Parte 2 “¿qué hacer cuando tu oponente hace trampa?”

Por John D. Ferrer

En la parte uno [i] expusimos la pregunta de uno de nuestros espectadores de Nigeria que se encuentra en la frontera conflictiva entre el islamismo/cristianismo. Él preguntaba ¿qué deben hacer los cristianos cuando el otro hace trampa para ganar? En este caso, los musulmanes del norte están manipulando las elecciones para tener influencia política sobre los cristianos del sur. Nuestra respuesta fue no rebajarse a su nivel, sino que deben honrar a Dios por encima de todas las circunstancias. A menos que te veas literalmente obligado a mentir o hacer trampas, no mientas ni hagas trampas. La siguiente pregunta lógica es, “De acuerdo, no me ‘rebajo a su nivel.’ ¿Pero cómo se logra eso?” Aquí te doy siete principios a seguir cuando nuestro oponente lucha deshonestamente.

En primer lugar, “no vivas de la mentira.”

En 1974, antes de ser expulsado de la U.S.S.R., Alejandro Solzhenitsyn escribió un ensayo que se convirtió en su discurso de despedida de la Rusia soviética. Llevaba por título, “No vivas de la mentira,” este ensayo aborda cómo permanecer espiritualmente firmes ante la opresión gubernamental. Solzhenitsyn plasmó su sabiduría a partir de una advertencia muy clara: “no vivas de la mentira.” Los opresores van a presionarte. Van a lastimar tu cuerpo, te van a quitar libertades, y pondrán a prueba tu fe. Pero no pueden tocar tu alma a menos que tú se los permitas. Cuando dejas que te conviertan en un mentiroso, voluntariamente estas participando de esa misma corrupción.

Aclaremos lo siguiente, “no vivir de la mentira” no significa ser imprudente. No tienes porqué colocar una diana en tu espalda y tampoco invitarlos a perseguirte. Pero en ninguna circunstancia debes permitir que te conviertan en un mentiroso. Puedes ser reservado. Prudente en tus palabras. No hablar si lo que dirás puede ser malinterpretado. Sólo no dejes que te conviertan en un mentiroso. Ni que te engañen. De lo contrario, entrarás en su juego.  ¿Por qué querrías jugar su juego? Son expertos en él. Tú no lo eres. Y vas a perder. Además, estarías traicionando tu conciencia y tu fe sólo por jugarlo. Pronto no serás mejor que ellos.

En segundo lugar, se creativo con la influencia que ya tienes

Tienes más influencia de la que te imaginas. Sé creativo. Sé prudente. Te sorprenderás al ver las distintas maneras en que puedes provocar un cambio positivo. Además de votar y ocupar cargos públicos, también está el periodismo ciudadano, firmar peticiones, empezar una campaña recaudación de fondos go-fund-me, participar en protestas pacíficas, realizar conciertos, contribuir con las artes gráficas, involucrarse en las redes sociales, colaborar en boicots, cooperar en la en el cuidado y educación de niños, y muchas otras cosas más.

Esto también es bíblico. La Escritura instruye a las personas no sólo en la ley, sino también en la sabiduría. Existe un género literario dentro de la Biblia que se llama “libros sapienciales” (Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, y Cantar de los cantares de Salomón). La Escritura nos guía con la ley y la sabiduría como tradiciones complementarias que corren paralelas como las vías del tren para que podamos llegar a donde necesitamos ir. Requerimos algo más que el comportamiento moral basado en el estricto cumplimiento de la ley. Necesitamos de la sabiduría para encontrar la mejor manera de obedecer las leyes de Dios. Esto está implícito en lo que enseñó Jesús a sus discípulos:

“Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas.” (Mt. 10:16)

En tercer lugar, plantear el juego

No debemos olvidar que aquí se está peleando una batalla más grande. El fraude electoral no sólo se trata de política. Esto no sólo son guerras entre humanos ni siquiera son enfrentamientos entre la iglesia y la mezquita. Se trata, en última instancia, de una guerra espiritual. Cuando entendemos este hecho, podemos cambiar la perspectiva de pelea terrenal tomando en cuenta un panorama más amplio.

Podríamos detenernos en este punto, pero ahorita debes entender que el término guerra espiritual no es una metáfora. Es literal. Y cada persona lo quiera o no toma un bando. Envuelve cualquier otro campo de batalla. Y reescribe las reglas de combate. Como dijo Pablo, “[…] nuestra lucha […] contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, […]” (Ef. 6:12-13)

En cuarto lugar, recuerda al verdadero enemigo

Nuestro principal enemigo no es otra persona sino Satanás y sus huestes. Antes de que Pablo hable sobre la guerra espiritual en la carta a los Efesios capítulo 6 él señala que “[…] nuestra lucha no es contra sangre y carne, […]” (v. 12). Podrías sentirte tentado a tratar a tu oponente de carne y hueso como el verdadero enemigo. Pero tal vez esa persona ni siquiera sea un rebelde. Podría ser un prisionero confundido y engañado que no sabe hacer otra cosa. De una manera peleamos contra los cautivos y de otra forma contra un ejército rebelde. Así que no olvides quién es el verdadero enemigo.

En quinto lugar, no peleamos como pelea el mundo

Ya que nuestra batalla es enteramente espiritual, y Satanás es el verdadero enemigo, no debería sorprendernos que es necesario pelear de una manera diferente. Pablo lo explica mejor de lo que yo podría.

“Pues aunque andamos en la carne, no luchamos según la carne; porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia a Cristo,” (2a Corintios 10:3-5) [el subrayado es mío]

En sexto lugar, no puedes forzar la justicia divina

El mundo está corrompido, permanecerá corrompido, y seguirá corrompiéndose… hasta que Cristo vuelva. Y hasta entonces, sólo tenemos indicios y retazos de justicia. Son como destellos de la eterna perfección que hay en los cielos. Dios preparó muchas oportunidades para que todos los días mostremos la influencia redentora. Pero no olvides que sólo en el Día del Juicio Final habrá justicia completa.

Si estás intentando ”forzar la mano de Dios, buscando la justicia divina ahora, probablemente estés utilizando métodos cuestionables. Además, es posible que estés cometiendo el mismo error en el que Judas incurrió. Algunos estudiosos creen que Judas Iscariote traicionó a Jesús con la intención de que se iniciara una rebelión donde Jesús se vería obligado a liderar la revuelta contra Roma para tomar la corona mesiánica. Aunque no podamos estar seguros de las intenciones de Judas,pero sí podemos afirmar que, al traicionar a Jesús, ni siquiera las mejores intenciones de Judas pudieron redimir sus acciones. Quizás estás siendo tentado con la idea de “forzar” justicia de este lado del sol al tomar para ti una “licencia creativa” de la ley. Pero esto es demasiado arriesgado. No hay un claro ejemplo bíblico en el Nuevo Testamento para un vigilante justiciero.

En séptimo lugar, aprende a ser valiente de los creyentes que vivieron antes que tú

No estamos solos en esta lucha. Persecuciones y dificultades es lo común para la vida del cristiano (Juan 16:33). Pero la historia de la Iglesia nos muestra que los creyentes han logrado salir adelante. Y tú también puedes hacerlo. Ya sean las leyes romanas, los zelotes judíos, los invasores musulmanes, las autoridades gubernamentales, o la agresión de los vecinos, la persecución es lo normal en la vida cristiana. Incontables creyentes del pasado nos han dejado un ejemplo a seguir. Algunos fueron perseguidos. Algunos murieron como mártir. Pero todos ellos terminaron su carrera y pasaron la estafeta a las siguientes generaciones. Así somos nosotros. Ahora “corremos la carrera” que trazaron para nosotros, y ellos son la “gran nube de testigos” que nos animan desde las gradas (Heb. 12:1). Por ellos y por Dios no podemos tomar atajos, estirando las reglas para lograr “un bien mejor.”

Advertencias finales

Entonces, ¿Qué hacemos cuando el oponente “cambia las reglas del juego”? Debemos honrar a Dios por sobre todas las cosas — aunque nuestro oponente infrinja la ley. Ya hablamos mucho de cómo hacer eso. Pero unas advertencias más son necesarias.

Si hacemos trampa porque nuestro oponente hace trampa, entonces Dios nos juzgará de la misma manera que a ellos. Además, corremos el riesgo de perder nuestra integridad. Nuestro carácter es difícil de moldear y fácil de estropearse cuando creemos que el fin justifica los medios. También, debemos tener en cuenta que somos representantes de nuestra familia, de nuestra iglesia, y de nuestro Dios. Así que, si llegamos a mentir o a hacer trampa para obtener algún beneficio político entonces estaríamos escribiendo con letras grandes y sobre las paredes de nuestro hogar y de nuestra iglesia las palabras: “¡MENTIROSO!”, “¡TRAMPOSO!” Ganar unas elecciones electorales no vale la pena el defraudar el buen nombre de nuestra familia, de nuestra iglesia o el nombre de Jesús.

¿Existen algunas excepciones?

Anteriormente mencioné algunas posibles excepciones que no pueden aplicarse a lo que hablamos en este artículo. Estén pendientes para la tercera parte de esta serie donde hablaremos de los ¡dilemas!

Notas al pie de página:

[i] https://crossexamined.org/when-your-opponent-cheats-what-should-you-do-with-dr-john-ferrer/

Recursos recomendados en Español:

Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek

Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek 


Acerca del autor: El Dr. John D. Ferrer es educador, escritor y graduado de la Academia de Instructores CrossExamined. Diplomado por el Southern Evangelical Seminary y el Southwestern Baptist Theological Seminary, actualmente participa activamente en la comunidad provida y en su iglesia natal de Pella, Iowa. Cuando no está ayudando a su esposa Hillary Ferrer con su ministerio Mama Bear Apologetics, normalmente se puede encontrar a John escribiendo, investigando y enseñando apologética cultural.

Traducido por Gustavo Camarillo

Editado por Jennifer Chavez

Fuente Original del Blog: https://bit.ly/3p7lxMP

 

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