¿Ordenó Dios el genocidio en el Antiguo Testamento?

Por Ryan Leasure

La famosa cita de Richard Dawkin resume la manera en que los escépticos perciben al Dios del Antiguo Testamento. Él señala:

El Dios del Antiguo Testamento es con toda seguridad el personaje ficticio más irritante: es celoso y se muestra orgulloso de serlo; además es mezquino, injusto e implacable, vengativo, sanguinario limpiador étnico; un misógino, homofobia, racista, infanticidio, genocidio, filicidio, pestilente, megalómano, sadomasoquista y caprichosamente malévolo.

¡Vaya! Además de sus obvias habilidades con el diccionario, podemos darnos cuenta de que Dawkins está profundamente ofendido por el comportamiento de Dios en el Antiguo Testamento. Menosprecia las partes de la Escritura donde habla sobre la esclavitud y el mal trato hacia las mujeres, pero la invasión a Canaán es lo que le provoca el mayor desprecio. Por ejemplo, utiliza palabras como sanguinario para erradicar otras etnias, racista, infanticida, genocida y con ello intenta dejar firme y clara su idea.

Pero esto plantea una pregunta obvia. ¿Realmente ordenó Dios un genocidio? ¿De verdad le ordenó a su pueblo exterminar a todos los cananeos de la faz de la Tierra? Algunos pasajes parecen sugerir que así fue:

“Hirió, pues, Josué toda la tierra: la región montañosa, el Neguev, la tierra baja y las laderas, y a todos sus reyes. No dejó ningún sobreviviente, sino que destruyó por completo a todo el que tenía vida, tal como el Señor, Dios de Israel, había mandado.” — Josué 10:40 

Y destruyeron por completo[i], a filo de espada, todo lo que había en la ciudad: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, bueyes, ovejas y asnos.” — Josué 6:21 

Ciertamente parece un genocidio. Pero en breve expondré mi convicción de que ocurrió otra cosa diferente al genocidio.

Las afirmaciones de Josué frente a la realidad

Estoy convencido de que ocurrió algo más, porque Josué constantemente dice que ellos “destruyeron completamente” a los cananeos y que “no dejaron a nadie con vida”, pero vemos que poco después se habla de muchos sobrevivientes. Veamos algunos ejemplos:

Afirmación de Josué: En Josué capítulo 10, él dice que “no hubo sobrevivientes” y que “destruyeron todo lo que tenía vida” en “toda la tierra” y “todos los habitantes murieron a espada”.

En realidad: En Jueces capítulo 1 pone en claro que Israel fracasó en numerosas ocasiones al intentar conquistar toda la tierra de Canaán y que no pudo expulsar a todos los habitantes.

Por un lado, Josué nos dice que “no hubo sobrevivientes”. Pero, por otro lado, Jueces 1 nos dice varias veces que Israel no logró expulsar a todos los cananeos.

Afirmación de Josué: En Josué 10:39 leemos “todas las personas” en Debir fueron “completamente destruidas”.

En realidad: En Josué 11:21 se afirma que más tarde, Josué “destruyó completamente” a los anaceos de Debir.

De nuevo, Josué nos asegura que “destruyó completamente a cada habitante” en Debir. Pero en el siguiente capítulo, leemos que había sobrevivientes en Debir a quienes Josué “destruyó completamente” otra vez.

Josué dice: En Josué 11:21, nos asegura que los anaceos de Hebrón fueron “exterminados” y “completamente destruidos”.

En realidad: Unos capítulos más adelante en Josué 15:13-14, leemos que Caleb “expulsó” a los anaceos de Hebrón.

Una vez más, Josué asegura que hubo una destrucción total, pero capítulos posteriores, nos dice que Caleb expulsó al mismo pueblo que hace poco Josué había “aniquilado por completo”.

Tal como el SEÑOR lo había mandado

Sin lugar a duda, las afirmaciones de Josué y la realidad parecen contradecirse. Y sin embargo leemos en muchos pasajes que Josué hizo tal como Dios había mandado. Consideremos estos dos ejemplos:

 “Y tomó Josué todas las ciudades de estos reyes, y a todos sus reyes los hirió a filo de espada y los destruyó por completo; tal como Moisés, siervo del Señor, había ordenado”. — Josué 11:12 

[…] más a los hombres hirieron a filo de espada hasta destruirlos. No dejaron a ninguno con vida. Tal como el Señor había ordenado a Moisés su siervo […] no dejó de hacer nada de todo lo que el SEÑOR había ordenado a Moisés. — Josué 11:14-15 

He enumerado varios ejemplos en los que Dios ordenó a Josué “destruir totalmente” a los cananeos. Y en esos mismos pasajes también leemos que Josué cumplió fielmente todo lo que el SEÑOR le había mandado. Pero aun así, también leemos en diferentes lugares que hubo sobrevivientes.

¿Qué sucede aquí?

Dios no se refería a un genocidio literal

Una advertencia antes de seguir, creo en la inerrancia de la Biblia. No soy de los que se toman el texto a la ligera. Pero estoy convencido que Josué no tenía la intención de que entendiéramos de manera literal la frase “los destruyó por completo”.

¿Cómo es que en Josué capítulo 11 leemos que Josué “destruyó por completo” a los anaceos de Hebrón, y cuando llegamos al capítulo 15, nos cuenta que Caleb “expulsó” a los anaceos que había en Hebrón?

¿Acaso Josué fue irresponsable con sus reportes? Es dudoso. Ya que, Dios había dejado en claro que “destruir por completo” no significaba la aniquilación total.

Leamos Deuteronomio 7:2-4:

“y cuando el Señor tu Dios los haya entregado delante de ti, y los hayas derrotado, los destruirás por completo. No harás alianza con ellos ni te apiadarás de ellos. Y no contraerás matrimonio con ellos; no darás tus hijas a sus hijos, ni tomarás sus hijas para tus hijos. Porque ellos apartarán a tus hijos de seguirme para servir a otros dioses[…]” 

Espera un momento, Dios le ordenó a su pueblo que los cananeos fuesen destinados a la destrucción total, pero luego les prohíbe que se casen con ellos. ¿Cómo se pueden casar con quienes fueron aniquilados?

Es bastante obvio que lo que haya significado “destruidos por completo”, no significa genocidio.

“Destruidos por completo” es un recurso retórico común llamado hipérbole

Hace poco, los Golden State Warriors derrotaron a los Portland Trail Blazers por 22 puntos. Mientras leía varios artículos de ESPN y escuchaba diferentes programas de radio, oí a los comentaristas decir cosas como que los Warriors “aniquilaron” o “mataron” a los Trail Blazers. Y sorprendentemente nadie los acusó de hablar mentiras. Así es como se habla hoy en día de las competiciones deportivas. Hablamos en términos hiperbólicos.

De la misma manera, los líderes militares en las épocas de Josué solían hablar en términos exagerados. Era normal decir cosas como que “destruyeron por completo” a sus enemigos y que “nadie sobrevivió”. Sin embargo, nadie les llamaba mentirosos porque así era como se comunicaban los líderes militares en aquella época. Consideremos estos ejemplos:2

El rey Mesa de Moab (840 a. C.) anunció que el reino de Israel del norte “ha perecido para siempre.” — La verdad es que el pueblo de Israel siguió existiendo el suficiente tiempo como para que fueran exiliados cien años después.

Tutmosis III de Egipto (1500 a. C.) declaró que “el numeroso ejército de Mitanni fue derrocado en una hora, aniquilado totalmente, como los que ahora no existen.” — De hecho, el reino Mitani estuvo involucrado en otras guerras los siguientes doscientos años.

Merneptah de Egipto (1230 a. C.) se jactó al decir “Israel está perdido, su descendencia no”. – ¿Adivina quién sigue existiendo hoy en día?

Cuando Moisés o Josué hablaban de forma exagerada, simplemente estaban adoptando la retórica hiperbólica común que utilizaban todos los antiguos líderes militares del Próximo Oriente. Todos los que en esa época hubiesen leído estos relatos entendían que no era algo literal, tal como nosotros entendemos el uso de la hipérbole en los comentarios deportivos.

Expulsados, no un genocidio

Es muy probable que la intención de Dios es que Israel expulsara — o apartara — a los cananeos de la tierra, no que llevaran a cabo un genocidio. La verdad es que “expulsar” es un término que aparece más que la frase “destruir por completo” cuando se habla de los cananeos.3

Hace poco vimos en Deuteronomio 7:2-4 que Dios ordenó a Israel que los cananeos fuesen destinados a la “destrucción total”, y luego también ordenó que no se casaran con los cananeos. Estos mandamientos tan diferentes sólo hacen sentido si la “destrucción completa” significa expulsarlos a todos, en vez de aniquilarlos por completo.

En otro lugar de las Escrituras, Dios amenazó a Israel con “destruirlos” por su desobediencia, pero esta destrucción no significaba genocidio. Sino que se refería a expulsarlos de la Tierra Prometida. Consideremos Deuteronomio 28:63-64.

[…] así el Señor se deleitará en vosotros para haceros perecer y destruiros; y seréis arrancados de la tierra […] Además, el Señor te dispersará entre todos los pueblos de un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra […]

Aquí hay un claro ejemplo en el que la palabra “destruir” significa expulsarlos de la tierra. Con estas pruebas, podemos estar seguros de cuál era el propósito de Dios al ordenar que fuesen “completamente destruidos”. 

¿Realmente cometieron un genocidio de mujeres y niños?

Como ya expuse anteriormente, la frase “matar todo lo que tenga vida” es una hipérbole que quiere decir “expulsar” a los cananeos. Esto significa que los israelitas nunca mataron a mujeres o niños en sus conquistas. Simplemente derrotaron a los diversos ejércitos cananeos a medida que se infiltraban en la tierra prometida.

Después de todo, Dios había ordenado a Israel que ofreciera siempre la paz antes de atacar a nadie (Dt. 20:10) esto les habría dado tiempo de escapar a las mujeres y niños antes de que iniciara la batalla. Desafortunadamente, casi nadie aceptó la oferta de paz (Jos. 11:19).

Es más, parece ser que la mayoría de las batallas tuvieron lugar en fortificaciones militares — como Jericó y Hai — lejos de los territorios habitados por los civiles. Las excavaciones arqueológicas sugieren que en Jericó habitaban unos cien soldados sin civiles,4 esto explica por qué Israel pudo caminar alrededor de la ciudad siete veces en un día. Rahab y tal vez una o dos mujeres más trabajaban en la taberna que atendía a los viajeros que iban de paso.

Rahab, que se apartó del paganismo, es un gran ejemplo de que el exterminio de otras etnias no era parte de los objetivos de la conquista. El objetivo era librar a la zona de la influencia pagana que fácilmente podría desviar a Israel del culto a Yahvé.

¿Por qué expulsar a los cananeos?

En Génesis 15:16, Dios le dijo a Abraham que les daría la tierra a los israelitas después de cuatrocientos años de esclavitud en Egipto porque “el pecado de los amorreos (cananeos) aún no había terminado”. Esa es la razón, Dios no podía expulsarlos en ese momento, no sería justo. Pero después de cuatrocientos años de perversidades la sentencia sería justa.

¿Qué es lo que exactamente hicieron para merecer dicha sentencia? Los cananeos eran bien conocidos por sus templos dedicados a la prostitución, sus prácticas incestuosas, y su bestialidad, quizás el peor crimen que cometieron fue la práctica del sacrificio de niños. El culto al dios Moloc tenía que ver con quemar vivos a los niños.

Los escépticos siempre preguntan por qué Dios no detuvo el mal. Bueno, aquí hay un claro ejemplo de que sí lo hace, pero los escépticos siempre encuentran algo que les parece erróneo.

Finalmente, el propósito de Dios era establecer la nación de Israel en una tierra libre de la influencia pagana y así preparar el lugar para la llegada del Mesías. Sí, Israel derrotó a los ejércitos cananeos, pero la meta principal era bendecir a todas las naciones (Gn. 12:3). Y esa bendición llegaría a través de la persona de Jesús que vino a cumplir la ley y a morir una sola vez en sacrificio por los pecados de todo el mundo.*Para más información sobre este tema, consulta el libro de Paul Copan Is God a Moral Monster?

Recursos recomendados en Español:

Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek

Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek 


Acerca del Autor: Ryan Leasure tiene una maestría en ciencias sociales otorgada por la Furman University también tiene una maestría en divinidad otorgada por el Southern Baptist Theological Seminary. Hoy en día funge como pastor en la Iglesia Grace Bible en Moore, ciudad de Carolina del Sur.

Traducido por Gustavo Camarillo

Editado por Jennifer Chávez

Fuente Original del Blog: https://bit.ly/3DVn0cR

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