amigos no cristianos. Algunos de ellos pertenecen  a otras religiones mientras que otros son ateos. Amo a estos amigos y quiero que ellos reciban la salvación. Sin embargo, ellos, como yo, están profundamente arraigados a su cosmovisión. Citando versículos de la biblia a menudo no llega a persuadirlos porque ellos no creen en la biblia. No les interesa que el libro de Génesis diga que Dios creó el mundo. Para ellos, la biblia es una mezcla de historias malas y cuentos chinos.

Puedo responder a mis amigos de dos maneras. Podría levantar mis manos y decir ¿De qué sirve? Están por su cuenta. O, podría intentar aprender sobre su cosmovisión y hacer todo lo posible por demostrarles  por qué no se ajusta a la realidad. Además, podría intentar responder cualquier objeción que tuvieran sobre mi cosmovisión. Opte por la segunda opción.

Porque creo que Jesús es el hijo de Dios quien murió y resucitó por nuestros pecados,  es que desesperadamente busco que mis amigos no cristianos confíen en Él. Que reciban el perdón por sus pecados. Quiero que reciban la vida eterna y experimenten la verdad y el eterno gozo que Jesús puede dar. Y por ese profundo amor hacia mis amigos,  me he comprometido a estudiar apologética con la esperanza de que Dios pueda utilizarla para atraerlos hacia Él.

La razón por la que  hago énfasis en la apologética en mi iglesia es porque amo a los miembros de mi congregación. Vivimos nuestras vidas al máximo cuando buscamos una relación dinámica con Jesús. En mi experiencia, la apologética ha fortalecido mi relación con Él.

No solamente poseo una mayor seguridad en mi fe – es razonable creer en lo que creo – también estoy preparado en compartir mi fe con mayor audacia. El temor ya no me abruma. 

Estoy preparado para responder a la mayoría de las preguntas y objeciones que las personas tienen sobre mi fe. De una manera muy real, la apologética ha potenciado mi habilidad en cumplir con la gran comisión (Mateo 28:19-20).

Sea que las personas se den cuenta o no, la apologética es el evangelismo de hoy y del futuro. Aunque nunca debemos evitar compartir el sencillo mensaje del Evangelio – que Jesús murió y resucitó por nuestros pecados –  debemos proveer buenas razones para creer que el mensaje del evangelio es verdadero. Después de todo, vivimos en una cultura postcristiana, pluralista y escéptica que desconfía de cualquier clase de religión. No siguen la biblia al pie de la letra. Piensan que la religión es una cuestión personal – tu verdad sirve para ti, pero no para mi forma de pensar.

La mayoría de los cristianos tienen problemas al abordar este tipo de conversaciones. Como resultado, se sienten derrotados porque no saben cómo responder ante objeciones de los escépticos. Aún peor, comienzan a perder su fe. Por estas razones, hago de mi objetivo enfatizar la apologética en mi iglesia. Este énfasis capacita a mi iglesia para vivir más fielmente su vida en misión para Jesús.

Múltiples estudios reportan que la mayoría de los estudiantes dejan la iglesia cuando van a la universidad. De hecho, un estudio de los Bautistas del sur  reporta que el 88% de los niños nacidos en hogares evangélicos se alejan de la iglesia a los dieciocho años.1 De acuerdo a la mayoría de estos estudios, la razón principal por la que los estudiantes dejan la fe es debido a dudas intelectuales.

No es ningún secreto que los profesores en universidades seculares se encuentren más inclinados hacia el ateísmo y el escepticismo que el público general.2 De hecho, muchos de estos mismos profesores tienen una aversión hacia el cristianismo evangélico. ¿Cómo podemos preparar a nuestro grupo de jóvenes contra esta arremetida? ¿ Con más juegos? ¿Enfocándonos más en invitar amigos que en el discipulado personal? ¿Con breves lecciones de pureza moral?

Lanzamos a nuestra juventud a la boca del lobo con poco más que un cuchillo de mantequilla para defenderse y nos preguntamos por qué no logran salir victoriosos. Perdemos a  nuestra juventud por no cambiar nuestro enfoque. Afortunadamente, existen excelentes recursos en apologética para equipar a nuestra juventud. Actualmente, nuestro pastor de jóvenes se encuentra dando clase sobre el libro “El caso de Cristo” de Lee Strobel.

Tenemos buenos estudiantes en nuestra iglesia. No quisiera verlos convertidos en otra cifra estadística, los amo demasiado.

Jesús dijo, “ si me aman, guarden mis mandamientos” (Jn. 14:15). No sé si la mayoría de cristianos conocen esto, pero Dios nos manda hacer apologética. 1 Pedro 3:15 ordena   “estén siempre preparados para presentar defensa a todo el que pida razón de la esperanza que hay en ustedes”.

De vez en cuando  escucho a alguien decir que Mateo 28:18-20 no se trata de “La gran sugerencia”, sino la “gran comisión”. En otras palabras Jesús dijo seriamente a sus discípulos de difundir el evangelio. No fue algo opcional.

En el mismo sentido, 1 Pedro 3:15 no ofrece una sugerencia, sino un mandato de buena fe para hacer apologética. ¿Acaso el amor al Señor no es manifestado en la obediencia? Los cristianos no son simples oidores de la palabra, sino también hacedores (Santiago 1:22). No siempre obedezco los mandamientos como debería, pero mi amor por Jesús me lleva a hacer apologética.

No es una simple cuestión académica. No se trata de silenciar a tu oponente. La apologética es difundir persuasivamente el evangelio para ganar personas para Cristo. Se trata de cumplir el más grande mandamiento de amar a Dios y nuestro prójimo. De hecho Jesús dijo en el gran mandamiento que debemos amar a Dios con toda nuestra “mente”. Quiere decir que amar a Dios necesariamente incluye un compromiso mental. Si te sientes tentado en pensar que la apologética no es amor. Espero que recuerdes las palabras de Jesús y recapacites.

Recursos recomendados en Español:

Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek

Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek 


Ryan Leasure tiene un Máster en Artes en la Universidad Furman y un Máster en Divinidad en el Seminario Teológico Bautista del Sur. Actualmente, es candidato a Doctor en Ministerio en el Seminario Teológico Bautista del Sur. También sirve como pastor en Grace Bible Church en Moore, SC.

Traducido por Walter Almendras

Editado por Wendy Roda 

Fuente Original del Blog: https://bit.ly/3uMzFO0 

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