La Peligrosa Guerra Interna, Parte 1: textos de prueba que amamos y conocemos del AT

Por John Ferrer

Hace años, en un viaje a Washington DC me encontré pasando por varios aeropuertos diferentes y aprendiendo una lección de vida por el camino. Los vuelos me llevaron por varios controles de seguridad. No tuve problemas con los escáneres de equipaje y los detectores de metales hasta que llegué al aeropuerto de LaGuardia, en Nueva York. Me pararon. Había olvidado una pequeña navaja en mi llavero. Al no ser terrorista, ni John Wick, no considero que una navaja de una pulgada sea un arma. Me confiscaron la navaja. No fue una gran pérdida, pero me sirvió para aprender algo. En otro aeropuerto esa navaja pasó desapercibida. Pero en Nueva York la detectaron al instante. En Nueva York conocían la amenaza del terrorismo. Ya estaban muy sensibilizados y conscientes. Sabían que con unas pocas cuchillas se puede secuestrar un avión y matar a miles de personas. Echo de menos mi navajita de bolsillo. Pero me alegro de que la seguridad del aeropuerto fuera tan estricta. Nueva York es más segura gracias a ello, y Estados Unidos también.

¿Cuál era la diferencia entre esos aeropuertos? Todos sabían que el terrorismo sigue existiendo y que los accidentes aéreos son una amenaza real. Todos habían recibido la misma formación sobre normas de seguridad. Todos habían tenido que adoptar normas de seguridad más estrictas desde el 9/11. Todos eran aeropuertos bastante grandes, por los que pasaban miles de pasajeros cada día. Pero en Nueva York se tomaron su trabajo un poco más en serio. Tenían que hacerlo. El peligro no solo era real, sino evidente, y -dado que este incidente de la navaja de bolsillo fue alrededor del 2002- el 9/11 era todavía un recuerdo fresco, pintado con sombríos colores vivos de polvo gris y sangre roja.

En la iglesia cristiana, ¿con qué frecuencia permitimos que elementos peligrosos pasen desapercibidos? ¿Qué malas interpretaciones de la Biblia hemos adoptado por no dejar que su amenaza inminente nos incite a actuar? Por trágico que haya sido el 9/11, la interpretación bíblica es mucho más importante. Aquí están en juego almas eternas. Aquí se tambalean denominaciones enteras. Aquí es donde la voz de Dios se oye más claramente. Pero, a pesar de la gravedad de este asunto, la Palabra de Dios sigue siendo maltratada constantemente, incluso entre cristianos bien intencionados. Veamos algunos ejemplos. Como verás, la apologética bíblica no es solo para contrarrestar sectas. También es útil para limpiar la iglesia.

El peligro de los textos de prueba

Interpretar correctamente la Biblia es un ejercicio de humildad. Debemos acercarnos a la Biblia con la postura humilde de un estudiante enseñable, dispuesto a aprender y deseoso de escuchar lo que Dios tiene que decir. No importa lo que preferiríamos oír. El mensaje de Dios es el punto de referencia, y eso es lo que intentamos alcanzar. A veces, sin embargo, la gente saca un solo versículo o pasaje fuera de contexto, para hacer que “signifique” algo que probablemente no significa. Eso se llama “prooftexting”. Cualquier versículo o pasaje usado de esa manera se llama “prooftext” (texto de prueba). A veces la gente recurre a ellos por accidente. Pero otras veces, la gente usa textos de prueba para poner palabras en la boca de Dios, para hacer que Dios diga algo que nunca dijo. Cuando las palabras de Dios se sacan de contexto, pueden ser distorsionadas para decir casi cualquier cosa. Ese es el peligro de los textos de prueba.

Vamos a ver algunos textos de prueba del Antiguo Testamento. Luego, en la segunda parte de esta serie, veremos textos de prueba del Nuevo Testamento. Finalmente, en la parte 3, ofreceremos una guía para corregir los errores de los textos de prueba. Te animo a que busques estos pasajes en su contexto original y que leas los versículos a su alrededor. Mira si puedes identificar el significado más probable del versículo y cómo la gente puede errar el blanco.

1 Crónicas 4:9-10

9 Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor. 10 Jabes invocó al Dios de Israel, diciendo: «¡Oh, si en verdad me bendijeras, ensancharas mi territorio, y Tu mano estuviera conmigo y me guardaras del mal para que no me causara dolor!». Y Dios le concedió lo que pidió.

Tal vez hayas leído el libro La oración de Jabes. Fue popular hace unos años, y ha resurgido de vez en cuando. El libro era fácil de leer, sencillo, y parecía ofrecer un método directo para alinear la vida de uno con la bendición de Dios. No era exactamente teología de “salud y riqueza”, pero se acercaba lo suficiente como para que a mucha gente le gustara por las mismas razones. Retrocediendo un poco, podemos ver que, en primer lugar, la historia es descriptiva, no prescriptiva. En otras palabras, la historia describe lo que sucedió, no necesariamente lo que debería suceder, especialmente en nuestros días.

En segundo lugar, el pasaje es una intervención demasiado breve para soportar los volúmenes de teologización que se le han dedicado. Si el pasaje estuviera enriquecido por un mayor contexto histórico o circunstancial, o tal vez fuera de naturaleza prescriptiva, entonces se podría decir más de él. Pero tal como están las cosas, solo hay dos versículos en las Escrituras que tratan de Jabes (1 Crón. 4:9, 10) y un versículo que menciona una ciudad con ese nombre (1 Crón. 2:55).[i] No es mucho con lo que trabajar.

En tercer lugar, la interpretación común de que la oración de Jabes es de alguna manera especial por sus profundas ideas sobre la bendición, se ve socavada por el hecho de que Jabes podría haber sido bendecido igualmente por ser “honorable” o por ser una persona maldita bajo un nombre que significa “dolor”, ya que Dios siempre ha tenido un corazón para los “don nadie” y los “desvalidos”.[ii] La oración puede haber sido mencionada para demostrar cómo Dios bendijo a Jabes a pesar de sus palabras y no a causa de ellas.

En cuarto lugar, quizá lo más preocupante de la forma en que se ha tratado este pasaje es que se utiliza como una fórmula mágica, como si hubiera oraciones mágicas que desbloquearan las bendiciones almacenadas de Dios. El texto no sugiere que esta oración sea prescriptiva ni que produzca mecánicamente el efecto deseado. La oración para Jabes funciona igual que para nosotros. La oración es una actividad relacional que debe estar centrada en Dios, y solo se garantiza que los resultados se ajusten a lo que Dios quiere, estén o no de acuerdo las personas.[iii]

Salmo 118:24

Este es el día que el Señor ha hecho; Regocijémonos y alegrémonos en él.

Este pasaje se cita a menudo como recordatorio de que Dios es quien hace cada día y de que debemos alegrarnos por ello. Es posible que oigamos citar este versículo, quizá en forma de himno o en una oración, el domingo por la mañana temprano, como comienzo del culto del día. Pero este versículo no se refiere a un día cualquiera, sino a un día en particular. Si examinamos el pasaje más amplio, podemos encontrar otra línea memorable en el versículo veintidós: “La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra principal del ángulo”. Este memorable versículo sería repetido por el apóstol Pedro cientos de años después en 1 Pedro 2:7 con referencia específica al ministerio y la obra de Cristo como fundamento para la edificación de la iglesia. Además, el Salmo 118:22 sugiere que este “día” se refiere al día de la salvación, y de hecho el contexto más amplio del Salmo 118 concuerda con esta interpretación.[iv] El salmista está celebrando la obra salvadora de Dios y, en el versículo veinticuatro, el día concreto en que se produce. Este es el día de la salvación, El SEÑOR ha traído la salvación, y eso es motivo de regocijo.

Proverbios 29:18

Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena, pero bienaventurado es el que guarda la ley.

La palabra hazon, interpretada como “visión”, suele entenderse erróneamente en el sentido de fijación de objetivos, declaraciones de visión y planificación estratégica en el mundo empresarial. Es decir, las personas necesitan tener una “visión” clara de su objetivo para sentirse inspiradas a trabajar más duro, trabajar juntas, superar los obstáculos y alcanzar ese objetivo. Independientemente de lo cierto que sea ese sentido de “visión”, no es de eso de lo que trata este versículo. Sin embargo, en los entornos eclesiásticos, la idea suele ser que el caos estalla cuando la iglesia no tiene un plan de ministerio establecido, una visión singular del ministerio acordada por el pastor principal, los líderes de la iglesia o la denominación.

No estoy tratando de desestimar el valor de establecer metas y declaraciones de visión clara para tu iglesia o negocio, pero este versículo no se refiere a eso. La palabra aquí es hazon, y se refiere a la comunicación divina a los profetas.[v] En el contexto, la “visión” aquí se refiere a la revelación divina a través de un profeta, es decir, la ley revelada de Dios (la Escritura). Este sentido encaja mejor con la estructura paralela del versículo.[vi] La primera línea habla de perecer por falta de visión.[vii] Pero la segunda línea del versículo explica el objeto de esta – es decir, lo que están mirando con su “visión”. Dice: “Pero bienaventurado es el que guarda la ley”. Esta visión se refiere a ver la ley de Dios, específicamente la norma de Dios revelada a través de los profetas. Y para aquellos que no tienen la ley, no pueden guardar la ley, no se benefician de ella, y sufren y perecen sin ella.

Isaías 53:5

5 Mas él herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades; el castigo, por nuestra paz, cayó sobre él, y por sus heridas hemos sido sanados.

Este versículo, o al menos la última línea del mismo, “por sus heridas hemos sido sanados”, se cita a menudo en referencia a la curación física de enfermedades y trastornos. Sin embargo, este pasaje se refiere a la salvación eterna. Por lo general, el error común en casos como este es nivelar la propia soteriología (teología de la salvación) al leer la eternidad en cada liberación terrenal. Pero aquí se hace lo contrario. Isaías 53 es uno de los pasajes mesiánicos y soteriológicos más claros de la Escritura. La naturaleza de la obra redentora eterna de Cristo se explica en esta profecía. Reducir este pasaje a la curación física equivale a decir que Cristo murió en la cruz para que no tuvieras dolor lumbar. O que Cristo resucitó de la tumba para librarte de las migrañas. Pero la idea central de este pasaje es que el Mesías no está simplemente asumiendo los dolores y sufrimientos del mundo en su nombre; Él está llevando la carga de su pecado-castigo. En resumen, la idea central de todo este capítulo es que Cristo sufre una muerte sustitutiva para la expiación y la redención espiritual de los hombres. Para ser justos, Jesús si sana a la gente — esa fue una parte importante de su ministerio terrenal. Pero la curación completa y final solo está garantizada para todos los creyentes hasta el cielo. Ese sentido completo de la sanación sigue estando presente aquí, ya que Cristo no solo libera a las personas de la paga del pecado (justificación) y de la esclavitud al pecado (santificación), sino que también libera a los creyentes, en última instancia, de la presencia del pecado mediante la glorificación en el cielo. Isaías 53:5 no garantiza, sin embargo, que los cristianos vayan a ser, en esta vida, sanados físicamente por el sufrimiento de Cristo. Si una persona quisiera argumentar a partir de las Escrituras a favor de las curaciones físicas hoy en día, sería mejor que buscase su apoyo en otra parte.

Estén atentos a las partes 2 y 3 de esta serie.

Notas Finales

[i] James Strong, Strong’s Exhaustive Concordance of the Bible (Concordancia exhaustiva de la Biblia de Strong) (Lynchburg, VA: Old Time Gospel Hour, 1890, reimpresión ed. N.D.), 534.

[ii] Este punto apenas necesita defensa. Sin embargo, dentro de la Palabra de Dios en lo que se refiere al cuidado de los pobres, indigentes y “humildes”, véase: Ex 22:25-27; 23:11; Le 19:9, 10; 23:22; 25:25-28, 35-37, 39-43; De 14:28, 29; 15:2-14; 24:12-21; 26:12, 13; 1Sa 2:7; Ne 8:10; Job 5:15, 16; 31:15; 34:18, 19, 28; 36:6, 15; Sal 9:18; 10:14; 12:5; 14: 6; 34:6; 35:10; 37:21, 26; 41:1-3; 68:10; 69:33; 72:2, 4, 12-14; 74:21; 102:17; 107:9, 36, 41; 109:31; 112:4, 5, 9; 113:7, 8; 132:15; 140:12; 146:5, 7; Pr 22:2, 22, 23; 28:27; 29:7, 13; 31:9, 20; Ec 5: 8; Is 1:17; 11:4; 14:30, 32; 16:3, 4; 25:4; 29:19; 41:17; 58:7, 10; Jer 20:13; Eze 18:7, 16, 17; Da 4:27; Zep 3:12; Zac 7:10; 11:7; Mt 5:42; 11:5; 19:21; 25:35, 36; Mr 14:7; Lu 3:11; 4:18; 6:30; 7: 22; 11:41; 12:33; 14:12-14; 16:22; 18:22; 19:8; Hch 20:35; Ro 12:8, 13, 20; 1Co 13:3; 16:1,2; 2Co 6:10; 9:5-7; Ga 2:10; 6:10; Ef 4:28; 1Ti 5:9, 10, 16; Heb 13:3; Stg 1:27; 2:2-9, 15, 16; 5:4; 1Jo 3:17-19. Naves Topical Bible (sin datos bibliográficos) en Gramcord [CD ROM] (Vancouver, WA; Gramcord Institute, 1998), “Poor”.

[iii] La naturaleza personal y relacional de la oración queda patente en la intimidad de los salmos, que en sí mismos suelen ser tanto oraciones como cantos. Y es un hecho evidente que las oraciones a menudo quedan sin respuesta o, al menos, se responden con un “No”. Pero Dios también cumple todo lo que se propone (1 Cr. 29:11-14; Sal. 104:27-30; Is. 14:24, 26-27; 55:11). Por lo tanto, solo se garantiza que la oración produzca los resultados deseados cuando éstos coinciden con los planes de Dios. Además, la única oración del Nuevo Testamento que se puede considerar una prescripción formulista es el Padrenuestro, que se encuentra en Mateo 6:9-13 y Lucas 11:2-4.  Pero incluso ésta parece más un esquema que una prescripción formulista, pues de todas las oraciones que se encuentran en el resto de las Escrituras, en ningún otro lugar se repite textualmente el Padre Nuestro.

[iv] “Salvación” se refiere aquí tanto a la salvación temporal (liberación terrenal) como a la salvación eterna. El Salmo 118 es rico en imágenes de la inmanencia de Dios y de la salvación terrenal directa. De hecho, la salvación temporal es el tipo predominante sugerido en el Salmo 118, pero en el versículo diecinueve el escenario empieza a cambiar diciendo: “Ábranme las puertas de la justicia; entraré por ellas y daré gracias al Señor. Esta es la puerta del Señor; Los justos entrarán por ella. Te daré gracias porque me has respondido, y has sido mi salvación”. Esta referencia a las “puertas de la justicia”, como las “puertas” del Salmo 100:4, sugieren la morada de Dios. Y la interpretación petrina del Salmo 118:22, como se ve en 1 Pe. 2:7, refuerza esta interpretación. En efecto, el salmista cree que Dios es su salvador en la guerra, pero también su salvador hasta el cielo. Para más información sobre las antiguas expectativas hebreas del Reino de los Cielos, véase Alva J. McClain, The Greatness of the Kingdom: An Inductive Study of the Kingdom of God (Winona, IN: BMH, 1987).

[v] Allen P. Ross señala: “La palabra hazon se refiere a la comunicación divina a los profetas (como en 1 Sam 3:1) y no a los objetivos individuales que se forman… . El ministerio profético era por lo general en respuesta a los períodos calamitosos, llamando a la gente de nuevo a Dios- hazon significa visión reveladora que debe ser retenida. Si no hay revelación de Dios, el pueblo puede esperar anarquía espiritual y política” (Allen P. Ross, Proverbios en Expositor’s Bible Commentary Vol. 8 [CD ROM] [Grand Rapids: Zondervan, 1997], Prov. 28:19).

[vi] El paralelismo es el emparejamiento de líneas relacionadas para lograr un efecto literario, ya sea énfasis, contraste, desarrollo, causa y efecto, pregunta y respuesta, etc. Para excelentes estudios sobre el paralelismo hebreo, véase James L. Kugel, The Idea of Biblical Poetry: Parallelism and Its History (Baltimore: Johns Hopkins Univ., 1981); y Robert Alter, The Art of Biblical Poetry.

[vii] El término para “perecer” significa “soltar”, “desatar” o “descubrir” y se traduce como “sin restricciones” (NASB), “despojarse de las restricciones” (NIV, ASV, NKJV) o “desnudarse” (Young’s Literal). Francis Brown, S. R. Driver y Charles A. Briggs, The Brown-Driver-Briggs Hebrew and English Lexicon: With an Appendix Containing the Biblical Aramaic, Reprint from the 1906 ed., 7th printing (Peabody, MA: Hendrickson, 2003) 828, Strongs #6544.

Recursos recomendados en Español:

Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek

Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek 


El Dr. John D. Ferrer es educador, escritor y graduado de la Academia de Instructores CrossExamined. Diplomado por el Southern Evangelical Seminary y el Southwestern Baptist Theological Seminary, actualmente participa activamente en la comunidad provida y en su iglesia natal de Pella, Iowa. Cuando no está ayudando a su esposa Hillary Ferrer con su ministerio Mama Bear Apologetics, normalmente se puede encontrar a John escribiendo, investigando y enseñando apologética cultural.

Traducido por Yatniel Vega

Editado por Mónica Pirateque 

Fuente Original del Blog: https://bit.ly/44fwuKI

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