El pasado domingo, mi familia y yo visitamos una tienda local de antigüedades al salir de la iglesia. Estábamos allí sin más motivo que el de echar un vistazo a su mercancía y buscar, como dice mi esposa, “si había algo que de no comprarlo, no podríamos vivir”. Mientras recorríamos los pasillos de la tienda, apareció ante mí una señal tipo tránsito con un mensaje que necesitaba escuchar. El señalamiento decía: “Nunca tengas miedo de confiar el futuro desconocido al Dios conocido”. He escuchado personas que piden a Dios una señal. Yo también la he pedido. Pero en esa ocasión, Dios me dio literalmente una señal para el momento que estaba atravesando.
A manera de contexto, mi familia y yo recién salíamos del último servicio en el que ejercería como pastor. Estoy a punto de entrar en una nueva fase del ministerio. Y por lo tanto, nuestras vidas se encuentran en un estado de transición. El cambio suele ser difícil para cualquiera. Sin embargo, esta señal nos sirve para recordar que Dios no sólo está en todos los lugares, también Dios está en todos los tiempos, lo que significa que podemos confiar al Dios conocido nuestro futuro desconocido. He aquí algunas razones que nos ayudarán a creer en la máxima de la señal.
Dios es Trascendente. La trascendencia de Dios indica que Él no está restringido por la creación. Esto es algo que realmente me desconcierta. Soy un observador de los astros, anoche estaba recostado sobre el suelo mirando las estrellas. Y me perdí en la belleza de la Gran Nube de Magallanes que está cerca de la Vía Láctea. Me asombraba la intensidad del brillo de Júpiter, Saturno y Marte. Y entonces me di cuenta. Por muy inmenso que sea el universo con sus numerosas estrellas, planetas y galaxias; el universo y todo lo que en él sucede no se puede comparar con la majestuosidad trascendente de Dios. Dios no está limitado por la creación, sino que la creación está sujeta a la autoridad del Creador trascendente. Teniendo esto en cuenta, los creyentes pueden enfrentarse a un futuro desconocido con la confianza de que Dios tiene la capacidad de anticiparse y hacer cosas por ellos de maneras que ningún otro ser es capaz de hacer. La esfera de trascendencia de Dios lo sitúa en un nivel que ningún otro ser podría alcanzar. Dios sobresale en cualidades y supera todas las características de cualquier ser vivo.
Dios es Omnipresente. La omnipresencia es el atributo de Dios que describe su capacidad de estar en todos los lugares y en todo momento. Dios no está limitado por el espacio. Por lo tanto, Dios en todo momento puede superar las limitantes de los lugares, lo que le permite estar cerca de todas las personas. Pablo tenía esta idea en mente cuando dijo a los atenienses que Dios “aunque no está lejos de ninguno de nosotros” (Hechos 17:27 LBLA). Dios se revela, a través de lo dicho a su profeta Jeremías, como aquél que llena tanto el cielo como la tierra: “¿No lleno yo los cielos y la tierra? -declara el Señor” (Jer. 23:24 LBLA). Aunque no sepamos lo que nos depara el mañana, podemos afrontar el futuro confiadamente sabiendo que la presencia de Dios está siempre con nosotros.
Dios es Omnitemporal. La omni temporalidad de Dios indica que Él es el Señor del tiempo. Isaías escribe: “¿Acaso no lo sabes?, ¿Es que no lo has oído? El Dios eterno, el Señor, el creador de los confines de la tierra no se fatiga ni se cansa. Su entendimiento es inescrutable.” (Isaías 40:28LBLA). Alan Padgett sostiene que Dios es el Señor del tiempo. El tiempo fluye del ser de Dios. Padgett escribe,
“Decir que Dios es el Señor del tiempo incluye el hecho de que no está sujeto a ninguna cantidad de tiempo, ni en las acciones que puede realizar ni en la duración de su vida. Mientras que los humanos temen el paso del tiempo, porque les acerca al final de su vida, Dios siempre vive. No puede morir y no tiene nada que temer del futuro” (Padgett, GEATNOT, 123).
Puesto que Dios es el Dios que siempre ha vivido y siempre estará, entonces los hijos de Dios no tienen nada que temer del futuro desconocido porque al Dios que conocemos ya está en el futuro. Ni siquiera la muerte puede intimidar al creyente, ya que el Dios eterno ha concedido la vida eterna a los que confían en Él.
Dios es omnisapiente. Por último, Dios es omnisapiente. La omnisapiencia se refiere al todo sabio Dios. La omnisapiencia (todo sabiduría) se diferencia de la omnisciencia (todo conocimiento) en lo siguiente, mientras que el conocimiento comprende ciertos datos, la sabiduría sabe cómo tomar las mejores decisiones con los datos disponibles. La sabiduría hace referencia a tomar buenas decisiones. Dios, al ser el todo sabio Dios, toma las mejores decisiones para nuestras vidas incluso cuando esas decisiones no tienen sentido para nosotros. Dado que Dios es el único ser autoexistente, autosuficiente, omnipresente y trascendente; Él tiene acceso a información que ninguno de nosotros podría poseer. Dios es amor (1 Juan 4:8). Como tal, Dios desea lo mejor para nosotros, especialmente para los hijos de Dios. Por lo tanto, las personas pueden confiar su vida y su futuro al todo sabio Dios.
Estoy seguro de que no soy la única persona que se enfrenta a la incertidumbre en la vida. Con la sociedad agitada y el mundo en medio de una pandemia, casi todas las personas se han visto afectadas por las tensiones de la incertidumbre. Sin embargo, no tenemos que preocuparnos si confiamos en Dios. Oswald Chambers sostiene con razón que nuestros temores surgen cuando depositamos nuestra confianza en la humanidad o en nuestras propias capacidades. Chambers señala,
“Nuestro Señor no confió en ningún hombre; sin embargo, nunca desconfió, nunca se amargó, nunca perdió la esperanza por ningún hombre porque confió primeramente en Dios; confió absolutamente en lo que la gracia de Dios podía hacer por cualquier hombre. Si primeramente pongo mi confianza en los seres humanos, terminaré llevando a la desesperanza a todos; me amargaré, porque habré insistido en que el hombre sea lo que ningún hombre puede ser: absolutamente correcto. Nunca confíes en nada que no sea la gracia de Dios en ti mismo o en cualquier otra persona” (Chambers, MUFHH, 152).
En lugar de confiar en tus capacidades o en las capacidades de otras personas, confía tu futuro a Dios. Mientras que nuestro futuro puede ser desconocido para nosotros, el futuro es plena y completamente conocido por el Dios que conocemos.
Fuentes
Chambers, Oswald. Mi deseo de lo mejor. La edición clásica. Uhrichsville, OH: Barbour, 1935.
Padgett, Alan G. God, Eternity, and the Nature of Time. Eugene, OR: Wipf & Stock, 1992.
Recursos recomendados en Español:
Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek
Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek
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Brian G. Chilton es el fundador de BellatorChristi.com y es el presentador de The Bellator Christi Podcast. Recibió su Maestría en Divinidad en Liberty University (con alta distinción); su Licenciatura en Ciencias en Estudios Religiosos y Filosofía de la Universidad Gardner-Webb (con honores); y recibió la certificación en Christian Apologetics (Apologética cristiana) de la Universidad de Biola. Brian actualmente está inscrito en el programa Ph.D. en Teología y apologética en Liberty University. Brian ha estado en el ministerio por más de 15 años y sirve como pastor en el noroeste de Carolina del Norte.
Blog Original: https://cutt.ly/IRrCrC8
Traducido por Yatniel Vega García
Editado por Gustavo Camarillo