Vivimos en una era de una creencia prevaleciente conocida como “Pluralismo Religioso” que dice que ninguna religión (especialmente el cristianismo) ostenta el título exclusivo de “verdad absoluta”. El pluralismo religioso dice que todas las religiones conducen en última instancia a un Dios nebuloso, el Creador y Salvador de todos.
¿Un camino o Él camino?
Desafortunadamente el día de hoy, aquellos que creen en el rabino judío del primer siglo como “EL camino” han sido vistos como duros, mezquinos, arrogantes y retrógrados. ¿Y quién quiere ser alguien así? Sin embargo, solo basta cambiar el artículo definido “el” por “un” e instantáneamente Jesús (y sus seguidores) se vuelven mucho más agradables para los gustos modernos. El aroma evangélico se vuelve más placentero para millones de personas en un mundo que lo incluye todo. Una pequeña palabra hace la diferencia en las creencias de las personas sobre la salvación, la vida terrenal y la venidera. Revela si eres un exclusivista (la creencia que solo una religión es verdadera) o un pluralista (todas las religiones llevan a Dios). El pluralismo es prevalente en nuestra cultura y suena así:
- “No importa lo que creas siempre y cuando seas sincero”.
- “Siempre que funcione para ti y te haga felíz”.
- “No hay tal cosa como la verdad última (o verdad absoluta)”.
- “Creo que existen muchos caminos hacia Dios”.
- “Es desconsiderado decir que la religión de una persona es mejor que otras”.
- “Hace falta la verdad de todos para igualar la verdad”.
- “¿Qué te hace pensar que tu religión es la correcta y que las demás están equivocadas?”.
¿Te suena familiar?
Ahora es socialmente inaceptable criticar la creencia religiosa de otra persona (a menos, claro, ¡que estés criticando el cristianismo!). Ten en cuenta que, históricamente, la nuestra siempre ha sido una fe de credos que da sentido a nuestras creencias y que tiene una directa influencia en nuestras actitudes y acciones. Como seguidores de Cristo, creemos que Dios se dio a conocer a sí mismo a través de la creación, nuestra conciencia y la revelación en las Escrituras. El nunca ha tartamudeado cuando ha hablado, dejando claro como el cristal su carácter, de tal manera que nadie lo confundiría con otros “dioses”. Dos mil años después, en medio del bufé teológico de nuestra cultura, el cristianismo sigue sosteniendo que la identidad de Dios no es opcional (ni siquiera abierto a un retoque).
Nada nuevo debajo del sol
La idea del pluralismo no es algo nuevo. Tiempo atrás en el Antiguo Testamento una amplia gama de creencias religiosas coexistieron con el antiguo judaísmo monoteísta; la adoración a Baal y varias formas de deidades cananeas son sistemáticos en todo el registro judío. Y fue en este contexto de visión del mundo en el que Dios habló, diferenciándose claramente de otras deidades y distinguiendo a Israel de las demás naciones. Una simple lectura del Antiguo Testamento y uno puede ver que Dios no está dispuesto a compartir Su gloria con otros sistemas de creencias u otros dioses.
“Yo soy el Señor, ese es mi nombre; mi gloria a otro no daré, ni mi alabanza a imágenes talladas” (Is. 42:8).
“….Mi gloria, pues, no la daré a otro.” (Is. 48:11b).
Y aunque la escritura afirma que el Señor hace todas las cosas bien, compartir Su gloria aparentemente no es una de ellas. Él es intolerante en ese aspecto particular. Curiosamente, los antiguos asirios y babilonios llevaron a Israel al cautiverio, debido en gran parte a que la nación judía adoraba a múltiples dioses, abandonando su alianza con el único y verdadero Dios. Pasado el tiempo, estuvo muy de moda mezclar la adoración de Yahvé con Astoret y Moloc, los dioses culturales de Baal.
Dios no es una colegiala
Pero la intolerancia de Dios con sus rivales no es por su “inseguridad” o celos como de una colegiala. Los celos de Dios por Su gloria es mucho más profundo que una mera emoción o entendimiento humano. Esta protección de Su gloria y su falta de voluntad de compartir el centro de atención de la alabanza están arraigadas en la esencia de Dios mismo. La propia naturaleza – incluso la idea de Dios – exige que no tiene iguales. Si la Biblia es verdadera, entonces Yahvé es el único Dios. Por inferencia directa, esto lógicamente significa que no existe Alá, ni Moloc, ni Baal, ni Krishna.
Entonces, haz la lógica. O Yahvé es Dios o no lo es. Y si no lo es, entonces otra religión o sistema de creencias en la tierra es igualmente válido – o al menos al mismo nivel que Jesús. Como tu elección de música, comida, vestimenta o estilo de vida – lo que mejor funcione para tí. Las preferencias personales y la experiencia se vuelven entonces el camino al paraíso y no algún tipo de verdad absoluta e irrefutable sobre un invisible Ser Supremo. Desafortunadamente, esta experiencia del pluralismo no funcionó bien para la nación judía, resultando en prolongadas y dolorosas consecuencias – desplazamientos, subyugación y esclavitud. Y con el tiempo, se dieron cuenta que Dios no era la Deidad sincretista y ecléctica como una de las muchas opciones de fe.
No importa la moda, la verdad excluye la falsedad
Avancemos hasta el día de hoy. ¿Qué dicen realmente las personas cuando afirman: “No importa lo que tu creas siempre y cuando seas sincero y trates a los demás con justicia”? ¿Tiene sentido? ¿Es racional? Con miles de sistemas de creencias disponibles hoy en día, puede ser confuso y difícil para los cristianos nadar contra la corriente. Como algunos teólogos posmodernos sugieren, el tiempo y la historia han cambiado el carácter de Dios así como lo que las antiguas escrituras dicen que es cierto de Él. Pero el autor de Hebreos (que afirmaba que la Palabra de Dios estaba viva) sostenía: “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre” (Heb. 4:12;13:8). El profeta Malaquías escribió: “Yo el Señor no cambio” (Mal. 3:6). Ya que Dios existe fuera del tiempo, los siglos de historia y el avance de las civilizaciones no pueden alterar su carácter o llevarlo a aceptar la idea del pluralismo. De acuerdo con las escrituras, solo queda sitio para Uno en el Trono del Cielo.
Notas al Pie de Página:
Esta publicación es una adaptación de mi libro: “The Fifth Gospel (El quinto evangelio)”, Harvest House, 2014.
Recursos recomendados en Español:
Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek
Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek
Bobby es el pastor principal de Image Church que está en North Carolina, y es bien conocido por su ministerio en el canal de YouTube llamado One Minute Apologist, el cuál sigue en la red pero ahora con el nombre Christianity Still Makes Sense. También es coanfitrión del programa de radio nacional Pastor’s Perspective en la estación KWVE en Southern Carolina donde reciben llamadas en vivo. Bobby obtuvo su grado de Maestría en el Dallas Theological Seminary, y su Doctorado de Ministry Apologetics en el Southern Evangelical Seminary, y su Doctorado en Filosofía en el área de Philosophy of Religion de la University of Birmingham (Inglaterra) donde estuvo bajo la tutela de David Cheetham y Yujin Nagasawa. Boby ha escrito varios libros de entre los que se encuentran: The Fifth Gospel, Doubting Toward Faith, Does God Exist, Fifty-One other Questions About God and the Bible y próximamente Christianity Still Makes Sense que será publicado por Tyndale en Abril del 2024. Está casado con su amada esposa Heather y tienen dos hijos ya mayores: Haley y Dawson.
Traducido por Walter Almendras
Editado por Mónica Pirateque
Fuente Original del Blog: https://bit.ly/3u5DJJe