Tres maneras de reconocer la falsa culpabilidad

Por Bobby Conway

Dios sabe que ya tenemos suficiente culpa verdadera como para preocuparnos por esta capa adicional de falsa culpa tóxica, que parece estar demasiado dispuesta a acusarnos. Pero, ¿cómo podemos saber si la culpa que experimentamos es verdadera o falsa? ¿Cuáles son algunas de las señales que debemos tener en cuenta? Aunque esta lista no es ni mucho menos exhaustiva, he aquí tres formas de reconocer la falsa culpa.

En primer lugar, la culpa falsa se disfraza de culpa verdadera

Esta forma de culpa falsa no es culpa verdadera, en el sentido de que no somos verdaderamente culpables de cometer una transgresión moral, sino simplemente una versión disfrazada de la misma que afirma que somos culpables cuando no lo somos. En la cultura actual, hay un nuevo tipo de culpa que se endilga a los que no cumplen con la revolución moral que  está en avance. La nuestra es una cultura cuyo lema podría ser Sigue nuestro programa moral o te cancelamos. Cada vez más vemos cómo los que se adhieren a una visión cristiana del mundo se ven atrapados en medio de un falso dilema por la policía moral de hoy. Es como si estas dos opciones: Seguir nuestro programa moral o ser cancelado son las únicas opciones que se ofrecen. Al exponer este falso dilema, uno sólo puede esperar eludir estas opciones. La cultura actual llama bueno al mal y ahora los que no cumplen con la moral del día son los verdaderos culpables.

En segundo lugar, la culpa falsa crea paranoia y preocupación irracional

John Steinbeck captó con precisión la idea de la falsa culpa cuando dijo: “Nunca he contrabandeado nada en mi vida. ¿Por qué, entonces, siento un inquietante sentimiento de culpa al acercarme a una barrera aduanera?” Este tipo de culpa irracional puede ser muy paralizante y no nos hace ningún bien. La falsa culpa es la combinación tóxica de sentirse culpable cuando nuestra mente sabe lo contrario. Lamentablemente, algunas personas se sienten acosadas por una culpa que, para empezar, no es suya, o no es real. Es pseudoculpabilidad. Es una falsa culpa que se hace pasar por real y que paraliza a sus víctimas con paranoia y preocupaciones irracionales.

En tercer lugar, la falsa culpa es obsesiva

Es bien sabido que antes de su conversión Martín Lutero buscó escrupulosamente obtener el perdón. Afirma: “Me confesaba con frecuencia y cumplía fielmente las penitencias asignadas. Sin embargo, mi conciencia nunca podía alcanzar la certeza, sino que siempre dudaba y decía: ‘No lo has hecho correctamente. No te has arrepentido lo suficiente. Omitiste esto en tu confesión'” No es de extrañar que fuera un hombre atormentado por una gran cantidad de falsas culpas. Los principales candidatos para este tipo de falsa culpa son aquellos que luchan contra el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Estas personas, entre las que quizá se encuentre Lutero, se obsesionan con los detalles más insignificantes. A su vez, esto puede hacer que la relación con Dios esté marcada por la miseria, en lugar del disfrute.

Al final, la fuente última de la falsa culpa es el diablo, el padre de la mentira, a quien le encanta condenar y acusar (Apocalipsis 12:10). Si eres alguien demasiado familiarizado con esta forma de culpa, aquí tienes una amable advertencia que debes tener en cuenta. Tristemente, algunos que se han sentido emocionalmente traumatizados por la falsa culpa tienen poco o ningún estómago para el tema de la culpa y, en consecuencia, han girado el péndulo hacia el extremo opuesto, negando la culpa por completo.

Esto no es ni sabio ni bueno. Lo mejor es discernir la diferencia.

Recursos recomendados en Español:

Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek

Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek 


Bobby es el pastor principal de Image Church que está en North Carolina, y es bien conocido por su ministerio en el canal de YouTube llamado One Minute Apologist, el cuál sigue en la red pero ahora con el nombre Christianity Still Makes Sense. También es coanfitrión del programa de radio nacional Pastor’s Perspective en la estación KWVE en Southern Carolina donde reciben llamadas en vivo. Bobby obtuvo su grado de Maestría en el Dallas Theological Seminary, y su Doctorado de Ministry Apologetics en el Southern Evangelical Seminary, y su Doctorado en Filosofía en el área de Philosophy of Religion de la University of  Birmingham (Inglaterra) donde estuvo bajo la tutela de David Cheetham y Yujin Nagasawa. Boby ha escrito varios libros de entre los que se encuentran: The Fifth Gospel, Doubting Toward Faith, Does God Exist, Fifty-One other Questions About God and the Bible y próximamente Christianity Still Makes Sense que será publicado por Tyndale en Abril del 2024. Está casado con su amada esposa Heather y tienen dos hijos ya mayores: Haley y Dawson.

Traducido por Jennifer Chávez 

Editado por Yatniel Vega 

Fuente Original del Blog: https://bit.ly/3PfUae9 

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