¿Sabes que hay algo que nunca he visto? Jamás he visto que la gente común diga que Buda fue un mito creado a partir de antiguas historias sobre dioses paganos. O que Gandhi fue un incomprendido judío mistico. O que Mahoma era ateo. Solamente existe una figura histórica que es distorsionada más que cualquier otra para adaptarse a cualquier agenda moderna que se presente en ese momento: Jesucristo.
Puedes conseguir información errónea sobre la vida de Buda, Gandhi, Mahoma, y cualquier otro personaje de la historia como Alejandro Magno o Abraham Lincoln, y no tendría ningún impacto para ti espiritualmente. Desde ese punto de vista saber quiénes son carece de importancia. Pero la gente te corregirá en el mismo instante en que digas algo históricamente falso sobre ellos. Y esto porque hay formas de verificar quiénes fueron estos personajes, qué hicieron, y lo que representaban.
Y entonces ¿por qué la gente no sigue el mismo criterio con Jesús, la única persona que puede alterar tu perspectiva espiritual sobre Dios? Pienso que existen algunas razones para ello.
1. La gente no quiere que Jesús sea lo que la Biblia dice que es
Si Jesús es quien dijo ser, y la Biblia habla esta verdad, entonces esto trae consecuencias. ¿Tiene alguna importancia si Buda no fue quien dijo ser? La verdad es que no. La gente podría sentirse un poco desanimada pero no creerían que su espiritualidad estaría a la deriva. Sin embargo, el cristianismo es diferente. La afirmación de Jesús sobre su divinidad y el único camino para ser salvo tiene consecuencias para toda la humanidad. Y es obvio que a los seres humanos les encanta creer en otros dioses. Y deberían alejarse de los ídolos y del culto a sí mismos, para dirigirse al único y verdadero Dios que tiene poder para salvar. Pero ello significa abandonar ciertas costumbres de su propia vida que son pecaminosas y que están acostumbradas a ellas. Las cuales les traen muerte y destrucción además que les han cerrado los ojos. Jesús dice en Juan 3:19-20 que “[…] la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas. Porque todo el que hace lo malo odia la luz, y no viene a la luz para que sus acciones no sean expuestas”.
Así que la gente inventa a otro Jesús al que le gusta lo que a ellos les gusta, que cree en lo que ellos creen, y que aprueba lo que ellos hacen.
2. Guerra espiritual
No es casualidad que sea precisamente Jesús quien tenga el mayor número de identidades. A Satanás no le importa si dices creer en Dios. Él también cree. Tampoco le importa si crees en Jesús. Siempre y cuando sea un Jesús falso, uno que no tiene poder para salvarte. Esta treta es una de las más viejas en el manual de jugadas del diablo: distorsionar a Jesús. Satanás se dedica a pelear contra la verdad, no contra las mentiras. Jesús dice que Satanás es el padre de la mentira y sería absurdo que Satanás se expulsara a sí mismo porque entonces su reino no se mantendría. Él perpetúa las mentiras y hace todo lo posible para distorsionar la verdad.
A Satanás no le preocupan los otros guías espirituales porque no son de su interés. Al contrario, son sus aliados en esta batalla.
3. La gente cree que la verdad es lo mismo que el odio
Vivimos en una época extraña. A la gente no le interesa saber la verdad. Quieren aprobación. Esto no solo pasa fuera de las comunidades religiosas sino también en las amistades ocasionales, dentro de las familias y también con los compañeros del trabajo. Estoy segura que ustedes han sido testigos de la falta de humildad de otras personas, quizás hasta han visto su completa desconexión de la realidad, y todo esto en nombre de “su verdad.” Quieren ser escuchados y para lograrlo impiden que los demás hablen. Esta acaparación de derechos está destruyendo nuestra nación con todo tipo de venganzas. Si les hablas acerca de Jesús y quién es en realidad, tal y como lo muestra la Biblia, y eso lastima sus sentimientos o consideran que lo que dices no muestra aprecio o consideración, entonces lo desechan porque es algo que propaga el odio. Nuestra cultura tiene una perspectiva inamovible sobre la verdad: Si no conlleva al amor, entonces no es verdadero. Por cierto, de esta misma manera, es como el promedio de los practicantes de la nueva era ven la verdad.
Así que, se ponen a la defensiva si sienten que algo de lo que estás diciendo les puede causar algún daño. Irónicamente, esta forma de pensar proviene de alguien herido. Y en lugar de verlo como un obstáculo que debe ser superado y madurar en el proceso, estas personas esperan que otros se hagan cargo de sus necesidades emocionales sin que ellos mismos tengan la intención de asumir la responsabilidad de crecer.
Cristo falso, Evangelio falso
Finalmente, cuando la gente niega la verdad y niega quién fue Jesús, están aceptando una versión falsa de un Jesús que es incapaz de salvar. Tal vez tengan algo de paz en su negación, pero esta tranquilidad les encamina a la destrucción. No sigas apartándote de Jesús, corre hacia Él. Explora las Escrituras e indaga quién es Jesús. Deja que el Espíritu Santo te guíe, te convenza y te lleve al Agua viva, al Pan de vida, quien te dará aquello que has estado anhelando.
Recursos recomendados en Español:
Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek
Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek
Melissa Dougherty es una apologista cristiana mejor conocida por su canal de YouTube donde presenta contenido de una ex new-ager. Tiene dos títulos técnicos post universitarios, uno en Early childhood Multicultural Education (Educación multicultural en tempranas edades de la infancia), y otro en Liberal Arts (Artes Liberales) Hoy en día busca titularse como licenciada en Religious Studies (Estudios Religiosos) en el Southern Evangelical Seminary.
Traducido por Gustavo Camarillo
Editado por Mónica Pirateque
Fuente Original del Blog: https://bit.ly/49fIMpn