Imagínate llegar a un lago cada domingo a las 10 a.m. para presenciar las asombrosas habilidades de un talentoso pescador cuando captura lo que almorzarás ese día. ¿Crees que aprenderás a pescar con solo ver su extraordinario despliegue de talento? No creo que eso pase. Es probable que aprendas algunos trucos sobre la pesca, pero no podrías aprender a pescar por ti mismo de esa manera. Esto es debido a que se aprende a pescar mediante la práctica no solamente observando. Tal como lo dice el refrán, “Dále a un hombre un pescado y lo alimentarás por un día pero enséñale a pescar y lo alimentarás durante toda su vida.” Resulta que que la pesca no solo se pesca, sino que se enseña. Algo parecido ocurre cuando se trata de estudiar la Biblia, muchos de nosotros nos parecemos al espectador de la pesca. Cada semana a las 10 a.m. nos presentamos en la iglesia, nos maravillamos de las habilidades expositoras del pastor mientras expande para nosotros la Palabra, y al irnos, aún carecemos de habilidades propias que nos ayuden a estudiar la Biblia. Por muchas razones, los métodos para estudiar la Biblia deberían ser lo primero que se enseñe en el discipulado, pero desafortunadamente hay muchos cristianos que por años han asistido a la iglesia sin siquiera haber tomado un curso intensivo sobre cómo estudiar la Biblia. Así que te presento un curso intensivo dividido en tres partes que está diseñado para darte las herramientas necesarias para que estudies la Palabra de Dios por ti mismo. Para hacer esto dedicaré tres blogs para ayudarte a desarrollar una manera de estudiar la Biblia y usaré tres palabras que todo estudiante comprometido para estudiar la Biblia las reconocerá, y son, observación, interpretación y aplicación.
Cuando se trata de estudiar la Biblia, la observación hace la siguiente pregunta, “¿Qué tengo delante de mí? La interpretación quiere saber “¿Qué significa?” Y la aplicación busca averiguar “¿Qué tengo que hacer?”
Observación: ¿Qué tengo delante de mí?
Interpretación: ¿Qué significa?
Aplicación: ¿Qué tengo que hacer?
Se dice que, “la diferencia entre un buen estudiante y el mejor estudiante es que el mejor estudiante ve más.” En esta serie te presentaré tres acrósticos construidos a partir de estas tres palabras clave para mejorar tus habilidades para estudiar la Biblia. Empezamos con observación, y así se ve al estilo de un acróstico: O.B.S.E.R.V.A.C.I.Ó.N
Orar para comprender mejor
El salmista expresa acertadamente esta idea cuando escribió, “Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley” (Sal. 119:18). De la misma manera, mientras nos adentramos en la Palabra de Dios es bueno pedirle al Señor que abra nuestros ojos para entender correctamente las Escrituras.
Busca ver el panorama completo
Esto lo haces cuando el pasaje que estás estudiando lo lees varias veces para familiarizarte con los acontecimientos. Lo que buscas es la idea general. El sentido del pasaje. La gran idea.
Sé consciente del estilo literario
Esto es importante. Debemos acercarnos a la Biblia de distintas formas. Esto se debe a que la Biblia es un compendio de varios géneros literarios como el narrativo, el histórico, el legislativo, el poético, el sapiencial, el profético, el evangelio, el epistolar, y el apocalíptico. Si lees una sección histórica como si fuesen metáforas o si estudias una sección apocalíptica y la tomas completamente literal, sin lugar a dudas tendrás dificultades teológicas cuando tengas que interpretar el texto.
Examina los mandamientos que encuentres
Es de mucha ayuda darte cuenta si el pasaje que estás leyendo tiene algún mandamiento que debes cumplir, pero también es importante ver en qué parte de la Biblia se está dando ese mandamiento. Esto porque ya no es necesario cumplir con algunos mandamientos. Si no eres cuidadoso en esto, puedes creer que debes obedecer mandamientos que ya cumplieron con su propósito y por lo tanto ya no es necesario que sigan vigentes. Como ejemplo tenemos las leyes dietéticas del Antiguo Testamento que indudablemente fueron anuladas con la inauguración del nuevo pacto.
Recuerda cualquier advertencia que leas
Las advertencias están por toda la Escritura. Desde la que fue dada a Adán en el jardín del Edén de no comer del árbol del conocimiento del bien y el mal (Génesis 2:17) hasta la advertencia que encontramos en Apocalipsis de no añadir cosa alguna a la palabra de Dios (Apocalipsis 22:18-19). Cuando la Biblia nos presenta una advertencia debemos tomarla en cuenta. Las advertencias de Dios son una manera de protegernos. Por lo tanto, pon mucha atención.
Vé con cuidado al hallar alguna promesa
Esto puede ser engañoso, así que ten mucho cuidado. No todas las promesas están escritas para nosotros. Todos conocemos los padecimientos que hay detrás de Jeremías 29:11, en este pasaje Dios promete prosperar a su pueblo después de que termine el tiempo de la cautividad. Muchas de las personas que escucharon este mensaje murieron en Babilonia sin haber visto su cumplimiento. Es crucial saber a quién van dirigidas las promesas, con el fin de evitar que la gente se siente desilusionada por Dios debido a que se adueñaron de una promesa que no les fue dada.
Arma preguntas y contéstalas con el mismo texto
Tal vez recuerdes las seis preguntas básicas que te enseñaron en tus días de escuela. Si no las recuerdas, no te preocupes. Las preguntas son ¿Quién? ¿Cuál? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? y ¿Cómo? Debemos hacer estas preguntas al pasaje que estamos estudiando. ¿De quién está hablando? ¿Cuál es la idea principal? ¿Por qué fue escrito? ¿Cómo se aplica? Y así sucesivamente con las demás preguntas.
Identifica los lugares y personas clave
Aquí debes averiguar quién es el autor, a quiénes se dirige, p. ej. ¿Le habla a los judíos, a los gentiles o a ambos? También hay que distinguir el lugar desde el que se escribió el libro y el lugar al que iba dirigido. Identificar los lugares y personajes importantes te ayudará a poner en orden todas las piezas que estás encontrando para que puedas ver una imagen clara del pasaje que estás leyendo.
Investiga y encuentra contrastes, comparaciones y (aparentes) contradicciones
Los contrastes están cuando se habla de luz y oscuridad, o del pecado y lo santo, o al ver la verdad y el error. Las comparaciones las puedes encontrar en los temas de la riqueza y la pobreza, la sabiduría y la ignorancia, entre el líder y sus seguidores, o tal vez cuando se habla del infierno y del cielo. En lo que se refiere a las aparentes contradicciones, hay muchas de ellas, pero todas tienen una explicación, así que no te desanimes.
Orienta tus descubrimientos a la luz del contexto
Aquí es importante recordar que cada texto tiene su contexto. Por ejemplo: Proverbios 5:15 dice, “Bebe agua de tu cisterna y agua fresca de tu pozo.” Sin contexto nunca sabríamos que este pasaje está comparando entre disfrutar las relaciones sexuales con el propio cónyuge contra buscar la satisfacción sexual con el cónyuge de alguien más. En la antigüedad los pozos eran propiedad privada. Tú no debías tomar el agua del pozo de otra persona, sino beber el agua de tu propio pozo. De la misma manera en el matrimonio, debemos permanecer fieles a nuestro cónyuge. Disfrutar de nuestro propio pozo. Como te habrás dado cuenta, el contexto es clave para entender.
Nota las palabras que se repiten y enfatizan
Hacer esto te ayudará a descifrar de qué trata el pasaje. Por ejemplo, busca el Salmo 150 y después de hacer una lectura rápida te darás cuenta de lo que quiero decir. No necesitas ser un ingeniero aeroespacial para notar que la palabra clave es alabar, la cual indica claramente el tema del salmo.
Si deseas practicar esta técnica te animo a que en esta semana lo hagas leyendo toda la carta a los Filipenses al menos una vez al día durante los siguientes siete días, y al mismo tiempo ve anotando tus observaciones. Te sorprenderás de los descubrimientos que harás. Y lo más importante, es que estarás listo para la siguiente etapa, que es la interpretación. Pero para conocer ese acróstico tendrás que esperar la siguiente entrada de este blog. Nos vemos pronto
Recordemos el acróstico O.B.S.E.R.V.A.C.I.Ó.N
Ora para comprender mejor
Busca ver el panorama completo
Sé consciente del estilo literario
Examina los mandamientos que encuentres
Recuerda cualquier advertencia que leas
Vé con cuidado al hallar alguna promesa
Arma preguntas y contéstalas con el mismo texto
Conoce los lugares y la ocasión del libro
Investiga y encuentra contrastes, comparaciones y (aparentes) contradicciones
Orienta tus descubrimientos a la luz del contexto
No menosprecies las palabras que se repiten ni los énfasis
Recursos recomendados en Español:
Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek
Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek
Bobby es el pastor principal de Image Church que está en North Carolina, y es bien conocido por su ministerio en el canal de YouTube llamado One Minute Apologist, el cuál sigue en la red pero ahora con el nombre Christianity Still Makes Sense. También es coanfitrión del programa de radio nacional Pastor’s Perspective en la estación KWVE en Southern Carolina donde reciben llamadas en vivo. Bobby obtuvo su grado de Maestría en el Dallas Theological Seminary, y su Doctorado de Ministry Apologetics en el Southern Evangelical Seminary, y su Doctorado en Filosofía en el área de Philosophy of Religion de la University of Birmingham (Inglaterra) donde estuvo bajo la tutela de David Cheetham y Yujin Nagasawa. Boby ha escrito varios libros de entre los que se encuentran: The Fifth Gospel, Doubting Toward Faith, Does God Exist, Fifty-One other Questions About God and the Bible y próximamente Christianity Still Makes Sense que será publicado por Tyndale en Abril del 2024. Está casado con su amada esposa Heather y tienen dos hijos ya mayores: Haley y Dawson.
Traducido por Gustavo Camarillo
Editado Wendy Rodas
Fuente Original del Blog: https://bit.ly/3pTHfUW